8. EL DOCTOR ES ELY

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Un viento helado y violento penetraba sin compasión su piel desgarrada, se metía en sus venas y le hacía doler hasta los huesos.

Un frío que mata...... Eso era lo que sentía.

Cada parte de su cuerpo inmovilizada, tiesa, tan difícil de mover y sentir. Pero lo que si sentía era como su propia vida abandonada su cuerpo.

Que se llevaría al otro lado, que dejaría aquí... estaba vacío, no habría nadie quien dejara rosas en su tumba ni tampoco había nadie a quien extrañaría, ningún buen recuerdo que evocara su mente antes de morir.

¿Esto era todo?

La verdad el jamás se imaginó que un cobarde acabaría con él. De esta manera tan... tan rastrera.

El jamás imagino que moriría en un callejón, desangrándose, congelándose y... abandonado.

¿de verdad, así terminaría todo?.

Ahora no sentía nada, el dolor en su abdomen lo sentía lejos, muy lejos, como si fuera alguien más, como si ya no estuviera allí. Tenía sueño, pero sabía que si cerraba los ojos no los volvería a abrir.

Pero...

¿Para qué abrirlos?, ya no le quedaba nada... ni nadie. Todos en quienes confiaba lo habían abandonado.

Tal vez debería solo cerrar los ojos y dejarse llevar por la oscuridad.

Era tan fácil.

-Señor, señor – escucho una voz que lo llamaba, no sabría decir si era femenina o masculina, solo sabia que era suave y amable. ¿Quién le estaba llamando?

Quiso abrir los ojos y conocer a la persona que lo estaba llamando. Tal vez ese sería su ultimo recuerdo.

La persona delante suyo ¿era real?

Era una joven, de una belleza insólita.

Pero aún no podía bajar la guarda, en su mundo cosas así no pasan.

– ¿Quién eres?- le costaba hablar, y poco a poco aquella imagen perdía nitidez.

-Soy médico

¿medico?

- ¿le duele algo?¿esta herido? – su voz parecía preocupada.

¿le iba a ayudar?

Lo miro fijamente, tratando de ver la mentira en ella, pero su cuerpo parecía tensarse y ocultarse. Reconoció el nerviosismo en ella.

Aún que las palabras mintieran, el cuerpo nunca lo hacía, y ella era tan trasparente.

Por una vez en su vida, decidió confiar, y o cualquier cosa, le estaba confiando su vida.

La vio sacar una compresa y hacer presión sobre su herida, lucia tan preocupada, y su mano se sentía tibia.

Estaba sintiendo algo.

-No se mueva, llamaré a emergencias, el hospital donde trabajo queda cerca no demoran en lle

No!, no dejaría que lo hiciera. Tomo su mano con toda la fuerza que fue capaz impidiendo que la joven tomara su celular.

-No- Dijo con voz grave y volvió a dirigirle la mirada.

Vio su curiosidad y como sus ojos castaños que brillaban como el oro lo recorrían, para justo centrase en su tatuaje.

La maldita marca de esa familia.

DOCTOR VS MAFIOSODonde viven las historias. Descúbrelo ahora