18. EL MAFIOSO SE VA

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Elliot acciono el lavado pisando levemente el pedal del suelo y procedió a dejar correr el agua sobre sus manos, antebrazos y codos con cuidado, el agua jabonosa corrió por el desagüe por segunda vez dejándole una sensación de limpieza absoluta.

A su lado, Javier lo miraba de vez en cuando por el rabillo del ojo mientras tallaba sus uñas con la ayuda de un cepillo de cerdas pequeño, parecía calmado en la superficie, pero Elliot lo conocía desde hace un tiempo para saber que no era así.

Además, llevaba demasiado tiempo tallándose esas manos.

Cuando ya no pudo soportar más las miradas llenas de recelo, cerró el paso del agua y lo encaro.

- Y bien, ¿Qué pasa? ¿Me quieres decir algo?

Javier lo miro con un destello de preocupación en sus ojos y dejo de cepillarse las manos.

- Elliot tu.... ¿Estás seguro de esto? Si es muy reciente... aún podemos cambiarte.

Sabía que la pérdida del primer paciente era algo muy doloroso y más si era un pequeño al que querías, se requería tiempo y una voluntad fuerte para continuar; había visto muchos médicos que se volvieron indolentes con el paso del tiempo, y eso era lo que más le preocupaba, no quería que Elliot perdiera esa empatía tan especial que tenía, o peor, que ya no quisiera seguir operando.

– No es necesario, ya estoy bien – Elliot sonrió de una forma confortante que pareció tranquilizarlo - perdona si te preocupe de más.

El joven médico comprendía perfectamente lo que pensaba su amigo, era verdad que se había sentido muy triste y perdido, incluso ahora todavía tenía un poco de miedo, pero... miro sus manos nuevamente y la imagen de cierto pelinegro con profundos ojos negros que lo miraban con cariño, apareció de repente en su mente.

"Por favor Elliot, prométeme que siempre miraras hacia adelante, porque estas manos deben seguir cuidando."

Tal vez... solo por eso, no quería rendirse todavía.

- Doctores... – Una enfermera asomo su cabeza por entre la puerta del quirófano y les informo que ya estaban listos para la cirugía.

- Gracias – Le agradeció a la enfermera y dándole un último asentimiento de cabeza a Javier, salió por la puerta hacia el quirófano – nos vemos después.

Javier se quedó un momento en blanco sin responder mientras veía la espalda de su amigo alejándose lleno de confianza y una sonrisa de medio lado se formó, justo hace un momento mientras conversaban, el rostro de Elliot pareció haberse iluminado por completo - Oh... ya veo, parece que ya no tengo que preocuparme más, al parecer ya encontraste alguien que te cuide – termino de lavarse las manos y siguió al joven médico en su primera cirugía después de casi medio mes.


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Dicen que el tiempo lo cura todo, pero para Elliot, el tiempo solo le trajo un pequeño dilema que cada día parecía crecer un poco más y más, y no, no era aquel historial clínico que tenía que actualizar, ni la orden de medicamentos que tenía que revisar y aprobar meticulosamente, era algo más... algo que rondaba su cabeza una y otra vez y lo hacía sentirse incomodo de una forma extraña que no podía explicar ni tampoco comprender, pero ese sentimiento crecía cada vez que veía aquel ramo de tulipanes en su escritorio.

Era ¿vergüenza, agradecimiento, emoción, tristeza, alegría? No lo sabía ... O tal vez era...

- Hijo... Elliot?... Elliot!!

DOCTOR VS MAFIOSODonde viven las historias. Descúbrelo ahora