20. EL MAFIOSO ESTA ENFERMO

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- ¡Alan!!!

El joven pelinegro se tambaleo por un segundo hasta que alguien lo tomo por el brazo y le permitió apoyarse contra su hombro, cuando su visión se aclaró un poco y pudo ver a su alrededor, noto que Elliot lo estaba sujetando firmemente.

- ¿Estas bien?

Alan trato de sonreírle y asentir con la cabeza, pero el solo movimiento le causo mareo, así que paro y su sonrisa se desvaneció un poco. – Ughh... me siento un poco mareado y creo que tengo nauseas.

- Que se siente - de alguna parte, una joven que trabajaba de asistente en el stand que habían visitado minutos antes, saco una silla de plástico y la ofreció, Elliot le agradeció el gesto y con cuidado ayudo al pelinegro para que se sentara en ella, luego tomo su muñeca y con un gesto preocupado le tomo el pulso. Su ceño se frunció levemente.

- Alan, voy a buscar un poco de agua. – sus dedos rosaron levemente la cabeza del mayor - Quédate quieto ¿si? – Alan apenas pronuncio un sonido de conformidad y volvió a cerrar los ojos apoyando pesadamente su cabeza en el espaldar.

Elliot lo miro fijamente sintiéndose reacio a dejarlo solo.

Busco con la mirada a la chica de la silla, que aún permanecía cerca junto con otras personas que habían formado un semicírculo alrededor de ellos mirando todo con curiosidad. Cuando la encontró, la chica parecía un poco avergonzada.

– Por favor, ¿puedes quedarte con él un segundo? no me demorare – Al ver la actitud preocupada del chico, la joven solo podía aceptar a su solicitud, Elliot le agradeció de nuevo y con prisa salió corriendo, no habían pasado ni 10 minutos cuando ya había regresado con varias botellas de agua.

Tomo una de las botellas en su mano y luego de quitarle la pequeña tapa de color azul se la tendió al mayor - Ten, bebe despacio – Alan recibió la botella y sintiéndose un poco mejor comenzó a beber en pequeños sorbos.


- Problemas con el oído interno

- ¿Podría ser Laberintitis o la enfermedad de Meniere?

- No, ¡es hipertensión!

- ¡Anemia!

- Para nada, es Hipoglicemia

- Todos ustedes están equivocados, claramente es una enfermedad cardiaca...en sus últimas etapas, sin duda...

Mientras todas esas personas entusiastas seguían opinando y cotilleando libremente a su alrededor, dando diagnósticos salvajes cada uno más problemático que el anterior, un joven médico con las orejas rojas ya estaba perdiendo la paciencia...


- ¡BASTA! – Cuando todos se callaron alrededor, Elliot los miro con el ceño profundamente fruncido y hablo con lentitud – gracias, pero me ocupare yo mismo de mi paciente.

Todos estos entusiastas de los diagnósticos sin pruebas, se sintieron de repente profundamente avergonzados e inconscientemente bajaron sus cabezas como cachorros regañados, se habían dejado llevar... luego uno a uno fueron alejándose y la multitud pronto se dispersó.

Elliot se quitó las gafas y dándose un pequeño masaje en el puente de su pequeña nariz dejo escapar un suspiro "esos inconscientes"... Cuando se dio la vuelta ya con la compostura renovada, noto que Alan lo había estaba mirando desde antes.


- ¿Como sigues?

- Mejor.

Elliot le dio una pequeña sonrisa – regresemos al hotel.

DOCTOR VS MAFIOSODonde viven las historias. Descúbrelo ahora