Ya habían pasado dos días desde que fui a casa de Álex y estábamos mejor que nunca. Mi trabajo estaba ya a la normalidad y el parecía estar bien con eso, solo me pidió que no volviera a besar a nadie, y no lo haría. Tengo que pensar dos veces antes de hacer algo cuando estoy molesta. Me sentí muy mal después de haberlo hecho.
También hablé con mi cliente, el pareció entenderlo, claro está que no le di los detalles pero entendió que no sucedería de nuevo. Estaba con un cliente. No recuerdo su nombre pero eso era lo de menos, todos eran cariño cuando olvidaba como se llamaban. Ya estaba mucho mejor con su confianza desde la primera vez y ya le había causado unos cuantos orgasmos a su esposa después de mis lecciones. Aún me visitaba pero no siempre había sexo, aveces solo era platicar de como le iba en el trabajo o en su casa. Hasta podría decir que éramos amigos.
Ese día estabamos en la cama. Solo platicando de cosas sin sentido. Comenzamos a hablar sobre una película de estreno que yo quería ver y el ya había ido. No sonaba tan buena o tal vez era que me contaba de una manera aburrida mientras acariciaba mis piernas. Tenía puesta mi ropa de trabajo como siempre. Un boxer metálico morado y una blusa rosa con escote muy pronunciado. Su tiempo se acabó. Le invité una cerveza para platicar un poco más. Se terminó su cerveza y fui a despedirlo. Eran de los pocos a los que yo acompañaba a la puerta. Le di un beso en la mejilla mientras le cerraba uno de los botones de su camisa y le alisaba la manga.
- Nos vemos cariño, no vuelvas a desaparecer.
- Claro que no preciosa. Un día de estos te invitaré a comer que dices? - me sonrió de una manera tierna
- Claro que sí. Por ahora ya vete antes que se haga más tarde - le di un último beso en la mejilla y lo despedí.Estaba a punto de cerrar la puerta cuando ví a una figura observandonos desde el pie de la escalera. Sentí asco, mareos y como mi corazón estaba a punto de salir por un orificio de mi pecho hecho con tantos latidos. No podía moverme, mi cerebro lo ordenaba pero mis piernas no respondían. Tal vez era un juego de mi imaginación. Me estaba volviendo loca o la cerveza se me subió demaciado rápido. De pronto la figura en lugar de desaparecer como lo haría cualquier producto de la imaginación comenzó a bajar por la escalera. Enojado, triste, decepcionado. Apenas desapareció pude moverme de nuevo y correr por todas las escaleras. Estaba a punto de llegar abajo y el de escaparse de mi así que me asomé por el barandal. Y lo ví. Si era el. No estaba loca. Y no podía dejarlo ir así nadamás. El seguía bajando. No había notado que bajé corriendo tras de él .
- Carlos ! - le grité casi llorando , se dió la vuelta y sus ojos se clavaron en los míos. Lo observé tanto como pude. Ya no podía más con estás ganas. Bajé lo que quedaba de escaleras corriendo hacia el y lo abracé. Sus brazos me rodearon y comenzaron a recorrerme como si se asegurará de que era yo y no su imaginación. El seguía teniendo ese olor, ese perfume delicioso y su cabello estaba más largo que antes pero aún era igual de hermoso como lo recordaba.
- Mi niña - dijo entre un largo suspiro. Me tomó de las mejillas y me besó. Yo de inmediato le respondí el beso. No era uno apasionado. Era uno lleno de amor, esperanza y anhelo.
- Que ? Cómo? - quería saber cómo supo dónde estaba, cómo fue que me encontró - vamos ven - lo tome de la mano y lo llevé al apartamento. Lo llevé a mi habitación. Le dije a Ángel que si alguien me buscaba me negara. No quería ninguna interrupción. Estábamos ya acostados en mi cama sin hacer nada más que abrazarnos. Mi cabeza estaba en su pecho y su brazo me rodeaba mientras mi pierna estaba enlazada con la suya.- Como me encontraste?
- Mi sobrino te vió aquí. El es policía, cuando te fuiste le pedí ayuda para buscarte pero fue como si la tierra te hubiese tragado. No supe nada de ti. Le mostré unas fotos de ti para que fuera más fácil tu búsqueda. Hace unos días el vino aquí por un servicio. Le habian recomendado a una joven llamada Cielo. Te vió y al instante supo que eras tú. Me dijo y en cuanto tuve oportunidad vine aquí pero no... No esperaba esto - claro el tipo se me hacía conocido por qué se precia a el. No lo había visto antes. Solo se precia a mi Carlos.
- Perdón, no quería que me vieras así. Tu no - mi voz se apagó. Me daba asco yo sola.
- No mi niña, no tengo nada que perdonar. Si yo hubiera sido más valiente y afrontar a tu mamá esto no tendría que ser así, pero ya te encontré. No vas a estar sola de nuevo - y como balde agua fría me cayó la realidad. Álex yo no estaba sola, estába con el.
- Pero tu te vas a casar - sentí como se tensaba - y yo, yo estoy con alguien y con esto mantengo a mi familia
- Sabes que yo puedo hacerme cargo de eso, sin problema alguno
- Si te vas a casar? - me apretó más a él y besó en la cabeza
- Si tú me dices que no lo haga no lo haré, si me dices que estarás conmigo no
- Pero no es justo para ella
- Ella sabía que lo nuestro no es algo estable. Yo le dije que si algún día te encontraba y tú me aceptabas de vuelta la dejaría
- Pero por qué le propusiste matrimonio?
- Ya casi no había esperanzas en mi de volver a verte. Yo solo estaba convertido en la sombra de lo que era. Pero ahora. Me has devuelto a la vida mi niña, mi amor, mi vida, pero si tú dices que lo quieres a el y ya no a mí lo entenderé - no sabía que era lo que quería en este momento. Solo estaba feliz de tener a Carlos conmigo una vez más después de haber pensado que cuando le dije adiós desde la ventana del taxi era la última vez. Toda la noche estuvo a mi lado. Le pedí que se quedara. No importaba que no me hiciera suya, solo quería tenerlo de vuelta y estar entre sus brazos. Nos quedamos dormidos después de platicar tanto hasta que nos quedamos sin voz. No sé cuánto llevaba dormida pero sentía su mirada sobre mi. Aún era oscuro y casi no veía su rostro pero se sentía tan bien como antes. Me acarició el rostro, uno de sus dedos comenzó a trazar la silueta de mía labios, de mi nariz, mi barbilla para luego tomarme de las mejillas y darme un largo beso mientras se acercaba más a mi. Cerré la distancia que había entre nosotros. Abrí cada botón de su camisa y la saqué por sus hombros. Subí en el moviéndome extrañando la sensación de nuestros cuerpos rozar. Sacó mi blusa sobre mi cabeza. De pronto quise detenerme. No era justo para Álex. Una cosa era por negocio pero esto ya era demaciado. Era una traición. Se que es hipócrita de mi parte pero así lo siento. El me vio a los ojos y supo que algo pasaba dentro de mi. Su mano se alargó a la mesa y dejó algo- Ahora si puedes - volteo a ver y era dinero. No cambiaba mucho la situación. Ya había dinero de por medio. Y de nuevo mis sentimientos por el. Está noche sería de Carlos. Solo de el. No habría nada más dentro de éstas paredes en las que volvería a ser suya. Volví a besarlo bajando por su cuerpo hasta su pantalón y sacándolo por sus tobillos junto con su boxer. Subí acariciando sus piernas sientiendo sus bellos por mis palmas. Abrió mi sostén y lo bajó. Terminó de desnudarme, me tomó por los hombros y quedé debajo de él.
Abrí mis penas para recibirlo, mientras no dejaba de besarme cómo muchas veces soñé que volvía a hacerlo. Lo sentía duro rozar en mi piel y el deseó se encendió más en mi. Levanté mis caderas para introducirlo en mí. Gemí alto, era una sensación que no creí tener de nuevo y la disfrutaba tanto como podía. Comenzó a moverse lento como si fuera la última vez que me tendria. Dejé de pensar. Solo quería disfrutar de el, de su calor. Sus labios me devoraban mientras el salía y entraba de mi. Separo su boca de la mía para ver mi cara. A él le gustaba verme disfrutar y a mi demostrarle cuánto me gustaba estar con el. Mis labios inchados por sus besos, entreabiertos mientras jadeaba, él me veía como si fuera la última maravilla en la tierra.
Comenzó a moverse más rápido. Mis piernas estaban envueltas en sus caderas y mis talones apoyados en sus nalgas.
–Mi niña - dijo en mi oído mientras su aliento hacía cosquillas en mi
- Mi Carlos - gemi mientras esos espasmos comenzaban en mi y el calor aumentaba en mi piel. La piel de sus brazos comenzó a erizarse indicándome que ya estaba tan cerca como yo. Gemía más fuerte diciéndo su nombre hasta que terminé, deje fluir mi orgasmo abriendo mis labios y dar un grito de placer. El ahogó mis gritos con un beso y gruñendo mientras sentía como poco a poco se vacíaba dentro de mí. Envueltos de nuevo en las sabanas desnudos, con el corazón aún latiendo fuerte. Nos besamos una vez más antes dejarnos caer en un profundo sueño.Desperté con el aún a mi lado. Esto me aparecía tan irreal. Tan perfecto. Me levanté de la cama y le preparé un café como a él le gustaba con un toque de vainilla. Se lo llevé a la recámara y platiqué un rato más con el. Compartimos una ducha. Me acariciaba y me besaba los hombros y el cuello. Al salir lo despedí en la entrada. Tenía que irse al trabajo. Fuí con el envuelta en una bata hasta la puerta. Caminé con el de la mano hasta las escaleras. Lo despedí de un beso y regresé a mi apartamento. Era la mejor noche después de mucho tiempo. De vuelta con el. Con mi Carlos. Con mi vecino.
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En mi cama [Terminada ✓]
Teen FictionAveces no nos damos cuenta de lo afortunados que somos de tener lo que tenemos hasta que lo perdemos. Ésta es la historia de Alisson, solía ser una joven estudiante promedio con una vida tranquila, normal hasta que el destino la obliga a vender sus...