Capítulo 19 House of wolves

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Heyy,

ya sé que el título no tiene mucho que ver pero es que no se me ocurría una canción para ponerle.

Bah, me costó escribirlo, porque creo que me ha quedado soso pero pufff.

bueno disfruten

abasho teletubbi 

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(Angie)

Después te todo el jaleo que montaron Frank y Gerard en la cocina, no pude hacer otra cosa que pedir una pizza, preparar unas ensaladas y meterme en la ducha para empezar a prepararme.

Sam iba a llegar y yo estaba aún envuelta en una toalla con el pelo empapado.

-¡OH DIOS MÍO!-grité, exasperada, rebuscando en mi armario.-¡NO SÉ QUE PONERME!

Corrí por la casa hasta que encontré a Gerard y a Frank, ambos sentados en el sofá leyendo un libro.

-Necesito ayuda.-les supliqué y ambos alzaron la mirada y me miraron, interrogantes.-No sé que ponerme.

-Yo creo que a Sam le vas a gustar más así. Medio desnuda y con esa mirada de leona en la cara.-dijo Frank y yo le fulminé con la mirada.-¿Ves? Esa mirada. Así parece que le estás insinuando.

Gerard rió y se levantó.

-Venga, yo te ayudo.

Lo mejor de tener dos amigos, ambos completamente gays, era poder pasearse por casa en toalla y que ninguno de los dos se molestara en alzar la vista en ningún momento.

Gerard abrió mi armario y se cruzó de brazos, dudoso.

Una de las vendas de sus brazos se estiró un poco y unas gotas de sangre la mancharon, aunque él ni siquiera lo notó.

Finalmente cogió unos vaqueros negros y una camisa roja del armario y me la tendió.

A continuación sacó uno de los cinturones de Frank del cajón de los calcetines.

-Prueba con esto. Y te atas el cinturón a la altura de la cadera, pero un poco más arriba, así parece que tienes las caderas más bonitas.-dijo y me sonrió.-A veces, de pequeño, ayudaba a mi madre a vestirse y a peinarse, si quieres luego te hago una trenza.

-¡Oh gracias Gerard! No sé qué haría sin ti.

Él se encogió de hombros y salió del cuarto dejándome intimidad para cambiarme.

Cuando terminé volví a llamar a Gerard que me hizo un gesto para que girara sobre mí misma.

-Estás muy guapa.-dijo con una sonrisa.-Ven, vamos a peinarte.

Me senté en el taburete del baño y él encendió el secador.

-Tienes un pelo muy bonito.-comentó y yo sonreí.-Me recuerdas mucho a mi madre.

Yo me sonrojé y él rió.

Echó mi cabello a un lado y en el espejo, se quedó mirando uno de los hematomas de mi cuello.

-¿Qué es esto?-preguntó con voz temblorosa.

-Mi padre.-respondí y él asintió y entendió.

Pasó sus dedos delicadamente por la herida y suspiró.

-¿Por qué te hizo eso tu padre?-preguntó.

-Porque bebía y cuando bebía me pegaba.-respondí y él dejó su mano en mi hombro.-¿Por qué te cortas, Gerard? ¿Tienes algún problema de autoestima?

Fallen angelsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora