• S I N N E R • Kookmin // FanFic [+18].

Capitulo XX

Jimin:

¿Vas a dejar que ella se lo quedé?

-No. No quiero.

¿Entonces porque no estás haciendo nada?

-Jimin...

-N-no puedo...

Claro que puedes, pero no quieres. Sólo haz lo que te digo.

-No lo sé...

-Jimin.

Entonces pierdelo. Ella es linda, talentosa y rica. ¿Qué beneficio tendría que se quede con nosotros? Nos abandonará.

-Jungkookie jamás haría eso.

Solo espera y verás. Nunca me equivoco.

-Deja de mentir.

Dame el control. Estuviste por mucho tiempo ya, y me ahogaste con las estúpidas pastillas. Es mi turno, y lo sabes.

-Déjame a mí, yo lo tengo todo bajo control.

Eso espero, ¿qué harás cuando estés sólo y él te dejé otra vez?. Volverás conmigo. Siempre. No puedes huir.

-¡Jimin! ¿Hijo me estás escuchando?- Llamó mi atención papá.

-¿Qué? Umm lo siento, no estaba prestando atención.

-Esto te ha dejado delirando, ¿verdad?- Dijo el con una sonrisa.- Siempre supe que serias un gran modelo, sólo necesitábamos el momento perfecto y por fin ha llegado. ¿Usted qué creé señor Lee?¿Jiminie podría tener una oportunidad, no?

-Oh por supuesto que sí.- Respondió animado aquel hombre, dejando su vaso de vino a un lado de la mesa. Estábamos reunidos en un lujoso restaurante las dos familias juntas. Después del desfile, mamá y el señor Lee, insistieron en cenar juntos. Era una gran oportunidad para conocerse mejor.- Sunmi podría ayudarte si quieres niño, ella tiene años de experiencia podría ser una buena instructora, ¿verdad hija?

-Si padre...- Contestó ella, sin emociones.

-Eso es genial. Y más ahora que seremos una familia.- Dijo mi Padre feliz, a él le estaba yendo tan bien.

-Claro que si Park. Sabía que podíamos crear un excelente negocio junto. ¿Qué dices Seulgi?- Cuestiono el hombre mayor a mi madre.

-Jamás podría estar más de acuerdo.- Dijo ella con una sonrisa. Hasta que Jungkook se levantó de golpe en la mesa, haciendo un fuerte ruido que espantó a todos.

-¡¿Hijo?!

-Discúlpenme un momento, voy afuera.- Se excuso molesto.

-J-jungkook...- Susurré bajito queriendo levantarme. Pero alguien más ya lo había hecho.

-¡Voy contigo!

-Eso es hija acompaña a tu novio. Los estaremos esperando aquí, no tarden.- Celebro aquél hombre desconocido, mientras bebía de su copa de vino.