12 ❀ Archivos, mensajes y revistas de bebé.

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Annie tropezó mientras salía del callejón, soltando un quejido débil

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Annie tropezó mientras salía del callejón, soltando un quejido débil. Continuó caminando con la mirada gacha y abrazándose a sí misma, como si así se pudiera cubrir del frío que todavía helaba sus huesos. 

Se pasó la manga de su sudadera por el rostro, respirando entre hipidos y pasando por el mismo grupo que hace menos de cinco minutos intentó alcanzar. 

Ninguno siquiera le preguntó si estaba bien. En cambio, todos se quedaron concentrados en sus propias burbujas, algunos ni levantaron la mirada del celular. Lo suficientemente indiferentes al dolor de un desconocido.

A pesar de todo, Annie entendía. Nadie se metería a una esquina oscura donde a una muchacha se le escucha gritar. Eso está bien, en serio lo entendía. Lo que no entendía era el porqué de pronto todos se giraban para no tener que verle a la cara. 

Al parecer, no importaba en qué parte del mundo estuviera, la gente era igual. 

Nadie ayuda nunca. Ni a una niña gritando desde un dormitorio, o a una mujer pidiendo auxilio desde un callejón. 

Maldita mierda de mundo en el que estaba viviendo. 

—¿Annie?

Si no hubiera salido por su cuenta de esa jaula, quizá nunca siquiera hubiera salido. 

La rubia alzó el mentón recelosa. Llevaba caminado un buen rato para cuando notó que seguía avanzando en piloto automático a su departamento. A pesar del cielo oscuro, se reencontró con la vida de la muchedumbre. La avenida estaba adornada de tiendas departamentales que aún no cerraban, tránsito, y rascacielos brillantes. 

—Annie —El llamado se repitió. 

La omega sorbió por la nariz mientras miraba la camioneta frenando a su lado. Cuando al fin reconoció el rostro del hombre, su pecho liberó una entrecortada exhalación de alivio. 

—Yoongi...

Incluso cuando ya no trabajaba para él, se sintió irrespetuoso llamarle sólo por el nombre. Aun así, no alcanzó a disculparse. 

—¿Qué ocurrió? ¿Estás bien? —preguntó, viéndola temblar bajo la suave brisa de la noche—. Annie...

La omega juntó las cejas. —L-Ladrones —murmuró. 

Era más fácil decir eso. 

Yoongi en seguida le había ofrecido cobijo en el asiento de copiloto, acercándose a una tienda de conveniencia para comprarle una soda y algo dulce para comer. Annie sólo bebió un poco de la bebida, sorbiendo por la nariz, sin dejar de temblar. 

—¿Segura que no quieres dejar una constancia?

Annie negó, mirando la lata entre sus manos. —No me quitaron nada. Lo intentaron..., pero se asustaron rápido y me dejaron ir.

Yoongi se sacudió el cabello, suspirando. 

—¿Venías de la universidad? —preguntó. Su tono sonaba indignado, como si la situación fuera inconcebible. Annie asintió—. Está bien. Te llevaré a casa. ¿Puedo? —La rubia asintió una vez, notando que el alfa estaba siendo más precavido de lo usual, quizá para no asustarle más—. Vale. ¿Dónde vives?

02 || KINTSUGI: "Mi omega" || YM || ~MilaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora