DOCTOR VS MAFIOSO

19. EL MAFIOSO Y SUS PLANES FALLIDOS

- Hola – saludo muy casualmente Alan, mientras una sonrisa de medio lado salía sin la más mínima vergüenza por ocultarlo.

Los ojos de Elliot se agrandaron como dos pozos redondos de miel, que a los ojos de Alan le parecían tremendamente adorables.

- Q qu que haces aquí?!! – oh! Elliot se veía tan lindo, que los dedos de Alan de repente picaron por poder acercarse y revolver ese esponjoso y suave cabello castaño... pero, apretó su mano en un puño y la llevo detrás de su espalda. Aun no era el momento.

- Yo? – Alan se señaló así mismo en un tono de inocencia totalmente falso - vine de vacaciones – y termino su discurso con una sonrisa de oreja a oreja, que lejos de parecer angelical, al joven médico le provoco un escalofrió que le recorrió toda la espalda.

Pero si pensaba Alan, que iba a tomar su oportunidad de aprendizaje como una ocasión feliz para irse de vago por las playas... hehe estaba muuuy equivocado.

Así que con este nuevo pensamiento maligno en su mente Elliot rápidamente volvió a su compostura.

- Eso.... señor patrocinador, ya lo veremos - de repente su humor había mejorado bastante.

Después de tan interesante primer encuentro, Elliot se dio media vuelta y se alejó con pasos lentos, pero lleno de energía al pensar en su nuevo propósito "siniestro" entre manos, dejando a un Alan con un mal presentimiento, parado en la puerta mirando fijamente como su Doc se encerraba en su habitación.

"Tal vez, y solo tal vez, el plan de entrometerse, secuestrar a Elliot y enamorarlo ... no saldría como esperaba"

¡Pero!!

Alan siempre fue un hombre con determinación y agallas, y una vez que se fija un objetivo no lo soltará, y desde el primer momento en que conocido a Elliot comprendido, que él es y será su más grande propósito en la vida.

Así que con energías renovadas y un brillo inusual en sus ojos, ajusto sus planes, se alisto con todo lo que tenia y se dispuso a cruzar la sala con determinación hasta llegar a la puerta contraria en donde dio dos pequeños golpes, al instante escucho un débil "pase" y no pudo evitar que la comisura de su labio se extendiera en una sonrisa. Abrió la puerta y entro.

Cuando Alan entro en la habitación, Elliot estaba sentado en el suelo cerca del closet, desde allí le dio una rápida mirada <que el mayor no noto>. Se había cambiado de ropa, ahora tenía una camisa de botones de color blanco puro cuyas mangas habían sido remangadas hasta los codos, dejando al descubierto un par de fuertes y pálidos antebrazos. Todo su aspecto emitía un aura relajada pero atrayente.

Por un momento su boca se seco.

Muy a su pesar, Elliot debía admitir que Alan era un poco (demasiado) atractivo.

- ¿Estas ocupado?

- Eh?...si, no.. Ejem ejem, digo no lo estoy, acabe de terminar de desempacar.

- Oh! Ya que es así, entonces ven. – Alan extendió caballerosamente su mano y con sus largos dedos atrapo la mano del joven médico y dando un ligero tirón le ayudo a ponerse de pie. - ¡vamos a cenar!

- ¡Espera un momento! ¡Aun no me he cambiado!

Alan se detuvo y le dio una mirada apreciativa de pies a cabeza, sus ojos parecieron oscurecerse un poco – No es necesario. Me gustas así.

-......

Ante tales palabras desvergonzadas, Elliot se quedó totalmente mudo con las mejillas y orejas enrojecidas. No tuvo otra opción que seguir al pelinegro obedientemente hasta el restaurante del hotel sin ninguna sola queja.