Tu Eres Mía

27. Alcohol, fiesta y ¿Bianca? - Parte 1

Capítulo 27.

La voz de Bianca se escucha en toda la cafetería, ella subida en una mesa rodeada de la atención de todo el Instituto era lo único que se observaba, al menos lo más interesante.

_ ¡Fiesta en mi casa hoy a las 10 por el cumpleaños de Jess! ¡No se olviden los regalos de Jess! ¡Lleven a sus novios, novias, amantes, amigas con derecho o lo que sea! ¡La única condición es traer regalo! ¡Ya saben sin regalo no se ingresa!

Bufe fastidiada y fulmine a Bianca con los ojos, odiaba tener toda la atención puesta en mí y justo lo que hizo Bianca fue eso. Iba a tener una fiesta donde yo iba a ser el centro de atención, pero claro al menos algo bueno hay de esto y eso son los regalos. ¡Yo amo los regalos!

Se bajo de la mesa con una sonrisa satisfecha después de su pequeño espectáculo, camino hacía donde estábamos María, Gael y yo juntos observándola, bueno yo estaba molesta, pero ¡vamos! nadie me va a recriminar estarlo después de todo esto.

_ ¡Cambia la cara cumpleañera, que hoy tienes que lucir espectacular en tu cumpleaños! -exclamo observando mi rostro molesto- María, tenemos que hacerla brillar hoy, los dieciocho no se cumplen siempre.

Claro que no se cumplen siempre, osea tendría que volver a nacer para volver a cumplirlos y eso es algo ilógico.

María dio saltitos en su sitio con Bianca agarradas de las manos como si fueran niñas pequeñas, ¡Valla están emocionadas, incluso mas que yo!

_ Tranquilas chicas -dijo Gael abrazando por la cintura a su novia y dejando un corto beso en sus labios. ¡Aww se ven tan tiernos!

Bianca y yo nos observamos y suspiramos la dulzura que emanaban estos dos.

_ Definitivamente la mejor pareja -dijimos al mismo tiempo chocando palmas. ¡Esa es mi mejor amiga!

María rió entre los brazos de Gael apoyando su cabeza en su pecho.

_ Sabia que iban a terminar juntos -les dije sonriendo.

Los dos tórtolos se sonrojaron y nosotras reímos.

_ ¡Awww! -suspiramos las dos y volvimos a reír.

Esto es mejor que el azúcar, son tan pero tan tiernos.

Como siempre el timbre sonó interrumpiendo el momento dulce del día para avisar la hora de salida. Subí al carro de Bianca junto a María, esta ultima demoró demasiado en despedirse de su empalagoso novio que no dejaba de besarla, pero al final pudimos separarlos para que al fin pueda ir a casa a descansar al menos una hora.

Baje del carro y le agradecí a Bianca sonriendo, puse el sensor digital de huellas y abrí la puerta encontrando a Lisa y a Ivan en el sofá mirándome sonrientes.

¿Que se traen estos dos?

Lisa se levantó y camino hasta mí agarrándome de los hombros. La mire confundida.

_ Tenemos que ir a un lugar antes de la fiesta -dice y yo sigo confundida.

_ ¿Que lugar? -pregunto.

Ella voltea y intercambia miradas con Ivan y luego él habla.

_ Solo sube al carro -me dice sin quitar la sonrisa de su rostro.

Ruedo los ojos y vuelvo a salir para subir al carro de Lisa azotando la puerta molesta para sentarme en el asiento trasero.

_ ¡Solo quería descansar! -exclamo fastidiada por tanto misterio- y ustedes no me quieren decir a donde vamos -hago un puchero y los señalo con mi dedo- ustedes dos saben que si es una de sus bromas para no dejarme descansar antes de la fiesta yo misma los desnudo y los voto de la casa -les digo citando lo que dijo Lisa esta mañana.