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Terrence sirvió una opulenta ración de alimento húmedo en el platón de Woodstock y lo ofreció al can, quién inmediatamente comenzó a devorar su comida. Rápidamente vació una lata de alimento para gato en el tazón de Odín, colocándolo sobre la mesa de la cocina, el gato maulló y se paró de manos en el mueble, volviendo a maullar con sonoridad.
-¡Oh, vamos! – Se quejó Terrence – Puede saltar sobre la mesa para comer tu cena – Sonrió el hombre - ¿No me digas que deseas que te levante y te coloque cerca de tu plato? – Le preguntó al gato.
Odín lanzó un largo maullido y se estiró aún más sin atreverse siquiera a saltar para comenzar a comer. Terrence bufó, tomó al gato y lo levantó del piso, acomodándolo sobre la mesa. Odín ronroneó y se frotó en la mano de su humano antes de ponerse a comer.
El hombre se sentó en la mesa para comer su porción de pasta y pollo a la plancha, tomó una vieja revista y comenzó a hojearla sin ningún tipo de interés mientras llenaba su boca con la cena. Se trataba de una revista de moda que no contenía nada que al hombre pudiera llamar su atención, se preguntó porque estaba esa cosa en su casa y no pudo encontrar una respuesta. Terrence se encogió de hombros y le echó un ojo al plato del perro, quién acababa de terminar de cenar y bebía ávidamente del tazón de agua, mientras que Odín lamía su mano izquierda y la frotaba con frenesí sobre su rostro. Terry lanzó la revista sobre la mesa y esta se abrió estratégicamente en un anuncio de Chanel, ahí aparecía Wilma, luciendo la ropa de esa marca. Worsley arrugó la nariz y cerró la revista, comenzando a levantar los platos de sus mascotas y llevarlos al fregadero.
Mientras Terrence lavaba los trastos, recordó que desde que hablara con Wilma aquella vez, ella no se había hecho notar, Ni siquiera le envió un mensaje o le hizo una llamada, ¡nada! Y ese silencio no era reconfortante. Terrence bufó molesto, estaba tan tranquilo sin acordarse de esa arpía y esa estúpida revista logró que se acordara de ella. ¡No debía bajar la guardia! El hecho que Wilma no se hubiera aparecido por el momento, no quería decir que había olvidado sus amenazas, sino todo lo contrario; la 'señorita' Fairchild jamás olvidaba.
El hombre sacudió la cabeza decidido a alejar los malos pensamientos de su mente. Lo mejor era no pensar en Wilma, no en ese momento. No tenía ganas de amargar su día y ponerse de mal humor por culpa de esa mujer.
-¿Por qué tuve que pedir que me la presentaran? – Preguntó Terrence a Woodstock, quién le dedicó una mirada y volvió a echarse junto al gato – Si hubiera sabido la clase de mujer que es, ¡ni me le acerco! – Exclamó el hombre y se echó a reír.
Terrence abandonó la cocina y caminó hasta la sala, tomó el móvil que estaba sobre la mesa de centro para darse cuenta que tenía una llamada perdida de Noor. Terry arqueó las cejas y de inmediato decidió devolver la llamada a su chica, marcó el número y esperó a que ella respondiera pero la llamada fue transferida a buzón.
-¡Maldición! – Murmuró Worsley y colgó dejando el teléfono a un lado.
Terrence cogió el ordenador y también su teléfono para dirigirse a su habitación, dejó el portátil sobre la cama, conectó el teléfono al tomacorriente y decidió tumbarse sobre el colchón y acomodar el portátil sobre su vientre. Entró a facebook y echó una mirada al Messenger. El círculo verde del Messenger le reveló que Noor estaba en línea, así que comenzó a escribir.