S U E Ñ O

602 59 46
                                    


(Solo una pequeña recomendación, esta canción me inspiró para este capítulo, lean la letra ¿se podrá imaginar para quién va dirigida? )

----------------------------------------------------------------


"¿Qué le estas escondiendo a tu padre, Yaboku?"

...Todavía en su mente estaban aquellas palabras...

Palabras dichas con tanta tranquilidad en su tono de voz habitual, grave, que provocaban escalofríos y que los vellos de su piel se erizaran, su garganta se apretaba del terror al tan solo escucharlo y ver aquellos fríos ojos que parecieran que pudieran mirar tú interior y pudieran descubrir la verdad.

No iba a demostrar debilidad ¿Qué es lo que podría estar escondiendo? Nada. No había nada para esconder. Tan solo sonrió nervioso y respondió tratando de sonar lo más normal que sus nervios le permitían.

—¿Qué es lo que podría estar escondiéndote, padre? — respondió regulando su agitado corazón —No hay nada que pueda estar escondiéndote.

—¿Sí? —preguntó él hombre mientras giraba en el lugar sin despegar su vista al joven muchacho de cabellos oscuros que estaba sentando en el piso de aquel modesto 'hogar' — Tú sabes que padre te conoce muy bien, no eres el mismo Yaboku que yo amo. Estás más desanimado, más agotado que de costumbre, no duermes bien ni tampoco te estas alimentando bien, te escapas más que de costumbre de la casa y últimamente no me has traído premios como antes. Dime ¿Algo pasa? ¿Acaso Mizuchi no ha sido una buena compañía? —Dijo lo último mirando a la pequeña niña de oscuros cabellos sentada en una esquina de la habitación.

Rápidamente, el joven Yaboku negó con su cabeza. —¿por qué dices eso, padre? Hiiro es una excelente compañía para divertirme, realmente no hay nada de que te preocupes.

El oscuro hombre miró fijamente al padolescente por unos minutos. Él tan solo bajo su mirada intimidado, sintió temor que su padre le gritará que mentía y que dijera la verdad.

Claro esta que no podía, padre le había dicho que jamás hablará con desconocidos, solamente que se limitará a tener un mínimo contacto con los clientes habituales (un pequeño saludo o despedida, un 'si' o un 'no' cuando fuera necesario) pero a parte de aquello a él junto con su hermana se les tenía estrictamente prohibido conocer a más personas. Padre le había dicho, el mundo haya afuera es peligroso y el único lazo que necesitaban era entre ellos, nada más.

Pero luego llegó ella.

—¿Cómo te llamas, chico? —recordaba perfectamente esa melodiosa voz y su hermosa sonrisa mirándolo fijamente mientras el se divertía observando el lago cuando había escapado unos momentos de su 'familia'. No podía negar que, al principio, al ver que había sido descubierto, sintió pavor, pero ella era tan dulce y hermosa ¿De verdad una chica así le haría daño?

Padre le había dicho, "no hables con extraños" así que simplemente no habló cuando le preguntó su nombre, tan solo levantó una ramita que había recogido por ahí y escribió (las únicas palabras que le habían enseñado a escribir y leer) su nombre.

—¿Um? ¡Ya veo! ¿Eso que escribiste se lee como 'Yato', verdad? —preguntó ella con una sonrisa, él tan solo frunció el ceño e iba a negar suavemente con su cabeza explicando que se equivocaba, pero antes de que pudiera hacer el gesto ella siguió hablando feliz —¡Te llamas Yato, que maravilloso nombre! Yo por desgracia no tengo uno---

Familia | Noragami | YatoriDonde viven las historias. Descúbrelo ahora