°19° [2/2]

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Izzy suspiró y salió corriéndo tras Duff, este ya se había encerrado en su habitación, dudó en si tocar  o no, lo pensó un par de segundos y tocó tres veces.

Duff seguia recargado en su puerta, no sabia que pensár ni que hacer respecto al beso que le dió; no quiere decir que Izzy le guste, ¿Cierto?, El no es gay e Izzy tampoco lo es, era imposible. Sintió el retumbo de la puerta tras el, se dió media vuelta y se asomó por el miralejos: Era Izzy.

Tragó saliva antes de hablar:— ¿Quién es?— fingió voz de mujer.

— Soy Izzy...¿Está Duff?.

— no, no está, no ha regresado.

— Duff, se que eres tú, deja de fingir.

Duff bufó y abrió la puerta, el pelinegro lo miró curioso y este se sonrojó.

— hola.

—¿Me dejaras pasar?.

El teñido asintió y se hizo paso costado para que entrara.

— Izzy...lo del beso fué un accidente.

— claro— se sentó en el sofá— que tonto, ¿No?.

— yo, no entiendo.

— por un momento pensé que...

—¿Qué me gustabas?— preguntó temeroso de la repuesta.

Izzy no dijo nada, solo se levantó del sofá dispuesto a salir, por alguna razón esa pregunta le molestó y era que el si sentía algo por Duff, pero le daba miedo del como podría reaccionar, aunque...el hace rato comenzó el beso, ¿No?.

Duff lo tomó levemente de la muñeca evitando que saliera—¿A dónde vas?.

— que te importa.

—¿De verdad?, ¿Por qué estás a la defensiva conmigo?, ¿Hice algo malo?.

— no, no hiciste nada, solo soy yo y mis problemas... ahora déjame ir.

— no hasta que me digas que diablos pasa contigo.

— ya te dije que no pasa nada, no insistas— dejó de intentar soltarse del agarre.

Duff lo miró suplicante— ¿Para quién era esa carta?.

— para nadie— contestó después de un silencio.

—por favor, se que no es una canción por qué nunca me la mencionaste como las otras.

—¿Y crees que debo enseñarte todo lo que escribo?.

— claro que no, eso es absurdo— lo soltó.

Izzy lo miró y suspiró, solo se recargó en la puerta por un tiempo, abrió la puerta pero de nuevo Duff corrió a impedirlo.

—¿Ahora que?, ¿Por qué no me dejas ir?— lo miró.

— por qué no quiero que te vayas.

— no entiendo.

— no es necesario que entiendas.

Duff se acercó a él pero el pelinegro retrocedió un paso, Duff con la otra mano lo tomo de la cintura para acercarlo a el; su cuerpo lo sentía tan frágil, sentía que Izzy se rompía al tacto. Acarició lentamente su mentón con el dedo pular por un rato, sin dejar de mirar aquellos ojos que lo atrapaban y le hacían dudar siempre, luego su pasó su dedo por sus rosados labios. Izzy por su parte lo tomó de las muñecas levemente, veía a Duff algo distraído mirando sus labios, parecía entretenido jugando con sus labios, Izzy soltó un respiro.

— ¿Puedo hacerlo?— lo miró a los ojos e Izzy asintió lentamente.

El rubio lo tomó con más firmesa de la cintura, lo apegó más a el y acercó sus labios, antes de besarlo soltó un suspiro que tenía atrapado desde que empezó a acariciar sus labios, Izzy sintió el suspiró, sabía y olía a vodka con tabaco. Finalmente Duff lo besó, fué un roso de labios al principio pero conforme el tiempo pasaba, el beso se volvía más rápido y más pasional, no llegó a ser desesperado por qué ambos lo querían disfrutar como fuera. Al separarse, Mckagan lo miró.

— quédate conmigo está noche...por favor.

— Duff...

— anda, solo dormiremos...no haremos nada que tu no quieras.

Izzy lo pensó un par de segundos— está bien.

Duff sonrió a la repuesta y lo abrazó tiernamente— gracias.

Cerró la puerta y ambos se acostaron en la cama, cómo Duff había dicho, no hicieron nada que Izzy no quisiera. Ellos solo querían dormir juntos y abrazados, disfrutár de los mimos del otro, las caricias, los besos, las pláticas, anécdotas, desempeños y de más, con eso ellos tenían más que suficiente, estar juntos.

One-shots DUZZYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora