Tu Eres Mía

25. Definitivamente me gustas Jessica Corner

Capítulo 25.

_ Jess...

Un susurro llamaba mi nombre, se escuchaba tan lejano muy lejano...

_ Jessica.

Me levante de golpe, la voz era real, abri los ojos viendo borroso por segundos, me talle la vista con mis manos, al fin pude ver mi habitación, busqué la voz que me llamaba pero no había nada.

_ Jessica.

Me levante de la cama con mis pantunflas de unicornio siguiendo la misteriosa voz que casualmente era de un chico, me asomé a la ventana, abri las cortinas para revisar las afueras. Gire mi vista sin encontrar nada.

_ ¡Jessica aquí!

Baje mi vista encontrando un par de unos profundos ojos azules mirarme con una hermosa sonrisa en sus bonitos labios, sus manos despeinaron su rubio cabello, estaba muy guapo, demasiado diria yo.

_ ¿Matthew? -frunci el ceño- ¿Que haces aquí? -le pregunte susurrando- y a las... -prendi mi celular- a las dos de la madrugada -hize una mueca.

Sonrió ampliamente.

_ Dejame entrar y te lo dire -me observo.

_ Okey -hice una seña- bajo en un minuto -asintio con la cabeza.

Cerre las cortinas, peine mi cabello con mis dedos, me eche un poco de agua a la cara y revisé mi atuendo agarrando una chaqueta de franela, hacia frio afuera. Baje las escaleras con lentitud hasta llegar a las puertas, no quería despertar a las bellas durmientes.

El aire frío de la noche me recibió al abrir la puerta y un sonrriente Matthew estaba ahí con los brazos cruzados, vestía un polo negro con una casaca de cuero negra encima, unos pantalones negros acompañados con unas vans negras, se ve que le encanta el negro y debía admitir que le quedaba espectacular.

_ Se te increíble esa pijama de la pantera rosa -dijo divertido observandome de arriba abajo.

_ ¿Has venido aquí a hablar sobre mi pijama? -le pregunte con una ceja alzada.

Nego con la cabeza sonrriendo.

_ No pequeña -me despeino el cabello- vine aquí para desearte un feliz cumpleaños.

_ ¿De que hablas hoy no es mi cumple....? -me detuve- dime que día es hoy.

Él sonrió burlon.

_ Hoy es viernes 18 de noviembre -abri los ojos como platos.

Hoy era mi cumpleaños y yo ni enterada estaba...

¿Pero como no me di cuenta? Mi hermano no venia a casa con frecuencia, él sabía que hoy era mi cumpleaños, idiota, no me lo dijo.

_ ¡Hijos de sus grandísimas madres! No me lo dijieron -espete molesta- ¿Pero como se me ocurrio olvidarme de que hoy era legal por fin?

Exacto hoy cumplia los preciados dieciocho años que se suponían que yo debería haber sabido, pero no yo no lo sabía. ¡Malditos hijos de sus grandisimas madres todos!

_ Tranquila fiera -se burlo. ¿Oh enserio le parece gracioso esto?- Ahora respira -lo ignore. Me agarró de los hombros- Vamos respira -gire los ojos y le hize caso, y por alguna extraña razón me empeze a tranquilizar- Muy bien ahora mirame -sus oceanicos ojos me recibieron con cierto brillo en ellos. Sostuvo mi rostro en sus manos y acarició con sus dedos mis mejillas- Bien ahora cierra tus ojos.

Bufe con cierto fastidio.

_ ¿Enserio?

_ Solo cierra los ojos -ordeno y los cerre- Buena koalita -acaricia mi cabello con ternura. Abro los ojos y alzo una ceja. Me fulmina y los vuelvo a cerrar- Mala koalita -peñisca mi mejilla, me quejo- Bien puedes abrir los ojos.

Hago lo que me dice y los abro observando como su hermosa sonrisa se amplía mirando mi clavícula.

_ Es perfecto -lo miro confundida y bajo mi vista hacía mi clavícula encontrando un delicado collar de dos minis panditas decorandolos y en el medio una luna brillando con las pequeñisimas piedras que la complementan.

Me tapo la boca sorprendida, mis ojos se humedecen, esto es simplemente precioso, nisiquiera tengo palabras para describir lo hermoso que es.

Me lanzó a los fuertes brazos de Matt y él me recibe acariciando mi cabello.

_ Gra..cias -sorbo mi nariz- esto es hermoso.

Toma mi rostro en sus manos para observarme, sus hermosos iris azulados brillan con los míos, limpia mis lagrimas con cariño y sonríe.

_ ¡Feliz cumpleaños pequeña koalita! -exclama bajo con una sonrisa. Me sonrojo y sonrió con los ojos y nariz rojos de tanto llorar- Te ves tan hermosa con el collar puesto -me dice con tanto amor, su rostro pasa de estar sonrriente a estar serio, mueve su cabeza y asiente-  Definitivamente me gustas Jessica Corner.

Parpadeo una, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete, ocho, nueve, diez...okey debo dejar de contar, parpadeo muchas veces y suelto una carcajada sonora.

¿Que yo le gusto al Dios griego? Ja. Ni la reina de españa se la cree.

Él solo se limita a observarme serio.

_ ¡¿Yo te gusto?! ¡Buena broma! -asiente- Ya dime ¿Donde estan las camaras escondidas?

Giro mi cuerpo buscandolas y no encuentro nada.

_ ¡Vamos Matt deja de bromear! -le digo riendo como loca desquiciada.

_ No es una broma Jessica, me gustas y mucho -afirma con seriedad. Balbuceo y él sonríe- Me gustas desde que te vi en aquella fiesta de inicio de año, estabas con tus mejillas sonrrojadas y con esos preciosos ojitos verdes que tanto me gustan observar, me gustas desde que te acercaste a mí, tomaste mi rostro con tanta seguridad y me besaste, me gustas desde que con solo ese beso te robaste todos mis suspiros y mis horas de dormir, me gustas desde que llegaste a mi vida Jessica Corner.

¡Oh por el amor del perro! Yo le gusto al sexi y ahora romantico Dios griego.

Mis mejillas son de color rojo tomate ahora mismo, puedo confirmar que esto no me lo esperaba, estoy tan sonrrojada y embobada mirándolo. ¿Es que hay alguien que pueda ser tan romantico y hermoso como él?. No lo creo.

_ Te quiero conquistar pequeña koala -me dice sonriendo- se que no te lo esperabas, lo se y es por eso que no te voy a pedir que correspondas a mis sentimientos porque se que aunque tu no lo admitas todavía estas confundida, solo quiero que me dejes demostrarte lo mucho que me gustas.

¡Dios esto es tan hermoso! Nisiquiera con el idiota de Fabricio me emocioné tanto como con Matthew. Se que me gusta, siempre lo e sentido, pero él tiene razón necesito sacarme esa confusión para volver a enamorarme, necesito saber si todavia siento algo por Tyler o si es Matt quien es dueño de mi corazón.

Asiento con la cabeza y sonrió embobada.

_ ¡No te vas a arrepentir Jessica! -exclama con emoción- ahora sí vuelve a tu cueva pequeña koala -deposita un beso en mi frente y se va dejandome totalmente confundida y con una bonita sonrisa en el rostro.

Y como toda una boba vuelvo a mi cueva a retomar mis sueños, claro si es que puedo después de tan hermosa confesión de mi precioso Dios Griego.