Tu Eres Mía

21. ¿Querías jugar?

Capitulo 21.

Abri los ojos asustada, me di la vuelta encontrandome con unos oceánicos ojos azules brillosos. Exactamente era la persona en la que menos queria pensar ahora, Matthew.

Mi corazón latía tan desenfrenado, estabamos tan cerca, él me sujetaba la cintura.

Maldeci internamente por voltearme. Mi cara ardía, efectivamente me sonrroje.

Respire una y otra vez antes de responderle.

_ Algo así -mi nerviosismo era notable.

Sonrió con arrogancia y alzo una ceja.

_ ¿Porque? ¿Acaso fue por mí?

Trague grueso, se que si le digo que no, esas aires de grandeza no se le quitaran.

_ Si fue por ti -dije con normalidad.

Él al igual que yo se sorprendio ya que obviamente esperaba una respuesta diferente, la sonrisa arrogante desapareció a una completamente asombrado.

Me solto la cintura completamente para dar unos pasos hacia atras, se rasco la nuca sin saber que decir. Me observo y sonreí de lado.

¿Querias jugar? Pues ahora juega Dios Griego.

_ ¿Por tan sorprendido Matt? -pregunte sin quitar mi sonrrisa.

_ Debo admitir que no me esperaba esa respuesta, y ¿porque?

_ Pues es simple, no me podia quitar de la cabeza lo excitante que fue bailarte.

Sus ojos se oscurecieron llenándose por el deseo de cada palabra. Su sonrisa no tardo en aparecer es más hasta alzo una ceja.

_ Así que es por eso -me atrajo hacia él firmemente- Me has dejado mal muy mal pequeña Jess.

Mis mejillas no tardaron en tornarse rojas, su comentario incendió demasiado mi ser.

Tomo mi mano y la puso en su entrepierna, estaba demasiado excitado, su erección era notable.

_ ¿Ves lo causas en mí? me estas volviendo completamente loco Jessica -mi corazón latia muy rapido.

No esto no puede pasar yo tengo novio, debo parar esto.

_ Esto....n-no es...correcto.

Su brazo me sostuvo más fuerte acercandome más a su cuerpo, su respiración se entrecortaba.

_ Justo ahora no se lo que es o no correcto -su rostro cada vez estaba más cerca del mío- Lo unico que se es que desde que me besaste en aquella fiesta no te he podido sacar de mi maldita cabeza y antes me has dejado tan excitado que quize hacerte mía hasta que gastes mi nombre en esa misma habitación.

Mis piernas me empezaban a fallar aquello se me hacía demasiado excitante y sucio a la vez. Lo unico que me mantenia cuerda de no mandar todo a la mierda y derretirme en sus brazos era mi relación con Fabricio.

_ Y-yo....tengo novio -susurre nerviosa.

_ Lose...pero no puedo evitar querer hacerte el amor aqui mismo, quitarte esa maldita y provocativa pijama que me tiene completamente cachondo desde que te la vi puesta.

Mierda. ¿Porque me haces esto dificil Dios Griego?

Ignore todos los morbosos pensamientos de mi mente y con la poca fuerza de voluntad que tenia me solte de él retrocediendo unos pasos.

Sus mirada se clavo en la mía poniendome los pelos de punta.

Maldijo entre dientes desacomodando su rubio cabello y trato de tranquilizarse.