ˢᵒᵐᵉᵒᶰᵉ ᵗᵒ ʸᵒᵘ ⇝ 𝘎𝘶𝘻𝘮𝘢́𝘯 ⇝﹙𝐄́𝐥𝐢𝐭𝐞 ∕

𝑪𝑯𝑨𝑷𝑻𝑬𝑹 𝟐

No sé en qué jodido momento acepté verme con Christian en la tarde, me dijo que había quedado con unos colegas y que entre ellos estaba Samuel, así que dije que sí. Pero bueno, aquí estoy, frente al espejo viendo qué ponerme, no es ninguna cita pero no me gusta ir en chándal a la calle si no es necesario.

Conociendo lo poco que conozco a Christian, sé que vamos a estar algo tranquilos, por lo que me visto con unos vaqueros azules y un jersey de color beige; termino de echarme colonia, me coloco las botas y bajo los escalones de dos en dos en dos hasta llegar a la puerta de entrada.

Salgo acelerada, desde pequeña había tenido mucha energía y nunca podís estar quieta, veo una moto estacionada en la calle, aunque está bastante más alejada de la vivienda. Christian aparta el casco de su rostro para que pueda verle mejor y lo apoya sobre sus piernas en lo que llego hasta él, sin poder apartar la mirada de aquella sonrisa tan blanca y tan bonita.

─ ¡Vaya, vaya! Veo que te gustan estos trastos, ¿eh? ─Le guiño un ojo y dejo un beso en su mejilla, mientras él encoge sus hombros.

─ Me flipan, son mi pasión. Junto a las pivitas, claro, nunca se quedan atrás. Toma, ponte esto y agárrate fuerte pelirroja.

─ ¿Crees que es la primera vez que me monto en una moto, niñatillo? Espero que no aproveches este viajecito para intentar sentirme las tetas eh, que te llevas una colleja.

Vuelve a reír de forma descarada, pues seguramente aquella idea se le había pasado por la cabeza. Me coloco el casco y tras abrocharlo rodeo el pecho del chico con mis brazos desde atrás. Es poco tiempo el que tarda en arrancar la moto y empezar el camino hacia a aquel lugar que no tenía ni la menor idea de cuál es y la verdad es que tampoco me importa porque confío en Christian. Me cae bien y aunque sea un chulo, tiene buen corazón. Agradezco el usar casco, así el viento no puede despeinar mi melena porque cogería una rabieta interesante debido a que he estado un tiempo peinándolo, me pregunto quién será el otro amigo misterioso de Christian; me dijo que llevaba un tiempo sin verle e incluso me preguntó si me daba miedo juntarme con criminales, ¿irónico? Un poco.

Al llegar aparca justo en medio de una placita con dos bancos y algunas farolas, hay un grupito de cuatro chicos con más motos y veo a Samuel sentado sobre el respaldo de uno de los bancos, serio y mirando hacia la nada, me bajo del vehículo y mientras me quito el casco, veo cómo Christian abraza a un chico de pelo rizado y ojos azules como el mar con énfasis, terminando con un pequeño pico hasta que por fin clavó su mirada en mí.

─ ¿Y esta piva quién es? ─Le pregunta a su amigo mientras me señala, como si yo no estuviera ahí, luego de unos segundos le dedica una sonrisa y le da una pequeña colleja amistosa; y yo no entiendo nada─, Eeehhh, es tu churri, ¿a qué sí?

─ Ni de puta coña, que Dios me libre. ─Bromeo entre risas, causando unas carcajadas en aquel chico que no conocía de nada pero Christian se queda serio.

─ Eh, no estaría nada mal salir conmigo, que lo sepas. ─Me advierte alzando su dedo índice, pero no me deja continuar─. Nano, ella es Isabella; Isabella, este lumbreras de aquí es Nano, mi colega y hermano de Samuel. ─Me sorprendo ante aquella información pero dejo dos amistosos besos en las mejillas ajenas; pareciendo ir todo bien hasta que Christian sigue hablando─. Es una de las estudiantes de Las Encinas.

La mirada de Nano se queda seria y me fusila con los ojos, juro que si las miradas mataran yo ya estaría desangrándome en el suelo. Frunzo el ceño algo confusa y él suelta un poco de humo de su cigarro de su boca; viendo la cara de impaciencia de Christian hacia su amigo sé que no va a ser muy simpático.

─ Así que tu eres una de esas marquesitas forradas por el dinero de papi que solo sabe chantajear y burlarse de la gente.

Samuel se levanta al parecer haberle escuchado y se acerca a nosotros, coge el brazo de su hermano mayor para tratar de callarlo pero este lo aparta de malas formas. Aún así yo no me dejo pisotear, doy un paso hacia delante y le observo con los ojos entrecerrados.