Volvimos.
En cuanto el manto negro nos transportó, el mismo me llevó a otra parte, sin dejarme ver a dónde habíamos aterrizado, ni si los chicos habían llegado conmigo.
Ahora, estaba en la habitación, la que nos llevaban cuando hacíamos algo incorrecto que no les gustaba. Los muebles, a diferencia, no estaban. Y los colores de las 4 paredes que me hacían sentir claustrofóbica eran más oscuros. Me encontraba en la esquina, y me levanté. Al fondo de la habitación, había otra persona.
- Eh.
Me empecé a acercar hasta que me di cuenta que era mi reemplazo. Estaba como lo había visto en el portal. Mitad yo, mitad algo que no podía explicar.
- Tú. - Le dije, y me acerqué dando pasos largos. - Has incendiado mi casa, ¡Has destrozado mi familia! - Grité, y cuando llegué la empujé. Se trasladó al otro lado de la habitación, de nuevo dándome la espalda.
- ¡Idiota! - Le grité. - ¡DEVUÉLVEME LO QUE ME PERTENECE!
Me acerqué y le iba a pegar, pero se movió, otra vez, al otro lado de la habitación. Estuvimos así, yo tratando de pegarle, ella moviéndose, esquivando todos mis movimientos. Hasta que en un momento logré darle, y mi reemplazo desapareció esfumándose en el aire, como cenizas.
Me caí de rodillas al suelo, y grité tan fuerte que luego terminé llorando, con mi frente en el piso. Cerré mis ojos con fuerza. Basta.
Cuando levanté mi cabeza, me encontraba en el bosque, con Sebastián a mi lado, que luego me abrazó.
- Tranquila, estás bien. - Susurró en mi oído. - A mi también me lo hicieron. - Luego de que me calmara un poco, siguió hablando. - Jason no ha aparecido. No debe haber vuelto.
Me sequé las lágrimas y levanté mi mochila del suelo. La puse en mi hombro, y nos pusimos a caminar. A pesar de que lo odiaba, debíamos encontrarlo.
¡Qué forma de empezar nuestra estadía! Haciéndonos creer algo que no era real, agotando casi todas nuestras fuerzas en el primer minuto. No quise saber lo que le hicieron a Sebastián. Demasiado tenía con lo mío.
Encontramos una fuente de agua pasadas las horas caminando. Rellenamos las botellas que se habían vaciado, y nos quedamos sentados al lado del pequeño lago. Tomé un poco de agua y me segué el sudor de la frente con el dorso de mi mano. Habíamos caminado demasiado, y todavía no habíamos encontrado rastro de Jason.
- Comuniquémonos con la base. - Dije, lo primero que había dicho desde que habíamos llegado allí. - Quizá saben donde está.
Sebastián asintió, y sacó el pequeño dispositivo que guardaba en su mochila. Era una mexcla entre un celular, una radio y varios artefactos más, y tenía pantalla para que podamos verlos a ellos. La cámara emitió una pequeña luz roja avisando que ya estaba grabando.
- ¿Matthew? - Pregunté.
- Hola hola hola. - Saludó el, mientras la cámara trataba de enfocarlo. - Ya los hemos escuchado, y estamos tratando de buscar a Jason. Se ha transportado, pero no aparece en los radares. Es decir, no se encuentra en la isla.
- ¿Podría estar en la habitación, torturándolo? - Pregunto Sebastián.
- Es lo más lógico. Eso, o que lo hemos mandado a otra parte. - Hizo una mueca con su rostro y luego volvió a su computador. Empezó a escribir varias cosas. - De todas formas, el envío aparece como "Exitoso."
- Nosotros seguiremos buscando. - Dije, y luego de despedirnos Sebastián guardó la pequeña máquina en su bolso. Luego saqué mi mapa, que ya tenía un punto marcado. Era donde habíamos llegado, lugar donde suponíamos antes de viajar que íbamos a ir. Seguí observando hasta que vi la pequeña fuente de agua que estaba cerca, y marqué un punto. Ya habíamos recorrido mucho, pero esto recién empezaba. Nos quedamos unos minutos más en el lago y luego nos fuimos.
Esa era la idea. Recorrer la mayor parte del mapa, o si podíamos toda su totalidad. Creíamos que era es o lo que los Búhos querían, o eso esperábamos que fuera. Propuse recorrer la mayor parte del bosque antes de ir a la casa. Quería evitar ese lugar como fuera, pero no podía. Por eso, lo íbamos a dejar para lo último. Ya se lo había planteado a todos y ellos me ayudaron diciendo que sí. Era mejor prepararme mentalmente antes de poder a enfrentar de nuevo, y esta vez físicamente, a Jessica.
Temía morir.
Temía que las cosas no salgan como queríamos.

ESTÁS LEYENDO
Sobreviviendo.
ParanormalUn descubrimiento. Una carta. Un reality que se vuelve una pesadilla. 3 lugares. 3 personas. Un fraude. Una investigación. Marianela se encuentra en graves problemas al encontrarse con un grupo de gente que tratará de hacer su vida imposible. Deberá...