CAPÍTULO 34:

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Los días siguientes decidí no ir a la escuela y descansar. Hugo se encargó de cuidarme como si me fuera a morir o algo así a pesar de que el doctor le dijo que no fue nada grave. Recibí visitas de todo el mundo porque como era de esperar Hugo había exagerado la situación pero la verdad es que ya estaba mejor seguía con un poco de fatiga incluso a veces llegaba a vomitar pero ya no me había vuelto a desmallar. Convencí a Hugo de que saliera con Reina ya que estaba preocupado aunque sin razón y quería que se despejara y como era de esperar no me dejó sola sino que le pidió a Dániel que me acompañara así que pasamos toda la tarde juntos

-Bueno princesita ¿estás mejor?

-1º Ya sabes que no me gusta que me llames así

2º siempre estuve bien, solo estaba estresada

-1º Tú sabes que me encanta llamarte así porque eres la princesa de mi vida.

-ohhh

-shhh espera 2ºse que eres fuerte, pero estás débil y no sabemos lo que tienes cuando el doctor nos de los resultados de tus análisis ya verás como tu hermano se tranquiliza

-Pero amor, llevo casi tres días acostada y quiero salir, de verdad que me encuentro bien, acompáñame please

-Bueno vale pero no me voy a separar de ti

Entonces me levanté de la cama y me vestí, de repente sentí nauseas y la necesidad de ir al baño. Corrí al baño y nada más llegar vomité. Dániel me estaba observando desde la puerta:

-Ves,no estás bien. A la cama.

-Si lo estoy.

-Rebecca en serio estás más pálida que un folio así que a la cama a descansar.

-Bueno pero no le vayas a decir nada a Hugo, voy a convencerlo para ir al instituto mañana.

-Rebe..

-No digas nada, he empezado bachiller y ya estoy faltando, aparte sabes que no me vas a convencer.

-Eso es cierto, tengo a la novia más cabezona de todos. Duerme, cuando venga tu hermano te aviso.

No se cuanto tiempo dormí pero en un momento Dániel me despertó para decirme que Hugo había vuelto

-Bueno Rebecca ¿de qué querías hablar?

-Mañana regresaré al instituto.

-¿Qué ? ni loco.

-No era un pregunta. Hugo de verdad estoy bien

-Rebecca eres mi hermanita, eres lo único que tengo, me preocupo por ti

-Creeme lo se, pero estoy bien

-Bueno vale, siempre te sales con la tuya pero Flavio te acompañara donde quieras ir y me llamarás si no te encuentras bien. Ahora abrazame y sube a la cama. Te subiré la cena.

-Gracias hermano.

Al día siguiente me encontraba mejor tanto fisicamente como psicologicamente, iba a ir a la escuela. La verdad es que aunque parezca mentira odio faltar.

Todo fue bien, me encontraba como si no hubiera estado días en cama, al salir de la escuela Flavio me llevó al parque para que puediera tomar un poco de aire, me senté en una banca y Flavio fue por dos botellas de agua a un kiosko cercano. Cuando llegó estuvimos hablando un rato y después me dijo que se debía ir a hacer algo y me quedé sola en el parque, eso si Flavio no se fue sin antes darme la charla de que me cuidara, de que si me encontraba mal me fuera a casa y todo este rollo.

Al quedarme sola decidí ir a casa de Dániel, a pasar un rato con él, cuando llegué la puerta estaba un poco abierta, lo suficiente como para dejar ver un poco la sala, eso me resultó raro.Normalmente Dániel siempre tiene la puerta cerrada al acercarme puede ver la silueta de mi novio y espera...... ¡está besando a Ada! Pero qué....Sabía que había algo raro con ella pero esto no me lo esperaba. Dániel estaba besando a otra chica. Sentía como mi corazón se partía en mil pedazos, no podía seguir ahí así que salí corriendo.

Romance a la luz de las luciérnagas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora