Capítulo 13.

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El día ha transcurrido tan de prisa que, en un abrir y cerrar de ojos me encuentro disfrutando el atardecer en un puente de piedra en forma de arco, el agua cristalina se mantiene en movimientos tranquilos y los árboles crean un baile maravilloso. He salido del palacio a escondidas de mis escoltas y vaya que no me han encontrado.

Varios niños corren hacia un campo lleno de flores, uno de ellos opta por permanecer en la orilla del agua para recolectar piedras que han llamado su atención. Tan solo ver a los infantes me trae vagos recuerdos de los niños de Lumania, cada fin de semana pasaban por Andrew para llevárselo a jugar con ellos en el campo y llegaban caída la tarde, él era feliz viviendo en su patético mundo como todos los niños acostumbran a imaginarse la vida.

—¿Qué tal? —escucho una voz detrás de mí, giro para poder descubrir de quién se trata. Cuando lo veo me doy cuenta de que es el mismo joven el cual hace semanas había estado en el palacio—¿Qué hace aquí y sin compañía? —indaga mientras sonríe.

—Quise salir del palacio un rato, después de todo no creo que se den cuenta de que no estoy.

—Puedo entenderla —responde posando su mirada justo en el canal de agua—. Por cierto, no tuve la oportunidad de presentarme como es debido. Soy Alexis, príncipe heredero al trono de Leinov, tal vez no había escuchado hablar de mí —añade él, extendiendo su mano.

—Es un gusto conocerlo, no es necesario que le diga mi nombre.

—Sí, sé que se llama Elizabeth.

—Puede llamarme solo Eli, no me trate de usted, no soy la reina ni alguien importante.

—Está bien, pero solo si me llamas Alexis, aun no soy rey —responde él, sin dejar de sonreír—. Tengo curiosidad —añade mientras apoya sus brazos sobre el respaldo del barandal.

—¿Puedo saber qué es?

—¿Por qué no te había visto antes en el reino? es decir... sé que hace poco acabas de llegar, ¿en dónde estabas todo este tiempo?

—En dónde nunca debí estar —respondo y él me mira con confusión—. Es algo que no tiene relevancia.

—Comprendo —contesta sin dejar de mirar hacia el frente—. He oído sobre la alianza que tienen con Aramintonk.

Me desánimo al escuchar esas palabras—Creo que es una tontería, nadie quiere casarse con un desconocido ¿o sí?

Alexis sonríe—Tienes razón, además no creo que Edward quiera tomar a otra mujer por esposa y mucho menos como reina —confiesa.

—¿Lo conoces? —indago y antes de que él responda, una voz interrumpe.

—¡Mi lady! —exclama Odette quien, imagino viene de hacer compras puesto que trae una canasta consigo. Ella llega hasta mí—. Creo que es mejor que vuelva al palacio, no es correcto que esté aquí y sin escoltas —responde sin dejar de mirar a Alexis como si le cayera mal—. Su madre se enfadará si no la encuentra —insiste.

Asiento dándole la razón—Nos veremos otro día, Alexis —me despido.

—Espero que pronto conozcas Leinov, sería un honor tenerte en mi reino como mi invitada —añade y luego deposita un beso sobre el dorso de mi mano.

—En algún momento, tal vez —respondo y me alejo, seguida por la mujer.

—No vuelva a acercarse a ese chico —ella rompe el silencio después de estar lejos del lugar.

La miro confundida—¿Por qué? no me parece que sea una mala persona.

—Usted no sabe quién es, no lo conoce y no le puede parecer una buena persona, él es igual a su padre.

Verdades liberadas [Fragmentados #1] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora