La despedida

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Con la caja apretada en mi pecho caminé de vuelta a casa. Estuve a punto de caer pero me obligué a no hacerlo, seguí mi paso hasta llegar al patio donde estaba Álex. Mis lágrimas caían y el dolor en mi pecho era tan fuerte que no sentía el de la pierna que ya había forzado mucho a dar pasos fuertes. Llegué a dónde estaba él y no me importó la cara de mis hermanos ni las manos de mi madre tratando de tranquilizarme, el dijo que aceptaba a Carlos en mi vida pero al contrario, solo le llenó la cabeza de estupideces e hizo que se fuera, hizo que me dejara.

- Por que lo hiciste?! - pregunté alzando la voz. - qué le dijiste para que se fuera?! - ví casi en cámara lenta como su cuerpo se tensó y abrí mis ojos fuerte, la rabia era ahora más fuerte - Tu lo sabías?! Sabías que se fué y no me dijiste nada? - bajó rápido de la cama elástica y se acercó a mi
- Espera, déjame explicarte todo del inicio
- Vamos, hazlo - me crucé de brazos y caso pierdo el equilibrio pero mi mamá que aún sostenía mis hombros me ayudó a mantenerme de pie.
- Siéntate porfavor, te vas a lastimar
- No mas de lo que tú ya lo has hecho - le dije mientras rodaba los ojos y le daba una sonrisa irónica, el suspiró y frotó las palmas de sus manos en su rostro.
- Cuando me hiciste la pregunta de si te aceptaba o no con el en tu vida hablamos, me dijo que se alejaría por unos días, para que me hiciera a la idea, y lo acepte, por ti lo haría juro que estaba en mi aceptar verlo, pero cuando vine por tus cosas para poder llevarlas a casa ví cuando el estaba hablando con el agente de ventas, me dijo que se iba, que te amaba tanto que se alejaría para que fueras feliz conmigo, me molestó su elección de palabras pero no me opondría a qué se largara, es lo mejor Ali - intenta tomarme de la mano pero no lo dejo - solo buscaba lo mejor para nosotros lo juro.
- Y tu no me amas lo suficiente como para haberlo aceptado? Ya no había nada entre nosotros Álex
- Pero lo hubo, y el aún te ama, y tú de algún modo lo haces, mírate , mira cómo estás, mira los problemas que hace aún en ausencia, ahora que se fue no deberíamos de estar así, al contrario, deberíamos estar felices
- Si sabías que se iría por qué no me lo dijiste?! - dije entre sollozos y la voz ronca de haber gritado y estar llorando
- No creí que fueras a enterarte así, no que el estúpido dejara una carta llenandote la cabeza de idioteces.
- El solo me dijo la verdad
- El solo te dice las cosas a cómo mejor le conviene, entiende.
- Solo déjame en paz - me doy la vuelta para entrar a casa y el me sigue - solo déjame un momento en paz Porfavor, no quiero hablar contigo por ahora.

Entré a casa y subí a la que era mi habiatacion, para mí buena suerte ahí estaba mi cama. Era lo único que quedaba de mis cosas junto un par de almohadas. Acomodé una detrás de mi espalda y otra debajo de mi pierna que ya dolía mucho y necesitaba descansar.

Lloraba en la cama y me abrazaba a mi misma. Mis lágrimas no eran tanto por la partida de Carlos si no por lo que había hecho Álex. Así sería siempre? Alejaría de mi a las personas solo por qué no le agradaban? Alejaría también a Ángel? A las otras chicas del bar? A todas las personas que simplemente el dijera que no? Sé que debería tratar de entender pero por más que pasan los minutos aquí encerrada sola con mis pensamientos no puedo entenderlo, la cabeza me duele de tanto pensar y por más que quiero comprenderlo no puedo.

Quería dormir un rato. El embarazo y haber llorado me pedían descansar un momento. Estaba cayendo en el sueño cuando escuché la puerta abrirse y sentí como se hundía el colchón por el peso de alguien. No fue necesario abrir los ojos ya que el olor de su perfume me llegó antes que el sonido de su voz.

- Es hora de irnos a casa - dijo en voz baja.
- Me quedaré aquí hoy - respondí - mañana te llamo.
- No lo hagas, no te alejes - me suplicó.
- Solo quiero descansar aquí Porfavor.
- Prometes llamar mañana?
- Si, ahora solo quiero pensar y descansar - me dió un beso en la frente.
- Te amo - y salió de la habitación sin recibir una respuesta de mi parte.

No pude dormir en toda la tarde así que decidí bajar. Mi madre y hermanos habían salido al cine y yo estaba sola. Baje despacio las escaleras y recordé cuando Carlos estaba en la mesa con mi madre y yo estaba nerviosa. Tomé el pasamanos y sentí como un escalofrío y la tristeza me recorría. Todo eso parecía tan lejano. Juro que escuchaba su voz mezclada con la de mi mamá hablando en la cocina. Su perfume me llegaba a la naríz. Llegué lo más rápido que pude pero no estaba ahí. Solo mi mente me hacía esas malas jugadas. Lo extrañaba tanto. Más que cuando me fui por primera vez de aquí. Caminé a su casa y entré por el pasillo al patio y me senté en la mesa de jardín que aún ahí estaba. Subí mis piernas a una de las sillas para descansar y sin pensar me quedé dormida. Estar ahí me producía una enorme paz. Tal vez mi lugar era con Carlos que siempre estuvo para mí en las buenas y en las malas. Tal vez por eso me sentía tan cómoda en su casa. Tal vez nunca debí haberme ido o debí de haber vuelto cuando cumplí los 18 y ya mi madre no pudiera meterlo en problemas.

Soñaba con el y en como sonreía y me hacía sonreír a mi aunque el estuviera más destruido que yo. En como me tomó de la mano y jamás me dejó caer hasta que me alejaron de su lado. Pensaba en cómo sería la vida si este bebé fuera de él y no de Álex. Y aunque éste bebé no fuera de él, Carlos lo hubiese amado tanto como si lo fuera por qué es una parte de mi. Estaba tan dormida, tan cómoda, tan en paz que hasta sentía como su aroma en el ambiente crecía. Sonreí y suspiré.

- Me gusta cuando sonríes mi niña - Escuché y me desperté de golpe para ver sus ojos clavados en los míos, bajé rápido mis piernas y lo abracé.
- Creí que te habías ido - lloraba sobre su camisa y sus manos daban palmadas en mi espalda para tranquilizarme
- Me fuí pero volví por unas cosas, no imaginé que fuera a encontrar a mi más preciado tesoro aquí sentado
- No quiero que te vallas - Le dije - No importa lo que te haya dicho Álex yo te quiero en mi vida - Tomó mi rostro y me separó de su hombro, no quería dejar de sentir su calor pero quería, necesitaba ver su cara.
- Mi niña - limpió mis ojos con sus pulgares y me dió un rápido beso - no me fui por lo que él dijo, que a decir verdad, yo en su lugar hubiera hecho lo mismo, entiéndelo, el quiere tener a su familia y mi presencia de algún modo lo impide, tu yo siempre seremos uno del otro, y no importa que tan lejos me vaya o que tú lo hagas siempre te llevaré conmigo, eres lo más hermoso que ha pasado y ya te lo dije, me voy tranquilo por qué se que cuidaras del bebé de una manera extraordinaria y por qué tienes a alguien que te cuida, alguien daría la vida por ti, Álex tiene su pasado y con ello sus miedos, pero te ama tanto o más de lo que yo lo hago que estuvo dispuesto a soportarme en sus vidas, pero me voy también por qué yo quiero continuar Sofía, comienzo a sentir cosas por ella, también te amo, pero nuestro tiempo ya pasó y ambos encontramos personas que nos complementan pero eso no significa que te olvidaré. Siempre estarás en mi corazón y mi mente, no importa a dónde me vaya, siempre , escúchame bien, siempre te voy a querer. De todos modos me iré, pero quiero que seas feliz quiero que tengas esa linda familia que siempre soñaste y que se ustedes tendrán, tal vez vuelva en unos años y quiero verte convertida en esa gran ama de casa que muchas me contaste que querías ser.

No podía dejar de llorar, pero tenerlo aquí y escuchar todas esas palabras me hacían entenderlo, tiene razón, nuestro momento había pasado y no debía de ser egoísta, así como yo seguí adelante debía dejar que el lo hiciera y fuera feliz. Álex solo trataba de mantener unida a la familia, no fue el modo correcto de hacerlo pero entiendo que fue por un bien, que lo hizo por amor.

- Algún día volveremos a vernos?
- Si mi niña, la casa la devolví a ustedes para que no tuvieran que irse y cuando vuelva sabré a dónde llegar y poder verte - volví a aferrarme a sus brazos .
- Te amo
- Yo también mi niña, y mira - Levanta del suelo una bolsa y la pone en la mesa - es del lugar donde fuimos por primera vez a comer - sonreí
- Que bueno por qué muero de hambre.

Y así ambos compartimos la comida y nos deseamos lo mejor para nuestras vidas. Si este era el cierre de lo nuestro estaría bien. Ésta era la manera en que debía de terminar y no del modo en que lo había hecho Álex. Así ya podría estar en paz y saber que Carlos no se iba con el corazón roto y no le había pagado mal después de todo lo que había hecho por mi. Me acompañó a casa y me senté en la sala. Me dió otro beso en los labios.

- Sé feliz mi niña, te prometo que yo también lo seré , cuídate mucho mi niña - pone su mano en mi vientre - y cuida de ella
- Ella ? - Pregunté
- Siento que será una niña - le sonreí
- Esperemos que así sea - me besó la mano y se acercó a la puerta - Carlos, sé felíz y cuídate mucho, gracias... Por todo
- Fue un placer mi niña

Y su aroma de esfumó de la habitación igual que su presencia, no me sentí trsiste, al contrario, me sentí tan feliz por haberlo tenido en mi vida. Por que no importa cuánto tiempo pase, ni cuánto tiempo estuvimos juntos él siempre será mi primer amor.

En mi cama [Terminada ✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora