"Diamante Inestable" Bakugo, Katsuki

n u e v e

Llegué algo atrasada a clases debido a que me tomé más tiempo con Recovery Girl del que debía. Tenía que cuidarme. Tenía que tratar de calmarme. ¿Cómo era posible? Es decir... ¿Mi cuerpo estaba desarrollando parentescos con la anatomía humana? ¿A esta edad? Parece una locura.
Al regresar seguimos con entrenamiento práctico en un gimnasio techado. Nos hicieron entrenamientos de combate como los del festival. Estaba en contra Kirishima en mi primera instancia. Primera y última, porque por un reflejo tardío y estúpido de mi parte, me dejé noquear por él dándome un golpe en la nuca.
Al despertar estaba recostada en una camilla de la enfermería y para rematar, en la de al lado estaba Izuku, quién me vio feliz, pero a la vez nervioso de que haya despertado, pero mi reacción no fue buena al verlo.

— Ustedes me van a dar más trabajo que cualquier otro alumno de la UA, santos dones...
—¿No fue leve? —pregunté confundida.
—Lo fue, no te lastimaste, pero no iban a dejarte inconsciente en una silla en medio del gimnasio —explicó con brevedad—, ahora si estas despierta ya puedes retirarte

Pasaron unos minutos y nos fuimos a cambiar antes de irnos. Lo bueno era que la lluvia había cesado, dando lugar a ese exquisito aroma a humedad fresca. Fue una vuelta a casa silenciosa en su mayoría, había algo en la mirada de Izuku que no lograba descifrar. Supuse se trataba de la elección de agencias.

—Izuku... ¿Puedo preguntarte algo?
—Ah, sí claro, dime —dijo sonriente.
—Va a ser un poco extraña la preguntar, pero quería saber: ¿Sabrás algo de Katsuki? —le dije algo insegura de mi propia pregunta.
—¿Saber de él? ¿En qué sentido? —dijo lanzándome una mirada de total confusión.
—Olvídalo... —dije retractándome, pero eso le hizo suspirar pesadamente.
—_____, ¿qué ha pasado entre ustedes? Por lo que he visto a distancia, hay momentos tensos como momentos donde parecen ser los mismos amigos de nuestra escuela anterior y luego indiferencias... —Me miró directamente antes de concluir—. No podría contestar tu pregunta sin saberlo...
— Creo que... Le tengo miedo...

Izuku paró en seco.

—¿Le tienes miedo...? —Se preguntó a si mismo—. _____... La única vez que pasaste por eso fue en nuestra infancia, después nunca volviste a temerle o flaquear ante él, ¿qué ha pasado para que pienses eso?
—Creo que podría lastimarme...

Pasamos la tarde en la plaza cerca de nuestras casas para ponernos al tanto. Traté de omitir el detalle de que Katsuki era el motivo por el cuál quedé con un tajo permanente bajo mi ojo izquierdo.

—Él está cambiando y yo no sé si quiera en qué parte de su vida puedo calzar...
—¿No crees que estás permitiendo que domine tu vida? —dijo algo frustrado, a lo que le observé con confusión—. Debes ser tú misma, no quien los demás esperan que seas. Es obvio él ve a todo el que le rodea como competencia y no hace diferencia contigo, aún siendo su amiga, es un desafío interno de su parte, creo que tú sabes eso sobre él mejor que nadie...

Tras esa tarde de charla estaba agotada. Tenía mi mente revuelta. Una vez en casa, saqué la lista de ofertas de mi bolsillo pensando nuevamente en qué hacer. La verdad ni si quiera me di el tiempo de leer todas hasta que decidí elegir por descarte. Pensé iba a concluir algo por ello, pero no fue hasta que me topé con el nombre de unos de los héroes que más admiro en la lista. Por un momento pensé que estaba soñando pero no, estaba ahí, lo decidí. ¡Voy a trabajar en la agencia de Kosmikryu!
La mañana siguiente llegué más temprano con solo la intención de rellenar el formulario, tenía mucha esperanza de que su interés por mí no se haya perdido, era mi momento de cumplir un sueño.

—Llegas temprano —me dijo al verme.
—¡Ochaco-Chan! —me abalancé a abrazarla lo que aparentemente la dejó algo aturdida.
—¿Qué pasó? —cuestionó alterada.
—¡Elegí agencia!