Magcon - (Matthew Espinosa)

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- Bien cielo, esta es la última caja con cosas tuyas -dice mi padre viendo como uno de los hombres que trabajan en la casa deja la caja en el suelo de mi nueva y gran habitación junto a las otras-.

- Gracias -le sonrío-.

Cojo una caja y la pongo encima de la cama dispuesta a colocar su contenido.

- Oh hija, deja eso. Ahora llamo a servicio para que lo coloquen.

- No, papá. No hace falta, quiero hacerlo yo sola -le regalo una sonrisa sincera-.

- ¿Estás segura? Puedo llamarles, para eso les pago -evito poner los ojos en blanco y asiento-.

- Estoy segura papá, ahora si no te importa -abro la puerta de mi habitación para que me deje colocar mis cosas-.

- Está bien. Si necesitas algo, no dudes en decírmelo. Estaré en mi despacho -besa mi frente y sale de mi habitación-.

En esta caja está todo lo relacionado con electrónica. Saco los altavoces lo primero de todo y los enchufo a mi móvil. Pongo reproducción aleatoria y, para mi suerte, empieza a sonar Love Me Like You Do de Justin Bieber.

Moviendo mis caderas al ritmo de la música y cantando la letra, voy de nuevo a colocar lo de las cajas. Saco mi portátil, cargadores y demás y lo meto en un cajón de los cuatro que hay en mi escritorio. Saco todos mis discos: alguno de Demi Lovato, otros de Miley , One Direction y todos y cada uno de los discos de Justin entre otros. Oh, ¿no he dicho que soy Belieber? Pues ahora lo sabéis.

Soy Belieber desde 2009. Adoro a ese pequeño canadiense más que a mi propia vida. Aún que quien realmente está en mi mente, corazón y alma son esas pequeñas pero grandes personas de una familia llamada Magcon. Les debo mi vida entera a cada uno de ellos por hacerme sonreír cuando más lo necesito. Sin ellos no sería nada. Todos me encantan, pero debo admitir que tengo una pequeña debilidad por Matt, Nash, Hayes y Shawn, aúnque más por Matt.

Cojo mi xbox 360 y la enchufo en la televisión junto con todos mis juegos, los cuales pongo en la misma estantería que los discos. Hora y media más tarde, por fin acabo de colocar el contenido de todas las cajas y decido darme una ducha. Voy a mi gran armario/vestidor y cojo un pijama para, seguidamente, ducharme.

Al salir voy hacia el escritorio donde está mi móvil y lo reviso. Algunos mensajes, notificaciones de Twitter, Vine, Instagram, Snapchat, ... lo normal. Veo que ya son las 21:37. Deben estar esperándome para cenar.

Bajo las escaleras de la casa mientras admiro como poco a poco se va decorando y saludo con una sonrisa a la gente de servicio. Llego a la cocina y veo a mi madre sentada en una de las sillas de la encimera leyendo una revista mientras una de las mujeres de servicio hace la cena.

- Hola, mamá. ¿Ya esta la cena? -sentándome a su lado-.

- Hola, cielo. Quedan unos minutos -sonríe-.

- Iré poniendo la mesa -levantándome de la silla-.

- No te preocupes, Mary lo hará -señala a la mujer de mediana edad que estaba cocinando-.

Sonrío pero igualmente me levanto y pongo la mesa.

[...]

Escucho la conversación de mi padre sobre un nuevo posible cliente en su empresa. Decido que ahora es el momento para preguntarles eso que hace tanto tiempo quiero. No creo que me diga que no, pero a saber.

- Mamá, papá, ¿puedo preguntaros algo? -los dos se callan y me miran sonrientes-.

- Claro que sí hija, lo que quieras.