16. EL MAFIOSO NO ES (Parte 2)

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- Parece que todo esta yendo muy bien señor Connor – Elliot le dedico una dulce sonrisa al hombre en la cama, mientras revisaba los últimos resultados de los exámenes realizados.

Connor era un hombre grande con una barba bastante simpática de semblante amable. Tenía unos 64 años y cada vez que sonreía las arrugas en sus ojos se marcaban más. Había sido remitido el mes pasado por un ataque cardiaco que culmino en una cirugía a corazón abierto.

- Le voy a cambiar los analgésicos por unos más suaves y remitirlo al área de fisioterapia para que comience a fortalecer su sistema respiratorio. Deberá tomar solo los analgésicos cuando sienta dolor. ¿esta bien?

- Si doctor, gracias, así hare. - Connor parecía muy animado después de escuchar tan buenas nuevas, pronto podría salir del hospital y retomar su vida – Esto doctor, ¿Cuándo puedo volver a comer?

- Eso depende, ¿Comer qué? – interrogo Elliot de forma divertida mientras observaba el semblante de anhelo de Connor.

- Uhmmm, doctor usted sabe que la comida del hospital sabe horrible, ¿no?, y yo no estoy acostumbrado a eso, a mí me gusta la comida para humanos no para conejos, algo como una buena hamburguesa de tres carnes, un burrito tamaño XXL, tacos con mucho queso, y por supuesto un refresco de dieta, para mantener la buena salud.

- ..... – Elliot lo miro en silencio por un momento antes de reír con ganas – Señor Connor – saco una manzana que tenía en su bolsillo y se la entregó al paciente quien lo miraba con un símbolo de interrogación – váyase acostumbrando porque también lo voy a remitir con un nutriólogo para una dieta estricta.

- Doctor.... – Connor lo miro con ojos suplicantes, pero el joven médico lo ignoro felizmente antes de despedirse y continuar con su ronda de muy buen humor.

A eso de las 4:30 cuando su turno estaba casi por terminar y su trabajo ya había sido completado decidió visitar el pabellón de los niños, cada vez que tenía algo de tiempo le encantaba escabullirse por ahí y saludar a los pequeños mientras los consentía con algunos dulces, esta vez no fue la excepción, llevaba entre sus manos una bolsa de colombinas de leche.

Cuando llego al pabellón, los niños enseguida se acercaron emocionados y Mary que estaba de turno también se acercó a saludar.

- Mary, por favor, reparte entre los niños los dulces.

- Si doctor. – sonrió Mary mientras recogía la bolsa y le entregaba a cada niño una pieza de dulce.

Una vez que termino la tarea regreso donde el doctor Nell que ya se encontraba sentado en el tapete del salón y jugando con los niños a su alrededor.

- Mary y ¿estos juguetes? – pregunto Elliot mientras señalaba las muñecas y figuras de acción con los cuales jugaban los niños, todos parecían nuevos y costosos, incluso algunos niños todavía conservan el empaque original y los apreciaban como un tesoro.

- ¿No lo sabe el doctor Nell?

- ¿Por qué debería saberlo?

- Fue el señor Ivankov, hace dos días llego como con cinco cajas de juguetes y paso toda la tarde jugando con los niños.

- ¿Alan hizo esto? – pregunto Elliot un poco conmovido por la acción del mayor.

Alan ya estaba financiando la fundación y no necesitaba hacer algo como esto, sin embargo, mientras más lo pensaba más le parecía que el gesto era tan dulce para con los niños, que lo dejo con una sensación cálida y una sonrisa en su rostro que no noto.

- Elliot!! – El pequeño Lukas lo miraba con el ceño fruncido mientras lo jalaba por la bata hasta una de las camas – Ann te necesita, vamos.

DOCTOR VS MAFIOSODonde viven las historias. Descúbrelo ahora