°12°

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Mi frente estaba sudorosa y mi torso subía y bajaba tratando de recuperar el aliento, ella me abrazó por la cintura y recargó su cabeza en mi pecho, su cabello estaba sudado como el mío, un asco.

—eso fue increíble, Michael— comentó con los ojos cerrados.

— como digas— dije en un susurro.

Tomé de mi buró un cigarro, lo prendí y cale de el, escuché unos suspiros bajo mi barbilla, se había quedado dormida. Cerré los ojos, no quería dormir, pero tampoco quería lidiar con la luz natural del maldito sol, puse mi antebrazo encima de mis ojos cerrados para conseguir una mejor oscuridad, debí haber comprado esas cortinas anti-luz de aquella tienda. suspiré.

Nada podía hacer para sacarme a  Jeff de la cabeza, ¡Joder!, Es un maldito por hacerme pasar por esto, ¿Qué esperaba?, ¿Qué me acueste con miles de mujeres para olvidarme de el?, Si es así, es una estrategia muy vaga.

Terminé mi cigarro, me levanté de la cama, dejándola allí dormida, después la sacaría de mi casa. Me dirigí a la cocina, moría de hambre, como de costumbre me preparé un sándwich y me serví un vaso de leche; encendí la televisión en un volumen bajo. Cambiaba de canal una y otra vez, no había nada interesante hasta que me encontré con el canal MTV, para mí suerte o no, pasaban el videoclip de Paradise City, wow, Nos veíamos tan bien en esa prueba de sonido, éramos unos dioses. Vi la parte en donde unos jóvenes se besaban en el concierto, recuerdo que Izzy me miró con ternura y yo a él, como olvidar a ese bastardo. Podría maldecirlo a cada rato, pero, lo amo, lo amo tanto que es imposible olvidarse de el.

Lo peor es que yo creí que el tenía algo con Axl, ¿Pueden creer esa tontería?, Yo pensé que Izzy me engañaba con el egocéntrico de Rose, que solo son mejores amigos, ¿Cómo fuí capaz de malinterpretarlo?.

Ese día estábamos en ensayos, Axl cantaba con la misma adrenalina a un lado de Slash, yo compartía micrófono con Izzy mientras tocabamos nuestros instrumentos, Steven detrás de nosotros con las piernas cruzadas tocando como lo era su pasión.

El pelinegro y yo compartíamos miradas de vez en cuando, yo miraba sus rosados y apetecibles labios; me separé de él para tocar mejor el bajo, en un momento, Axl se acercó a él y demasiado, su cabeza se posó en su hombro mientras Izzy tocaba su guitarra, el pelirrojo ahora compartía micrófono con el, yo los miraba de reojo, tratando de no perder el control allí mismo y dejar el ensayo. Mire como Izzy cerraba sus ojos al sentír contacto con el respiro del otro, yo fruncí mi ceño aún más.

Tocaba mi instrumento más desesperado, lo tocaba muy brusco, mis dedos ahora estaban tensos, como si no quisiera moverlos nunca más, mi otra manos apretaba el cuello del bajo con más fuerza, como si lo quisiera romper con ese simple apretón.

—viejo, ¿Estás bien?— me susurró Slash, obviamente si dejar de tocar.

Yo asentí rápidamente y suavise mi agarre. Ladee la cabeza por instinto y vi como Axl beso rápidamente a Izzy por el cuello, vi también como el pelinegro soltó un leve suspiró, eso fue suficiente para que yo me quitara el bajo y lo dejara allí en el escenario.
Bajé del escenario de un salto brusco y me dirigí a mi camerino.

Una vez allí, maldecia todos en susurros, tomaba mi vodka de grandes tomadas, hasta que escuché la puerta sonar.

—¡¿Quién carajos?!— grité.

— soy Izzy, ¿Puedo entrar?— su divina voz se escuchó.

— no, no puedes, ahora lárgate.

— vamos, Duff, dejame entrar...q-quiero sabes si te encuentras bien.

— lo estoy, ¿Quieres irte ya?— dije harto, y sin moverme.

La puerta se abrió lentamente y Vi como el pelinegro se asomaba, yo le avente mi botella de vodka—algo del cual me arrepiento— el fue más rápido y cerró la puerta para protegerse, los cristales cayeron al suelo, luego, vi mi muerte acercarse.

Venía Izzy peligrosamente hacia mi, no sin antes cerrar la puerta con pestillo, me levanto del sillón del que me encontraba, que fuerza podía llegar a tener si se lo proponía. Sus manos apretaban mi camisa con fuerza, suerte de que no tenía el torso desnudo, sino me arrancaba la piel de seguro.

— ¡me vas a decir que carajos te pasa!— me ordenó.

Yo sonreí vagamente.

— ¿Por qué no se lo pides a tu perra en celo, ah?— desvíe mi mirada.

—¿Qué?, ¿De que rayos hablas?

— del estúpido de Axl— lo miré.

El suavizó su agarre.

— eres un idiota— me dijo cortante.

— ¿Por qué no admites que te revuelcas con el? Maldito cerdo— escupí con rabia.

— entre Axl y yo, no hay nada, ¿Entiendes?— finalmente me soltó de un empujón.

—¿Ah, no?, ¿Qué me dices de cuando te quería coger a mitad de ensayo?

— eso es una estupidez, Michael, no hay nada entre el  y yo— me dijo frustrado.

—¿Sabes que?,...no quiero escuchar nada de ti, ni saber nada más de ti, no te quiero volver a ver, ¡Nunca más!, ¿Sabes por qué?, ¡Por qué te detesto, pedazo de Escoria, ve detrás de tu estúpida perra, cogetelo y déjame en paz, esto se acabó!— dije con mucho odio no verdadera.

Sabía que no lo dejaría de ver, por temas de la banda, pero que va.

Sus ojos se cristalizaron a más no poder, sus ojos se enrojecieron y sus labios temblaban.

—¿De verdad se acabo?— me miró— ¡Dime qué no es cierto que me detestas!.

Di media vuelta y me recosté en un sillón que estaba por allí.

largate, no te quiero ver más, ahora pediré un micrófono para mí sólo.

Pude ver por el espejo como bajaba la mirada y se limpiaba las lágrimas que caían cual cascada, seguro y hundia el camerino allí mismo, luego lo ví salir cerrando la puerta lentamente. Negué con la cabeza.

Días después, caminaba por los pasillos para llegar al estudio, me encontré con Axl, quien me acorraló a una pared.

—¿Qué haces, imbécil?— lo miré.

— terminaste con Izzy, ¿Por qué lo hiciste?— me miró con fuego en sus ojos.

—¿Y enserio lo preguntas?— pregunté irónico.

— entre el y yo no hay nada, ¡Absolutamente nada!, Eres un idiota...¿Sabes cuántas veces Izzy lloró por ti? ¡Ah! ¡¿Lo sabes?!...¡Dime!— golpeó la pared a un lado de mi cabeza.

—¡No lo sé! Y no me interesa lo que digan, por qué se que es mentira.

— no es ninguna mentira, somos mejores amigos y nada más, maldito insensible, no te acerques ahora a Izzy que lo harás sufrir más...y detesto ver a mi mejor amigo llorar por una basura como tú— su mandíbula temblaba en furia.

Y era cierto, ninguno de los dos estaba saliendo, solo eran mejores amigos, y por mí ego, celos y  orgullo, perdí al amor de mi vida, a veces pienso en que no debí haberme separado de el, así Rose no tendría paso a él y nada de esto hubiera pasado, ¿Qué piensan ustedes?.

One-shots DUZZYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora