Encuentro
Como era de costumbre, el sol del verano se estaba ocultando a la misma hora de siempre. El calor comenzaba a descender y la gente empezaba a volver a su hogar para poder darse un merecido descanso después de un día laboral.
Los días de verano estaban terminando, los estudiantes estaban disfrutando sus últimos días de vacaciones, por lo cual, era normal encontrar las calles abarrotadas de jóvenes riéndose y disfrutando el momento.
Ella andaba en aquellas calles, mezclándose entre los jóvenes y disimulando ser una más del montón.
Pero aquello era solo una máscara; realmente ella odiaba a las personas, a todos aquellos que reían despreocupadamente ante la vida, no tenían idea de lo cruel que podría ser el mundo, jóvenes sin ninguna razón de seguir con su vida, ella fácilmente podría entrar en la vida de cualquiera de ellos y hacerlo cuestionarse de su existencia (lo había hecho varias veces cuando estaba aburrida, le gustaba introducirse en la vida de cualquiera de esos hombres jóvenes y hacer que la locura los consumiera, a tal punto, que era normal que la vida de aquellos hombres terminará en suicidio). Jóvenes débiles, los humanos son fáciles de quebrarse, así es como padre le había enseñado a su hermano y a ella.
Su caminata paró y miró el firmamento, los colores cálidos del cielo la hacían volver a su vida pasado, cuando se divertía con su hermano siendo la justicia.
Lo quería devuelta.
Quería a su hermano nuevamente junto con ella. Ambos abrazados como antes, cuidándose mutuamente, ella lo quería, ella lo obtendría. No soportaría que otra mujer alejara lo más precioso (lo único) que tenía de sus manos.
"Los humanos son débiles, fácilmente caen en la locura, con Iki Hiyori será igual"
Dejó sus pensamientos para luego mirar el gran establecimiento que estaba enfrente de ella: una universidad. Se encontraba cerrada, solamente los docentes estaban en el establecimiento. De manera sigilosa entró al recinto sin ningún problema, él la estaba esperando ahí. Se escondió en unos arbustos y espero unos minutos antes que saliera, su "jornada laboral" debería haber terminado y, así fue, un hombre de apariencia joven apareció en cosa de minutos caminando tranquilamente, se encontraba conversando, posiblemente con otro colega docente despreocupadamente, dio una sonrisa para luego despedirse de aquel hombre.
La chica suspiro. A su padre le encantaba jugar, le encantaba aprovecharse de su apariencia engañosa, quien lo viera no pensaría que tendría más de treinta años, un hombre joven, simpático, alegre, recto y se le podría seguir nombrándolo con muchos sinónimos para describir lo "bueno que era ", pero la realidad era otra, pues aquella apariencia también era solo una máscara para la vida mundana.
Todo aquello, sus vidas, su familia era como un teatro. Su verdadera apariencia, tan solo aparecía en la noche y en el día las máscaras estaban presentes. Seres de plásticos.
El hombre que estaba esperando dio una sonrisa y miro justo al lugar donde ella se encontraba escondida —Perdón ¿te hice esperar mucho? Mizuchi.
—No, recién acabo de llegar realmente, estaba terminando de acabar unos asuntos— Habló ella mientras salía de su escondite e iba abrazar a su "padre", el hombre también abrazó a la joven y acaricio sus cabellos.
—¿Ha pasado algo bueno mientras papá estaba trabajando? —preguntó padre mientras miraba a la chica. Ella tan solo movió la cabeza de un lado a otro negando a la pregunta formulada.
—Es tan aburrido, este lugar es tan aburrido. —se quejó ella mientras miraba al hombre —padre, me prometiste qué harías que Yaboku volviese con nosotros. Estoy harta de trabajar sola, ¿Cuándo más tendré que esperar para tener a mi hermano de vuelta? ¡Lo quiero nuevamente a mi lado! Antes, por lo menos se dignaba a estar a mi lado, ahora con esa maldita mujer y ese niño que adopto se aleja cada vez más, ¡tienes que hacer algo!
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Familia | Noragami | Yatori
Fanfiction"Su nombre es Yukine, nació un veintinueve de noviembre, se que le podrá dar todo el amor que yo su madre no puedo darle. Por favor, cuídelo mucho, lo amo con todo mi ser y quiero algo mejor para él" Eran las únicas palabras escritas en aquella cart...