—¿Vamos por un helado? —Le dije a la chica rubia que apenas estaba abriendo su puerta.
—¿Estas loco?
—Por ti, si cariño.
—Hey. —Se sonrojo.
—¿Vamos?
—¡Papi! —El pequeño George corrió hacia mi y lo tome entre mis brazos.
—¿Te gustaría que fuésemos por un helado?
—¡Si! —Sonrió.
—¿Mami? —Pregunté viendo a Kiernan.
—Bueno vamos.
Fuimos a un parque, compramos helados y mientras George jugaba un rato, Kiernan y yo nos sentamos en una de las bancas.
—Kiernan...
—¿Si?
—Tal vez sea apresurado pero... ¿Y si volvemos a intentar algo?
—¿Hablas de nosotros como pareja?
—Si, claro.
—Me gustaría, pero George...
—Soy su papá supongo se pondrá feliz.
—No tendré tiempo ni para él, ni para ti.
—Si quieres que el día sea para él, y la noche dejamela a mi. —Sonreí pícaro.
—Es eso entonces.
—Es una broma. —Tomé su mano. —Yo te voy a ayudar con él, me lo puedo llevar al trabajo, cuando tú estés en el tuyo, en las tardes estaremos los dos con él y bueno por las noches...
—Gavin...
—Te encantaba qué hablara de cosas sucias ¿Lo recuerdas?
—Jamás lo olvidaría. —Me dedico una sonrisa tímida.
—¿Entonces?
—Hagamos esto. —La tomé de la mejilla con suavidad, cada vez se iba acortando la distancia, hasta que nos hundimos en un tierno pero cálido beso.
—¡Mami! ¡Papi! —Dijo el pequeño George acercándose a nosotros, a esto se refería qué no podría tener tiempo ni para uno ni para otro, no importa puedo acostumbrarme a esto, son las personas que más amo en mi vida.
—¿Qué pasa cariño? —Respondió la chica rubia.
—¿Papi se vendrá a vivir con nosotros?
—O tal vez ustedes se podrán venir a vivir conmigo. —Le robé la palabra a Kiernan.
—¡Si! —Festejo el pequeño.
La tarde pardeo y era hora de volver a casa. George se había quedado dormido en brazos de su madre en el camino así que solo al llegar lo llevamos a su habitación.
ATENCIÓN +18
—Ahora si. —Me apodere de la cintura de Kiernan y la acorrale contra la pared del pasillo.
—Me encantaría pero no.
—Vamos relájate, te ves estresada. —Comencé a besar su cuello.
—Bien. Pero tienes preservativos.
—Si. —Y ese fue el detonante, se lanzó contra mi cuerpo y comenzamos a besarnos con desesperación, a medida que avanzabamos hacia su habitación más prendas de ropa caían al suelo. Cuando llegamos solo teníamos la interior.
Ella tomo la iniciativa como siempre y me lanzó hacia la cama, se puso a ahorcadas sobre mi y comenzó a deshacerse lentamente de las únicas dos prendas qué le quedaban. Cosa que me prendía y desesperaba demasiado.
—¡Oh mierda! —Jadee.
—El preservativo. Yo lo haré por ti. —Le di el pequeño envoltorio metálico, se deshizo de mis bóxer y los aventó por cualquier lugar de la habitación. Se levantó de repente y puso seguro a la puerta. Regreso hacia mi y puso cuidadosa y lentamente el preservativo en mi.
Cuando termino de colocarlo la gire sobre la cama y sin previo aviso entre en ella, a lo que ella más que parecer un gemido fue un grito muy fuerte y placentero para mis oídos.
—¿Te lastime? —Pregunté porque si me asuste.
—Sigue, fue doloroso pero se sintió bien. —Respondió entre jadeos.
Al principio los movimientos fueron lentos y suaves pero luego la cosa fue subiendo de nivel, y se convirtieron en rápidos y fuertes. La habitación se volvió demasiado calurosa, lo único que se escuchaba eran pequeños gemidos por parte de los dos.
—¡Oh Gavin! ¡No pares! ¡Te extrañe tanto! —La rubia gritaba.
—¡Oh nena! ¡Yo más! —Respondia. Luego de algunos minutos caímos rendidos, muy satisfechos por lo que había pasado.
Se recostó sobre mi regazo y yo jugueteaba con su cabello.
—Y tú Gavin nunca pierdes el toque... —Dijo con la respiración entre cortada.
—Y tú la iniciativa. —Reímos.
—Me encantó ¿repetimos? —Recorrió con la llema de sus dedos mi abdomen hasta que su mano se perdió entre las sábanas. Me provoco escalofríos por las partes qué tocaba.
—¡Oh! Me encantaria pero me dejaste exhausto.
—Tienes razón, tenemos muchas noches que compartir. —Sonrió pícara.
—Hasta mañana, te amo.
—Te amo más. —Nos quedamos dormidos.
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Tomando y perdiendo el control
Teen FictionUna chica en busca de dinero dispuesta a darlo todo por conseguir lo que quiere, un chico famoso, rico y apuesto... ¿Qué pasará si se encuentran? ¿Ella seguirá con su juego o se rendirá al encanto del chico? ¿Él ya no la amará al saber lo que realm...