Verdades liberadas [Fragmentados #1]

Capítulo final.

Edward.

Después de terminar la junta me dirijo hacia mi oficina en donde tendré que recibir a Defne quien, ya lleva esperando mucho tiempo.

—Defne— digo en cuanto he pisado la oficina.

Ella se pone de pie y sonríe—Edward, creí que no me recibirías— responde ella estrechando mi mano.

—Me alegra que estés aquí—respondo haciendo una seña para que vuelva a tomar asiento.

—Mi abuela me envió porque quiere que vuelvas a aliarte con Lumania— susurra apenada y bajando la mirada.

Realmente me extraña su propuesta y no creo que pueda aceptar de nuevo la alianza, he de imaginarme que la reina Fernanda querrá algo a cambio y no estoy dispuesto a ceder ante ella.

—Ahora que todos saben la noticia sobre...

La interrumpo—No entiendo a qué viene eso, Defne— revelo llevando mis dedos a mi barbilla.

—Créeme que si aceptas, Aramintonk no estará en peligro— asegura colocando sus manos sobre el escritorio.

—No lo sé, tal vez lo pensaré y luego voy a informarte sobre mi respuesta.

Ella asiente y deja el tema por la paz y cuando he creído que no hay otro tema de conversación, Defne decide hablar.

—Vi a Elizabeth y tú besarse antes de que la guerra asechara— revela bajando la mirada y entrelazando sus manos sobre su regazo— ¿A caso sigue existiendo algo entre ustedes dos?

Arqueo una ceja y muy dentro de mí algo está tratando de buscar las respuestas correctas.

—Veo que tu silencio debo tomarlo como una respuesta afirmativa— agrega ella al ver mi silencio.

—No sé qué es lo que deba decirte— susurro—. Entre Elizabeth y yo no hay nada, no quiero...

—¿Enamorarte más de lo que ya estás?— me interrumpe.

—¿De qué hablas?

Defne sonríe y levanta su mirada—No sigas engañándote, los dos sabemos muy bien que tú estás enamorado de la chica, no hace falta que lo niegues, Edward— responde—. La pregunta es ¿por qué decidiste aceptar el compromiso con ella y en cambio conmigo hiciste hasta lo imposible por no ceder ante las peticiones de tu madre? Tal vez en algún momento también te hubieses enamorado de mí.

Su pregunta me hace estremecer porque en realidad yo tampoco sé por qué no hice por nada para tratar de desaparecer el compromiso desde antes. Traté de alejarme de Elizabeth pero no fue suficiente mi esfuerzo, hay algo en esa chica que me atrae y me arrastra hasta ella y no sé qué es, suena ilógico pero así lo siento. Por más que luché contra todo no pude evitarlo y ahora estoy en un gran dilema al tratar de descubrir y aceptar lo que muy dentro de mí ha empezado a sentir pero, supongo que mi orgullo no me permite ir más allá de lo que siento.

—No lo sé, Defne— susurro.

—Tal vez no estamos destinados— masculla—. El destino es cruel y quieras o no hay que aceptarlo, cuando algo no está destinado entonces no se da aunque uno lo anhele demasiado.

Siento que sus palabras duelen, Defne es una chica buena y sobre todo muy fuerte y hubiera deseado conocerla en otras circunstancias y tal vez ella sería parte de mi vida y del reino pero, simplemente los planes a veces no se dan.

—Yo debo irme, mi abuela ha de estar esperándome—informa poniéndose de pie.

—Defne— la llamo y ella gira para verme—, lo siento— susurro y ella solo me brinda una sonrisa sincera.