"Diamante Inestable" Bakugo, Katsuki

i n t r o d u c c i ó n

Siempre admiré la fortaleza de los demás, sobre todo la tuya. Tal vez por eso quise seguir el camino de un héroe aún cuando tenía muchas cosas en mi contra. Nunca imaginé la cantidad de desafíos que tendría que superar para poder estar a tu lado, pero cada fragmento lo valdría.
Katsuki, ¿cómo fui tan ciega para no darme cuenta de lo humana que me sentía a tu lado?

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Lo agradable de esta parte de la escuela, es la brisa. Katsuki y yo nos encontrábamos sentados en la pequeña gradería de cemento que nos separaba unos pocos centímetros del suelo. Aquí es donde he tenido las conversaciones más profundas con él. Esta ocasión no era la excepción.

—¿La UA? —pregunté entre emocionada e indiferente a la vez.
—¡Sólo mírame, voy a destrozar a todo aquel bastardo que se cruce en mi camino! —me dijo determinado, además de desprender su orgullo por los aires.

La verdad no estaba tan impresionada. Odiaba admitirlo, pero la idea de que Katsuki se fuera a estudiar a otro lado me deprimía un poco. Momentos como este me hacen recordar el cómo llegamos a este nivel de amistad, siendo que él es una persona con tendencias de ira y violencia.

Nuestras madres son amigas, incluyendo a Inko, la madre de Izuku. Nos conocemos casi de nacimiento se puede decir. Es más, hasta hoy en día vivimos cerca, por el mismo barrio. Eso sí, yo ahora solo vivo con mi hermano mayor que estudia en la universidad, ya que mi madre trabaja muy lejos de nosotros. Se esfuerza mucho para mantenernos...

Ahora, volviendo a la realidad: Si me detenía a pensarlo, siento que si él logra entrar a esa escuela, voy a extrañarlo. Y es como una extraña sensación entre nostalgia y envidia.

—En ese caso, tienes mi apoyo —dije con una sonrisa. No era falsa puesto que si él es feliz, yo lo soy, no quiero ser egoísta...
—Sabía que podía contar contigo —dijo sonriendo con orgullo y algo aliviado.

Así es, Bakugo Katsuki puede sonreír... Y adoro ser de las pocas personas que pueden ver eso. La mayoría habla mal de él, me refiero a los que se sienten intimidados por su personalidad. Así como hay gente que le teme, hay gente que lo admira por su fortaleza. Su don es el más prestigioso en nuestra clase a diferencia de Izuku, que no ha desarrollado ninguno. Yo tengo un don pero casi nunca lo doy a conocer ante otras personas...

Debido a aueo pensamiento, recordé ciertas cosas: He defendido a Izuku desde que empezó a surgir el mal hablar de él en base a su carencia de don. A pesar de ponerme en riesgo, yo lo defendí con todo lo que tenía y eso le daba más razones a Katsuki de molestarlo. Incluso a mí me ataco una que otra vez, y no fue hasta que me puse en riesgo, que se detuvo. Yo fui la única que se atrevió a enfrentarlo aún cuando eso quebraba mi cuerpo. Desde entonces, él me respeta porque ve lo que soy capaz de hacer estando en desventaja, ve que no le tengo miedo. Es extraño el cómo de ahí empezó a surgir una amistad, entre apoyo y respeto, que luego llevo con el paso de los años a la confianza.

—¿Y tú? Nunca me has dicho qué quieres hacer en el futuro, escúpelo —me dijo a la vez que me daba una palmada en la espalda que me hizo toser, lo miré fulminante pero sabía no iba a disculparse—. ¿Vas a seguir los pasos de Suzaku? ¿Vas a seguir la música?
—No estoy segura...  —dije a modo reflexivo. 

Suzaku es mi hermano mayor. Desde pequeño le tomó amor a la ciencia y fue un éxito debido al apoyo de su don "Fast Brain".  Es como si aprendiera todo lo que se proponga. Yo en cambio siempre admiré otras cosas, admiraba la fortaleza que yo carecía por el cuerpo débil que tengo. Y la música es algo me apasiona pero me da vergüenza enseñarlo.

—Ya sabrás algún día, te queda tiempo —dijo con un tono despreocupado mientras dibujaba garabatos en la tierra con un palo.
—Creo que lo de volverse héroe es interesante, pero no está hecho para cualquiera... —dije algo nerviosa a modo de indirecta.
—La verdad no, pero demostraré que soy merecedor de reconocimiento —dijo decidido.