Magcon - (Matthew Espinosa)

Capítulo 3.

Abrí los ojos lentamente ya que por el miedo al golpe los había cerrado. Giré mi cabeza para ver a la persona que me sostenía entre sus brazos encontrándome con unos ojos azules, los cuales se me empezaban a hacer conocidos. Con un notorio sonrojo en mis mejillas, me levanté como pude de sus brazos y le susurré un casi inaudible "gracias". Mi corazón iba a una gran velocidad y no se si era por la caída o por el ojiazul.

Ricky: ¿No te han dicho nunca que no se debe correr por las escaleras? -dice con un toque de diversión en sus palabras. Yo le fulmino con la mirada y me giro para ir hacia la cocina, donde está mi madre-.

Justo al girarme veo a Matt sentado mirando toda la escena que acaba de pasar. Le ofrecí una sonrisa y el respondió corriendo hacia mí y yo le cogí en brazos. Entré en la cocina y mi madre estaba bebiendo un café.

Cher: Hola mamá -digo escondiendo a Matt en mi espalda-.

TM: Hola cielo. ¿Cómo ha ido todo?

Cher: Genial -respondo feliz-. ¡Mira! -sacando a Matt de detrás mío-.

TM: Vaya, es precioso -dice cogiéndolo-.

Cher: ¿Verdad que si? En seguida que lo he visto me ha enamorado -digo sonriendo-.

TM: ¿Y cómo se llama esta cosita? -rascándole la barriguita-.

Cher: Matt -digo inocente-.

TM: ¿Como uno de tus novios? -dice divertida-.

Cher: Si, como uno de mis novios -las dos reímos-.

TM: Bueno cielo, ve a buscar a tu padre en su despacho y venid a cenar, que ya está lista -dice mirando a Mary, la cual no me había fijado que estaba en la cocina-.

Asiento y voy en busca de mi padre. Tras avisarle, los dos vamos hacia la cocina, donde la mesa ya está puesta. Empezamos a cenar y, como siempre, escuchaba la conversación de mis padres. Río ante el recuerdo de mi madre al decir que había llamado al perrito como a "uno de mis novios". De verdad necesito conocerlos. Les debo mi vida entera. Allí, en España, no había tenido oportunidad de ir al Magcon Tour ya que ahí no hacen, pero ahora que estoy aquí, puedo conseguirlo. Con el dinero que habia conseguido para el local tengo de sobra para ir a conocerlos.

TP: ¿Qué dices Cher? -dice sacándome de mis pensamientos-.

Cher: ¿Eh? -confundida-.

TP: ¿Has escuchado algo de lo que he dicho?

Cher: No...-digo bajando la cabeza-.

TM: Déjala amor, seguro que estaba pensando en su novio -ríe y yo me sonrojo levemente-.

Cher: ¡No es cierto! -riendo-.

TP: ¿Qué novio? -frunce el ceño-.

Cher: Ninguno, papá. No hagas caso -fulmino con la mirada a mi madre y ella me saca la lengua, haciendo que las dos riamos-.

TP: En fin, lo que decía era que a ver si piensas seguir usando tu piano, porque en tu habitación no cabe...

Cher: Claro que pienso seguir usándolo -frunzo el ceño-. Sabes lo importante que es para mí.

TP: Si, lo sé cielo. Pero sólo digo que en tu habitación, con todos esos trastos que usas para grabar, no hay sitio.

TM: ¿Y por qué no lo pones en la habitación que está al lado de la tuya?

Cher: ¡Claro! Así, como tendría más sitio, podría acabar de comprarme las cosas que me faltan para grabar -sonriendo. Mi padre mira un punto fijo fijamente con el ceño fruncido. Yo muerdo mi labio inferior con nerviosismo esperando que esté de acuerdo con la idea-.