❝ Y cuando se desencadenan, más de una trae el peso de las desgracias ❞
🌃 Parte dos de dos. Incluye los últimos dos arcos de la historia.
🌄 Más trama policiaca.
🌆 Drama, Love, Violencia, Angst.
|| KINTSUGI : Arte japonés donde se reparan objetos...
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Rose Night Club.
Así es cómo el local se hacía llamar, y cómo todos por ahí le llamaban también. Traía algunas cuantas décadas de reputación en la misma zona, la gente ya lo conocía.
Yoongi nunca había creído que tendría el tiempo o las ganas de visitar el burdel, mucho menos pasar mucho rato dentro de uno cualquiera. Sin embargo, ahí estaba. En el club nocturno, envuelto en el aroma sudoroso de una decena de omegas y la excitación picante de una centena de alfas.
—¿Ya se te quitó la curiosidad? —preguntó con la voz ronca, mirando a su tío recibiendo una cerveza en la barra con una sonrisa emocionada.
Como un niño conociendo el parque de atracciones.
—¡Pero si llegamos recién! —Im exclamó, tomando un sorbito y mirando alrededor con ojos curiosos—. Anda, ve, busca algo que te guste. Qué se yo. Toma un break de tanto pesar, niño. Llevas toda una década con esa cara. ¡Diez años de pesar, imagínate!
—Cuatro —dijo, cerrando los ojos—. Sólo han sido cuatro años.
Cuando abrió los ojos otra vez, miró alrededor. Su lobo, casi siempre en silencio, había comenzado a molestarse.
Demasiados aromas. Demasiados omegas.
—Agh, está bien. Termino el vaso y nos vamos —comentó Im de mala gana, suspirando. Yoongi le miró—. ¿Sí?
Yoongi asintió, agradecido. —Iré... al baño. Estarás listo cuando vuelva, ¿verdad?
—Sólo ve y ya —se quejó.
Yoongi avanzó por entre la gente antes de que tuviera que decir algo más. Había poca multitud de pie. La mayoría de los sujetos que vio estaban sentados con la mirada fija en las bailarinas. Babeando sin señal, como si estuviesen frente a la televisión viendo una porno.
Yoongi estaba en la fila que daba a la puerta del baño cuando escuchó una confusa exclamación furiosa. Vio a un sujeto intentando limpiarse la camisa del whisky que una omega había dejado caer sobre él. La muchacha apenas había podido disculparse cuando el hombre la empujó y le obligó a irse.
Yoongi, por accidente, hizo contacto visual con él.
—Zorras —comentó el hombre, negando con la cabeza—. Todas son estúpidas.
Yoongi miró al frente de nuevo, avanzando con la fila.
El sujeto estaba ebrio. Sus párpados hinchados, su cabeza tambaleándose.
—¿Vienes aquí a menudo? —El sujeto le preguntó con la voz ronca, mientras aceptaba la ayuda de otra muchacha. Estaba algo sudado—. Te ves joven. No pareces muy... muy obligado a venir a estos lugares para conseguir bonitos omegas —La rubia mostró una pequeña venia y se retiró, dejándole otro escocés en la mano—. A no ser, que... ¿estés buscando algo en particular?He escuchado que hay algunos por aquí que conocen lugares para personas con gustos más... específicos. Sé que el barman y uno de los guardias los conocen, si es que- si es que por eso estás aquí.
