-¿Entonces ahí te veo?.
- si, en veinte estoy ahí.
Duff e Izzy hablaban por teléfono, se verían en la casa del rubio por lo que Izzy se estaba preparando para ir. El rubio pensaba que era un buen momento para decirle todo lo que sentía al pelinegro.
Izzy salió y se subió a su auto, era cierto, no haría más de veinte minutos para llegar. Era ya de noche cerca de las 9pm, no era muy tarde aún. Prendió su estereo y en la radio sonaba 'Roxenne' de la banda The Police, golpeteaba el volante con sus dedos mientras seguia el transcurso de la canción. Paró en semaforo rojo y seguía disfrutaba de aquella canción, ya anhelaba ver a Duff con todas sus ganas.
Por mientras Duff pedia pizza rápida, ya tenía cervezas y complementos para pizza. Se miraba en el espejo y se acomodaba el cabello y su ropa, ya deseaba que Izzy llegará y decirle todo sus sentimentos encontrados.
Izzy prendió un cigarro y avanzó a una velocidad promedio, estaba emocionado por ver al rubio; otro semaforo se presentó y este algo hastiado freno lentamente, al ponerse la luz verde, este avanzó y doblo hacía la derecha, llevandose así un auto de encuentro el cual el conductor venía ebrio.
El estrondoroso ruido de las llantas derrapandose en aquella húmeda calle, y esos vidrios rompiendose en miles de pedazos alterarón a los que pasaban por allí. El auto de Stradlin quedó volcado y completamente destruido por aquel arrastre del otro auto.
Vidrios rotos en mil pedazos, los asientos salidos y rasgados, ese rin color plateado al otro lado de la calle y ese liquido espeso color vino tinto corriéndo por doquier, un cuerpo delgado, amoretonado y ahora debil, se posaba caído y atrapado en aquel auto color plateado, con la bolsa de aire desinflandose lentamente.
Las luces rojas rebotaban, eran cómo destellos volar por el cielo oscuro de aquella noche, 19 de Noviembre.
— ¡La camilla!— gritó un enfermero.
Los paramedicos corrían a toda velocidad en busca del cuerpo, bomberos se deshacian de lo que quedó del auto; el cuerpo de Izzy inerte salió, lo sacaron y lo llevaron a urgencias. Un fondo Blanco. Gente vestida de colores claros. Pasos rechinando en el piso. Una locura.
Duff corria a paso apresurado, con la boca seca y con una expresión de horror; el doctor lo puso en espera y el teñido no tuvo de otra que esperar sentado en la sala de espera. Se mordia las uñas nervioso, suspiraba de vez en cuando.
Recordaba todas momentos juntos, cuando se moria por probar sus labios, cuándo causaba aquellos sonrojos en el pelinegro, cuándo cantaban a todo volumén en el auto, cuándo tomaban cervezas o pasaban vergüenzas frente a todos. Simplemente no queria perderlo.
****
Alguien lo sarandeó y Duff abrió los ojos de golpe esperando que todo fuera una pesadilla pero no, no era una pesadilla.
— ¿Eres familiar de Izzy Stradlin?— preguntó el mismo Doctor.
— s...soy su amigo— se levantó de golpe— ¿Cómo está él?, ¿Bien?, Digame que está bien.
El viejo lo miró serio y pálido ante la preocupación de su amigo, suspiró y tocó su hombro para que se tranquilizara, pero este se apartó suavemente, así que el doctor decidió hablar.
— hijo, verás...tu amigo recibió un golpe en la cabeza, la mayor parte de sus costillas quedaron destruidas y el impacto del asiento contra su espalda lastimó sus pulmones...no pudimos hacer nada más, murió instantaneamente— lo miró con lastima.
Duff palideció al instante, su corazón se aceleró y ese nudo en la garganta creció aún más, sus lágrimas cayeron por sus pálidas mejillas y las piernas le temblaron, miró al doctor y luego a una de las habitaciónes— p-pero él, él es lo único que tengo, él...— sus ojos se aguadaron.
El doctor le puso una mano en el hombro— lo siento hijo, no se pudo hacer nada....lo desconectaremos en media hora, ¿Quieres despedirte?.
El rubio lo miró y asintió impactado, no podía creer que su amigo, la persona que más anhelaba en esta tierra se haya desaparecido y solo haya quedado un recuerdo de él. El doctor lo dejó solo el tiempo que restaba para desconectarlo.
Mckagan se acercó lentamente al debil cuerpo de Izzy, se limpió las lagrimas al ver cómo tenía esos moretones en sus delgados brazos, el respirador haciendo sonido y los signos vitales artificiales, tenía sus ojos cerrados y su cuerpo plano.
Se acercó con cautela y tomó asiento en una silla que estaba allí, tomó su mano y recargó su frente ahí, rompiendose completamente en llanto, soltando quejidos de tristeza y su mentón temblando, apretaba levemente la mano de Izzy, esperando una respuesta a cambio.
— Izzy.... Izzy....por favor.... responde, sé que me escuchas...por favor— suplicó, levantó la mirada para mirarlo con las cejas fruncidas hacía arriba sin creerlo aún— Jeffrey, me gustas, carajo....eres tan importante para mí, eres alguien genial, bondadoso y la persona más importante para mí, te amo Jeffrey, Izzy y todas tus personalidades y tus caras y tus expresiones, cuándo te enojas, cuándo me reclamabas o cuándo me dabas consejos, te amo— acarició su cabello y parte de su mejilla— no me dejes por favor....no.
El doctor junto a una enfermera entraron a la habitación, le pidieron a Duff apartarse de él y desconectaron el aparato; ese sonido que para muchos es una tortura total, que representa la despedida de alguien importante para alguien.
Duff rompió en llanto, era su todo, Izzy Stradlin era su mundo.