Tu Eres Mía

24. ¡No ofendas a la pantera rosa!

Capitulo 24.

El ruido de la alarma resonaba en mi cabeza una y otra vez. Me levante de golpe para apagarla. Había pasado un mes exactamente desde que termine con Fabricio.

En todo ese mes él me estuvo rogando día tras día, recuerdo que al día siguiente que ejecutamos la venganza él fue hasta mi departamento a pedirme que regrese con él de rodillas, si de rodillas, pero lo rechaze obviamente no lo iba a perdonar nisiquiera iba a volver con él, después de eso se volvió rutinario eso de pedirme que regresara con él.

Después de lo sucedido en el jacuzzi Kiara se volvió una muy buen amiga, teniamos muchas cosas en común, como leer libros de romance, escuchar musica en ingles para exactos musica de Bruno Mars y muchas cosas más, pero también aprendi mucho al igual que ella de mí.

Me contemple en el espejo, hoy me veía linda, la cafarena negra junto a la falda palorosa con botones al medio contrastaba a la perfección con los botines de cuero negro. Mi rostro lucía limpio y con vida, lo unico que hice fue poner un poco de base, rubor melocotón, highlight champán y un labial marrón con subtonos naranjas, realmente precioso.

Peine mi cabello atandolo en un moño desordenado, ajuste la bandana roja con detalles blancos a mi cabello soltando algunos mechones.

Me sente junto a Lisa para desayunar unos ricos Hot Cakes llenos de miel junto a dos vasos de yogurt de fresas, una combinación exquisita.

_ Amo tu comida -le hice ojitos- es deliciosa.

_ Eso ya lose hermanita -removio mi cabello.

Rodé los ojos divertida.

_ Tú y tu arrogancia -peñisque su cintura.

Las clases empezaban en media hora así que teniamos tiempo para desayunar sin problemas. Hoy teniamos clase de gimnasia a segunda hora, cabe decir que es una de mis clases favoritas después de literatura.

La profesora asignada nos hizo hacer ejercicios de precalentamiento para después enseñarnos un poco del artistico baile contemporáneo, realmemte hermoso diria yo.

La siguiente clase fue Química con la señorita Smith la cual compartía con Matthew. Él después de lo ocurrido en el balcón actuó como normalmente lo hacía, seguía con su actitud de "estoy bueno y lose", así que no tuve que hablar o recordar lo que pasó ese día con él y creó que era lo mejor para los dos.

Observaba atontada la gran cantidad de postres que había en el estante de la cafetería, todos se veían demasiados apetecibles pero yo solo buscaba uno entre todos, mis preciados brownies de chocolate. Los busqué por todas partes y no los encontre, yo a este punto me encontraba cruzada de brazos molesta.

¡Oh no!

_ Debe haber otra cosa de seguro -hablo mi acompañate: Bianca.

La miré con los ojos entrecerrados.

_ ¡No es lo mismo!¡¿Y si se extinguieron?!¡No podre soportarlo! -exclame.

Bianca rodo los ojos con cansancio.

_ No seas dramatica Jess, no se va extinguir solo porque no habia hoy -me dijo.

Hice puchero ofendida.

_ ¡No soy dramatica! -me cruce de brazos volteando mi cara molesta.

_ ¡Vamos! ¡¿Enserio te estas molestando por eso?! -pregunto.

La ignore.

_ ¡Ja! ¡¿Ahora me vas a ignorar?! -volvio a preguntar. No le hice caso- ¿Enserio estamos discutiendo por eso? ¡Oh Jessica que madura!