CAPÍTULO 13:

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La verdad que durante estos días ellos dos habían sido muy importantes para mí y yo para ellos, a Hugo ya le habían quitado la escayola y estaba totalmente recuperado así que como ellos me decían tenía que reanudar mi vida y por esa razón fue que mis amigos y ellos me convencieron no se como de salir esa noche y así lo hicimos.

El grupo volvía a salir como antes, otra vez estábamos los cuatro divirtiéndonos pero claro Hugo y Dániel también estaban pero lejos de nosotros con sus amigos aunque se que de vez en cuando me vigilaban pero ya eso no me importaba tanto ya que ambos prometieron no molestarme en esa noche.

Necesitaba disfrutar era la primera vez que salía desde lo de mis padres y estaba dispuesta a olvidarlo aunque fuera por unos segundos.

Pasado unos minutos vi a Hugo salir pero antes de salir me dijo que iba a hablar por teléfono pero que Dániel se quedaba por si necesitaba algo lo cual me pareció sobre protector pero no tenía ganas de discutir con el ahora así que hice como si Dániel no estuviera ahí vigilándome y la verdad es que me divertí bastante hasta que Max se acercó a nosotros y me empezó a hablar:

-Mira quién está aquí, es la pequeña Rebecca y te ves radiante más sexy que de costumbre, parece que la muerte de tus padres te ha sentado bastante bien.

En ese momento vi venir a Dániel hacía nosotros ya que seguramente lo había oído, cuando llegó al lado nuestro me apartó hacía un lado sin hacerme daño y me dijo que me quedara ahí entonces se volvió hacia Max y fue en ese momento cuando la pelea empezó y me vi obligada a intervenir mientras que los intentaba separar recibí un golpe de Dániel por accidente en ese momento el se giró para verlo que me había pasado pero Max continuo la pelea por suerte en ese instante y con tanto alboroto Hugo entró e intentó detener la pelea y por suerte lo consiguió y creo que ya era hora de irse a casa.

Mientras que salíamos Max me gritó:

-Que pasa que ahora la pequeña Rebecca necesita guardaespaldas.

Pero no quise caer en sus juegos y me fui a casa obligando a Hugo y a Dániel a irse conmigo y no volverse para partirle la cara a ese cretino en que se había convertido Max aunque la verdad empiezo a pensar que siempre fue así pero mi amor por él no lo quería ver.

De camino a casa Dániel se sentó atrás conmigo mientras que Hugo conducía, se notaba que los dos estaban molestos por lo sucedido esa noche y que Dániel se sentía culpable por haberme golpeado a pesar de que fue sin querer y se pasó todo el camino pidiéndome disculpas y la verdad que yo no estaba enfadada con él de hecho le agradezco que me hubiera defendido aunque se le fue un poco de las manos.

Cuando llegamos a casa Hugo nos dejó solos en mi cuarto para que Dániel y yo pudiésemos hablar, lo primero que él hizo fue tenderme en la cama y ponerme un poco de hielo en el golpe y entonces tras asegurarse que estaba bien empezó a hablar:

-Lo siento mucho por todo esto, arruiné tu noche y nunca me podré perdonar por haberte pegado.

-No pasa nada, si que es verdad que esta noche no ha salido como lo planeado pero aún así te agradezco por estar ahí y defenderme de Max.

-Quiero que te quede claro algo- me dijo mientras me miraba directamente a los ojos-eres muy importante para mí y te quiero y al igual que Hugo no permitiré que nadie nunca te haga daño. ¿ Te queda claro?

En ese momento asentí con la cabeza y él besó mi frente y salió de la habitación.

Romance a la luz de las luciérnagas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora