Seguía esperando a que Álex volviera con una respuesta. Desde ayer que se fue no ha regresado y tengo el alma en un hilo. Mi madre estuvo aquí conmigo por la mañana y se fue, estaba aburrida, nerviosa y sola. No entiendo por qué Carlos no había vuelto. O bueno, si lo entendía pero me hacía la tonta, ayer fui una grosera con el y estoy segura que lo lastimé.
Después de un tiempo, realmente no sé cuánto por qué aqui no tengo mi teléfono ni un solo reloj, llegó una enfermera con mi comida. No me apetecía. Estaba insípida o tal vez era por qué tenía ganas de algo frito o una hamburguesa o una buena rebanada de pizza. Sentí como mi estómago gruñó con fuerza al pensar en esa comida y luego las náuseas vinieron a mi al ver lo que tenía al frente. La enfermera se retiró y me dejó con mi bandeja. Movía los vegetales de un lado a otro y picaba el pollo con el tenedor. Le di un sorbo a mi jugo y metí un poco de vegetales a mi boca con disgusto. Tomé otro poco y me quedé a medio camino cuando la puerta se abrió y escuché una voz que me ponía de exelente humor
– Deja eso ahí, tengo algo mejor - sacó de su bolso una bolsa de papel marrón y la puso sobre mi bandeja de comida , el olor me llegó a la nariz y de inmediato lo abrí
– Cómo metiste eso, el guardia no te revisó?
– Amiga este par - dijo tomando sus tetas - me ayudaron a qué tuvieras algo bueno y apetecible que comer - me rei al imaginarla seduciendo al guardia que ya era muy mayor.
– Gracias - me comí muy rápido el primer hot dog , el segundo lo comía con más calma, me frotó la rodilla y luego se sentó conmigo en la cama.
– Cómo estás? - me encogí de hombros
– Bien creo
– Tu mamá me dijo que aquí está el doctor - asenti y luego deje la comida para suspirar
– Ayer le dije que si quería estar conmigo estaría perfecto, pero que no alejaría a Carlos. Hice mal?
– Cariño claro que no, el debería de entender que de algún modo siempre habrá algo entre ustedes, desde hace mucho, mucho antes que él , Carlos ya estaba en tu vida, hazle entender que no quieres nada con el señor
– Se lo dije ayer pero creo que se molestó, y no lo culpo, no quiere pasar por lo mismo, no me queda de otra más que esperar.
– Sea lo que sea que el decida sabes que no solo cuentas con Carlos si no también conmigo verdad ? - claro que lo sabía, Ángel era otra de las personas que había estado conmigo en mis momentos más oscuros, ella había tenido que pasar por mucho pero no se dió por vencida y las veces que cayó siempre supo ponerse de pie y estaba para los demás, hasta para mí aun cuando ella también necesitaba de alguien. Estaba tomando mi mano cuando entro un camillero a cambiar las sábanas. El chico vio a Ángel y le sonrió y ella se sonrojó. Abrí mucho los ojos, en el tiempo que llevaba de conocerla nunca la había visto ponerse así con alguien. Estaba realmente sorprendida y alegre a la vez de ver qué alguien le gustaba. El chico cambio las sábanas y se llevó unas cosas de ahí, me puso de nuevo en mi camilla y se fue.– Que fue eso?
– Se llama Samuel, estos días que he estado aquí esperando a que despertaras hemos hablado, el se acercó a mi, estaba asustada por ti, estaba en la sala de espera, tu mamá estaba con Álex y yo estaba sentada lejos, sola y el pasó un par de veces frente a mi, no lo noté, pero el llegó y me tendió un sándwich y un jugo para que comiera, y de ahí hemos estado platicando, me invitó a salir el sábado, estoy nerviosa - sonreí al verla felíz pero ella no lucía tan contenta - pero el no sabe aún que soy una puta, se irá cuando se entere, dudo mucho que entienda como lo hizo Alex - tomé su mano
– El entenderá, dudo mucho que se quede si continúas en eso siendo sincera, pero por qué no intentas algo distinto? Algún trabajo diferente, eres inteligente y hay otras cosas que puedes hacer.
– Si lo sé, pero no pagarán igual las cuentas
– Pero mereces algo mejor Adriana - me miró con los ojos llorosos - no necesitas ser Ángel toda tu vida - hace mucho que nadie la llamaba por su nombre, que yo le recordara quien era en realidad le gustó por qué me abrazó y me sonrió, le acaricié la mejilla y le di un beso en ella mientras cerraba los ojos - todos merecemos cambiar el color de nuestro paisaje y a ti ya te toca pintarlo de muchos colores, tu puedes, yo confío en ti.Hablamos un rato más, le emocionó tanto hablar de otras cosas que podría hacer en lugar de seguir en el negocio. Ella anhelaba tanto un nuevo comienzo así como yo que lo obtuviera y fuera feliz, se que ella tendría pronto la familia que la vida le había negado. Yo a pesar de que sabía su nombre no se lo había dicho ni una vez y no por qué la considerara solo mi compañera de trabajo si no por qué realmente era mi ángel. Ese ángel de cabello oscuro y piel morena que cuando estaba desesperada me había dado una salida. Tal vez no era la mejor pero me la dió sin pedir nada a cambio y eso era muy importante para mí y si la vida algun día nos separaba siempre la tendría en mi mente y mi corazón.
Se fue y me quedé sola de nuevo. Ya era de noche. No había ventana en mi cuarto pero lo sabía por el cambio de enfermeras. Me dieron medicamento para el dolor ya que pierna dolía mucho de nuevo pero el sueño comenzó a vencerme y me quedé profundamente dormida.
Me sentía nerviosa, sentía que alguien me observaba. Tal vez era mi miedo a los hospitales y que todo estaba demaciado oscuro, intentaba dormir pero seguía sin poder hacerlo, ya estaba cansada de estar sobre mi espalda y no poder rodarme a una posición más cómoda, seguía sin abrir los ojos por qué mi miedo era más grande. Bufé alto y dejé caer mis manos frustada a mis costados cuando sentí que se jaló el suero que llevaba en el brazo y me costaba recordar que estaba ahí.
– Auch - me queje de dolor y luego sentí como corría algo húmedo en mi brazo, tal vez era sangre, o suero o las dos cosas - lo que me faltaba.
– Deja de hacer eso o te pondrás peor
– Ay! Mierda - dije en un jadeo cuando escuché la voz, fue la impresión de saber que alguien estaba ahí pero cuando mi cerebro procesó la voz y supo de quién era me tranquilice. La luz de la habitación se encendió y lo ví ahí parado y no pude evitar sonreír, él también lo hizo pero luego vió mi brazo y negó un par de veces antes de moverse a una pequeña gaveta, sacó varias cosas, se puso un par de guantes y se acercó a mi. Un hematoma algo grande ya se había pintado en el interior de mi codo y el suero seguía cayendo en mi cama y por la pequeña aguja aún caía mi sangre. El se acercó a mi y cambió todo y puso el suero de nuevo. Estaba a punto de quitar su mano de mi brazo y no estaba lista para dejar de sentirlo así que tome su mano con la mia.– Me gusta tu modo doctor - le sonreí.
– A mi también - me dió una sonrisa más por cortesía que por gusto.
– Cuando podré irme de aquí?
– Mañana te harán una revisión, unos ultrasonidos para ver la condición del bebé y dependerá de eso.
– Ya quiero irme a casa - quitó su mano de la mía y eso me dolió así que decidí voltear a otro lado, luego tuve de nuevo su mano en la mía y lo ví, ya no tenía los guantes. Me miró de nuevo con ese brillo que caracteriza su hermosa y extraña mirada.– Yo también te amo Ali - y me besó, ahí estaba la respuesta que estaba esperando, me sentía plena y completa de nuevo con el, de beso era fuerte y desesperado por mi, no era el momento pero me estaba exitando demaciado, desde la última vez que estuve con el no había tenido a nadie más y lo necesitaba. Comencé a recorrer lo que podía de su cuerpo con mi mano hasta que llegué a su entre pierna y sentí ese bulto que me volvía loca tan duro y ansioso de mi. Lo acaricié y soltó un gemido sobre mis labios y luego se retiró.
– Eso es un sí?
–Definitivamente es un sí.
ESTÁS LEYENDO
En mi cama [Terminada ✓]
Novela JuvenilAveces no nos damos cuenta de lo afortunados que somos de tener lo que tenemos hasta que lo perdemos. Ésta es la historia de Alisson, solía ser una joven estudiante promedio con una vida tranquila, normal hasta que el destino la obliga a vender sus...