𝑪𝑯𝑨𝑷𝑻𝑬𝑹 𝟖

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Lo primero que veo al despertar es a papá sentado a mi lado, pero es el color de las paredes lo que me hace ssber que no estoy en casa, el hecho de estar conectada a una máquina que control mis pulsaciones y un repiradero hace que me ponga un poco...

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Lo primero que veo al despertar es a papá sentado a mi lado, pero es el color de las paredes lo que me hace ssber que no estoy en casa, el hecho de estar conectada a una máquina que control mis pulsaciones y un repiradero hace que me ponga un poco nerviosa y de este detalle se da cuenta mi padre cuando el dichoso cacharro empieza a pitar.

─ Shh... tranquila, cariño. Estás bien, te han operado y ya estás fuera de peligro.

De pronto recuerdo como la noche anterior me dispararon y entiendo por qué estoy aquí, decido levantar un poco mi camisón por la parte de mi cuello y ver a duras penas y solo el borde de la cicatriz justo un poco más arriba de mi pecho; supongo que la bala no traspasó y tuvieron que operar de inmediato.

─ Los médicos dicen que solo necesitas reposo, tuvieron que retirarse un pedazo de pulmón gravemente dañado...

El hecho de que me quitaran un poco de pulmón me preocupara, más bien, es el motivo por el cual estoy aquí; no es que naciera ayer tampoco. Con mi mano aparto el respiradero con cuidado y no sé en realidad por qué lo tengo exactamente, porque puedo respirar bien.

─ Algo me dice que tú sabes qué es lo que pasó ayer y por qué me llevé esa bala... ─murmuro con voz algo ronca, mirando a mi padre con los ojos algo cansados y noto como él se tensa un poco─. Cuéntame.

Retira su mirada y eso solo me hace pensar en que llevo razón y que está relacionado con su trabajo, luego suspira nervioso y agarra mi mano.

─ Tuve un problema con unos tíos, querían que les regalara como unas dos docenas de armas porque me hicieron un favor y bueno, no quise devolvérselo... no sabía que eran gente tan peligrosa, por eso te pedí que fueras a esa gala benéfica pero de saberlo... no hubieras ido.

─ No te preocupes, papá, estoy bien... aunque lo que me da rabia es no poder ir al cumpleaños de Guzmán.

─ Bueno, en cuanto a eso... trasladarán el cumpleaños aquí. ─al oír aquello miro a mi padre con cara de asesina, pues me alegra que pueda celebrarlo con ellos pero no que vengan ciertas personas─. Tranquila, solo vendrán Guzmán y Marina, y te traje el regalo para que puedas dárselo.

─ Gracias, papá.

─ En realidad ha sido idea de Guzmán, cariño. ─se levanta para ir a la puerta, sacándome una sonrisa al escuchar aquello─. Sigo insistiendo en que sería el yerno perfecto... por cierto, tienes visita. Es Ander.

Niego con mi cabeza entre risas por lo que ha dicho sobre mi amigo, aunque el detalle de trasladar su cumpleaños hasta el hospital para que yo pueda estar me ha hecho realmente feliz, y tengo que dejar de reírme al sentir el dolor sobre mis puntos frescos; cuando mi padre se va, veo que deja pasar a Ander y este coge una silla para sentarse a mi lado, poniendo una de sus manos en mi pierna.

─ Siempre acabando en líos, eh Bella. ─bromea sonriendo de forma dulce, Ander siempre ha sido de esos amigos que aunque sientan lástima por ti; no lo muestran para no hacerte sentir peor. Le sonrío también, en señal de respuesta porque no quiero sentir el dolor que he notado hace apenas unos segundos por la risa─. ¿Cómo estás?

ˢᵒᵐᵉᵒᶰᵉ ᵗᵒ ʸᵒᵘ ⇝  𝘎𝘶𝘻𝘮𝘢́𝘯 ⇝﹙𝐄́𝐥𝐢𝐭𝐞 ∕ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora