Cap 15

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NARRA GAVIN

Llamada saliente a Ross.

—Hola Gav. ¿Todo bien?

—Necesito hablar contigo. —Solloce de repente.

—Oh Gavin, voy para allá. ¡Mamá, papá, nos vemos, tengo algunos asuntos qué arreglar!

—¿En serio Lynch?

—Si, ya voy subiendo al auto tengo que colgar, llego en 5. ¿Estás en tu departamento?

—Acabo de llegar.

—Ok, nos vemos en un rato.

—Gracias bro.

—Voy para allá cariño. —Sonreí es un gay idiota.

—Si cielo. —Ahora hice qué riera, amo esta amistad. Colgamos.

Llamada finalizada.

Y aunque Kiernan me haya contado la verdad me siento devastado, si lo de Corine acabo en una mierda esto acabo en una doble mierda. Fui al bar de mi departamento y comencé a beber whisky.

—¡Tú salvador acaba de hacerse presente! —Gritó Ross abriendo la puerta como si fuera su casa.

—Claro. —Dije sarcástico.

—Como me acabo de nombrar tu salvador ahora debes darme esa jodida botella, tu cuéntame lo que paso, y yo tomando té escucharé atento.

—Ross eres un bastardo.

—Más respeto a tu salvador por favor.

—Estoy furioso, gracias por venir, seguro ya estaría durmiendo con un montón de alcohol en mi sistema.

—Pero cuanta bipolaridad hay aquí, ¿primero me llamas bastardo y luego me agradeces por venir? Definitivamente estas mal.

—Resulta que Kiernan estaba conmigo solo por interés económico, conocernos no fue casualidad ella ya sabia que estaba ahí, al parecer tenia experiencia porque lo logro muy rápido. Dijo que en verdad se enamoró de mi ¿pero cómo confiar? —Solté todo de repente qué hasta perdí el aire por un momento.

—Haber, solo te quería por dinero y termino enamorándose de ti.

—En resumen si, estas en lo cierto.

—Y este es un capitulo más de la trágica vida amorosa de Gavin Leatherwood.

—¿Estás drogado?

—Para nada, solo trato de sacarle una sonrisa a mi tonto mejor amigo por omitir estúpido, que no sabe escuchar, idiota, y demás palabras que te describen en este momento perfectamente.

—¿Veniste a ayudarme o a hacerme sentir más mal?

—Ayudarte, pero Gav yo te había dicho que no volaras tan alto por que la caída iba a ser dolorosa.

—Lo sé, lo tengo muy presente en estos momentos.

—¿Qué más te dijo?

—Que lo pensara, me daría mi espacio.

—¿Qué piensas? —Tomó un trago de la botella.

—¡No lo sé! —Comencé a dar vueltas por todo el lugar.

—Haz lo que más sientas qué te convenga, tómate tus meses, concéntrate en tu carrera, si te llega a buscar y si algo se da qué bueno.

—Esta vez tomaré tu consejo, no se a lo mejor encuentre a otra chica.

—Si, pero hazme un favor no te vayas a volver un patán de mierda.

—Ok, patán de mierda denegado.

—Me tengo que ir. Mi novia me espera.

—Gracias rubio teñido.

—No es nada, para eso somos los amigos. —Me dio un abrazo y luego se fue.


Tomando y perdiendo el control Donde viven las historias. Descúbrelo ahora