I N I C I O

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Familia.

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"Yaboku, tú nombre es Yaboku, y desde ahora tú me servirás, eres parte de mi familia y acatarás todas mis órdenes sin rechistar. Si escuchó un reclamó de tú parte, el castigó te estará esperando. Pero no te preocupes pequeño Yaboku, se que tú serás muy obediente"

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Una fría noche, alguien me dio un nombre.

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Capítulo 0 1 .- La sorpresa en una puerta. El inicio.


Levantarse, darse un baño, vestirse, desayunar, trabajar, comer nuevamente, volver a casa, revisar papeles y finalmente dormir para comenzar la rutina nuevamente.

Paso a paso, día tras día, la misma rutina monótona y aburrida que jamás iba a saltarse por su salud mental. Desde que comenzó a vivir su vida independiente jamás hubo cambio ni le interesaba que hubiera. "Ya no estoy de edad para eso" siempre se decía, pero en vez de edad, sabía perfectamente que su problema era otro; simplemente no tenía la motivación para cambiar la rutina de su vida. Esta era simple y solo para sobrevivir en su soledad y nada más.

Un joven de aproximadamente veintisiete años viviendo su vida, cabellos negros, ojos azulados. Un trabajador promedio de una empresa famosa.

Yato. Ese era su nombre, solo Yato sin ningún apellido ni nadie que reclamará por él -o es lo que esperaba-. Con muchas experiencias de vida, supo sobrevivir a la crueldad del mundo y pudo por fin encontrar paz en una empresa quién lo recibió con los brazos abiertos y se convierto en parte de él. Por eso, no cambiaría su rutina para nada, sabía perfectamente que si hubiera un cambio su mente no lo soportaría.

No hay más que decir, solo la vida de un pobre huérfano sin apellido quién con sus esfuerzos salió adelante y estaba donde estaba.

—¿Me estas escuchando, Yato? — un pequeño reclamó lo hizo salir de sus pensamientos, sus ojos azulados se posaron en aquella figura varonil quien mostraba una actitud molesta por haber sido ignorado aquel tiempo en que estaba hablando.

Yato se estiró en su asiento y dio un pequeño bostezó —¡Dame un respiro, Kazuma! He estado trabajando toda la noche y esperan que siga produciendo ¡Debería demandarlos por explotadores!

—Deja recordarte que tú solo te ofreciste a completar aquellos papeles, la idea tampoco era que lo terminaras todo en una sola noche —se quejó el joven de lentes llamado Kazuma, miraba a Yato con desaprobación—comprendo perfectamente que digas que no tienes nada que hacer y te aburres pero también deberías considerar descansar unos momentos en tu hogar ¿de verdad no tienes a nadie con quien salir? si sigues pasando tu vida trabajando, enfermarás y a Veena no le agradará eso.

El pelinegro dio una sonrisa nerviosa y simplemente exclamó —Todo lo que venga de mí a aquella perra psicópata no le agrada, así que eso me resbala.

—¡Yato! ¡No le digas así! ella es nuestra jefa y si nos escucha...

—¿A quién le dices "perra psicópata"? —una tercera voz, esta vez femenina, se unió a la conversación de ambos jóvenes quienes pálidos y sudorosos se dieron vuelta para mirar aquella mujer de largos cabellos rubios quién en su miraba había "fuego" de rabia.

Familia | Noragami | YatoriDonde viven las historias. Descúbrelo ahora