52. ¿Esto es cerveza?

449 20 26
                                    

Jéssica

—¿Estás segura de esto?

Rodé los ojos por enésima vez en lo que iba de la tarde. Mire a mi hermana que sostenía una torta de chantilly en sus manos, pero no era cualquier torta, claro que no. Esta venía con un truco debajo de la vela con el número veintiuno, sin motivo realmente, la cuestión es que cuando está se quitaba, un pequeño chorro de cerveza te mojaba el rostro.

—Ya te dije que sí —agarré el tubo lleno de confeti y le di uno a Bianca. —Iván ni siquiera sospecha que estamos en su habitación. Por cierto, gracias chicos por no decir nada.

Los amigos del equipo de fútbol americano de mi hermano mayor me sonrieron coquetos, aunque ni siquiera les presté atención. ¿En dónde estábamos? La respuesta era en los dormitorios masculinos, esperando a mi hermano. Se suponía que hoy era su cumpleaños y desde hace una semana que regresó a Princeton, justo después de que Hunter cumpliera el reto de Bianca. Por cierto, casi se muere de hipotermia, pero sobrevivió luego de tomar una taza de chocolate caliente que Fabricio había hecho, la verdad es que ya había olvidado que él es un excelente cocinero y más si se trata de bebidas.

—No te preocupes. Todo sea por nuestro mariscal.

Eso lo dijo un castaño muy atractivo, pero yo tenía un novio mucho más lindo y que parecía un maldito Dios griego.

—¿Sabes dónde está? —Lisa le preguntó a Bianca, que asintió emocionada mirando la pantalla de su celular.

—Dice que me llamara en cinco minutos, porque está subiendo las escaleras. ¡Vamos a hacer esto!

Se escuchó el sonido de las lleves al otro lado de la puerta y me altere.

—¡Apaguen las luces!

Les di el resto de los tubos de confeti a los chicos, me prepare para cuando Iván entrará y...

—¡Sorpresa!

El rostro de perplejidad de mi hermano me hizo sonreír. Todos lanzaron el confeti y era obvio que no se lo esperaba. Bianca se adelantó a besarlo y abrazarlo.

—¡Feliz cumpleaños, amor!

Iván salió de su sorpresa y le devolvió la sonrisa.

—¿Cómo es que están acá?

—Todo fue idea de Jéssica.

—Pues si, obvio —espere a que Bianca dejará de abrazarlo. —Feliz cumpleaños, hermano mayor.

—Gracias, mi dulce hermanita menor.

Lisa me aparto de Iván, para abrazarlo con fuerza, no sin antes darme la torta a mí que ya tenían las velas prendidas.

—No te olvides de mi, esperancito —lo último lo dijo en español, un poco mejorado. —Mira, todavía tienes que soplar las velas.

Iván rodó los ojos.

—Enserio. Alguien tiene que quitarle el control del televisor —me reí al igual que todos. —Bien, es hora de apagar esto.

Sopló y éstas se apagaron. Les indique a uno de los chicos que enciendan las luces para poner en marcha nuestro plan.

—Iván, ¿Puedes sacar las velas?

Él me miró confundido, pero lo hizo. De pronto su rostro fue impactado por la cerveza que salió disparada del pequeño orificio.

—¡Joder! ¿Esto es cerveza? —se atrevió a lamer sus labios y saborear el alcohol. —Si, es eso. Fue Lisa, ¿Cierto?

Mi hermana lo miró con falsa ofensa y se echó a reír. Iván frunció la frente.

Tu Eres MíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora