Tu Eres Mía

42. Feliz Navidad, mi querida novia

Capítulo 42.

Jéssica

Por el momento puedo decir que todo estaba bien y correcto. La hora de la cena casi estaba cerca, solo faltaba una hora para recibir la navidad. Nuestros padres estaban muy animosos charlando y contando chismes, a diferencia de nosotros los más jóvenes que nos encontrábamos en otra sala más apartada, había una tensión muy incómoda entre todos.

Por un lado estaban Bianca e Ivan que ni siquiera se dirigían la mirada, si me preguntan el porque, pues tampoco lo sé. Al otro lado estaban Luke y Lisa molestos los dos y en donde más tensión había era en donde estábamos: Fabricio, Tyler, Gael, María, Matthew y yo.

Sí, un tremendo desastre.

Me dije a mi misma que me tomara un respiro y arreglaría las cosas, porque no quiero que se cumpla el deseo de Bianca de arruinar la navidad. ¡Oh no!

Carraspeé la garganta mientras me preparaba mentalmente para romper esta tensión que nos estaba matando poco a poco, al menos a mí sí.

—¿Podemos por favor tratar de llevar la fiesta en paz, tan solo está noche? —les pregunté con los dientes apretados y forzando una sonrisa.

Todos me observaron como si estuviera loca. Rodé los ojos y resople.

—¿Estas jugando? —me devolvió la pregunta, Gael.

Cerré los ojos con impaciencia.

—¿Me vez con cara de querer jugar huh? —levante el mentón. Gael negó con molestia.
—Entonces por favor, solo esta noche traten de llevarse bien.

Todos se rindieron. Matthew apretó mi mano en señal de apoyo, le agradecí con una sonrisa y me levanté del sillón.

María fue la primera en aceptar mi propuesta de paz. Había que levantar la banderita blanca para que estos brabucones entiendan de una vez por todas que tienen que superar sus problemas, aunque no todas, huh.

—Jess tiene razón, no podemos estar como perros y gatos peleándonos por un puto problema de mierda— dijo María haciendo que todos la volteáramos a ver atónitos. —Si dije la palabra mierda, porque puedo y debo. Ahora, Lisa y Luke, si quieren pueden seguir con su estúpida pelea y no hablarse, o también pueden resignarse y disculparse por lo que se deba.

«Y, Bianca e Ivan, ustedes hace rato que se enamoraron el uno por el otro, ¿Acaso no pueden aceptarlo de una vez y ya ser novios?»

La mirada acusatoria de María les hizo agachar la cabeza aceptando su errores a los mencionados. Por mi parte seguía un poco asombrada. Jamás me imaginé que detrás de la dulce María, se encontrada una atrevida y decidida María.

—Y lo que pasó con ustedes— señaló a los chicos menos a Luke e Ivan. —Deben arreglarlo afuera.

Le agradecí que no mencionara el problema en sí. La situación de ellos, no debía afectar el círculo, porque los más afectados fuimos, Tyler y yo.

No era fácil perdonar lo que él y Dayane habían causado, no era fácil perdonar una infidelidad. Sin embargo yo quería hacerlo, quería perdonar y superar, no podía haber cosas de mi pasado atormentándome.

—Ahora como dije vamos a cenar tranquilamente, reflexionar sobre nuestros actos y celebrar la navidad felices y contentos. No le demos la satisfacción de arruinar la navidad a Bianca, ¿Sí? —pregunto por último con un deje de diversión.

Bianca sonrió descaradamente como si hubiera sido descubierta.

—Oh, casi lo logro.

Nos reímos. Después de todo, la paz puede reinar en un grupo como nosotros.