『02』

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Horas después llamó Hoseok avisando de que estaba a unas cuadras de llegar a casa, le dije que comprase algo de picar ya que no quedaba nada 'comestible' .

Sí, la cobardía ganó en cuanto contestar al número desconocido, así que lo dejé en leído e intenté ignorarlo por el resto del día, lo más probable seria que un vecino se enfermó y se quedó en casa, pero todavía no tengo claro el hecho de cómo consiguió mi número.

Evité pensar en el tema y subí a mi habitación para vestirme y peinarme adecuadamente, no quería parecer un ogro frente al amigo de Hoseok aunque haya dicho que no me importase en absoluto su presencia, siempre hay que verse bien frente a los conocidos y desconocidos, ése es mi lema.

Sinceramente me considero una chica bastante problemática pero tranquila, con pocos amigos y que sale poco de fiesta. En cambio Hoseok era el típico chico popular con un montón de chicas a sus pies, humorista y amable con todo el mundo, solo que yo soy una pequeña excepción ya que siempre encuentra la ocasión para joderme, cosa que yo le devuelvo, aún así le aprecio mucho y él también a mi, solo que demostramos nuestro amor de otras maneras menos cursis, cosas de hermanos.

Al fin llegó Hoseok con una bolsa llena de comida, se la arrebaté y abrí la bolsa en busca de algo apetecible y que tuviese buena pinta

— ¡Ejem, ejem! — tosió Hoseok señalando disimuladamente a su amigo con la cabeza, lo analicé de arriba a abajo con una juzgadora mirada. Tenía cara de pocos amigos, algo que ignoré por completo, suspiré y rodé los ojos

— Hola completo desconocido, me llamo ___ y creo que no deberías saber nada más de mi. —  bromeé y me reverencié, Hoseok rió

— ¡Esa es mi hermana bromista! Ahora preséntate tú. — miró a su amigo, ésta vez rodó él los ojos y suspiró vagamente

— Me llamo Min Yoongi, llámame como quieras, pero una sola broma de mi nombre y te juro que te arrepientes de por vida. — sonrió burlón y Hoseok volvió a reír de manera exageradamente fuerte mientras palmeaba mi espalda y la de su 'amable' amiguito

— Vaya bromistas estamos hechos los tres ¿No? — suspiró como si estuviese intentando calmar su risa, Yoongi y yo nos mirábamos desafiantes 

— Bueno ___, nos quedaremos en la sala, así que no te lleves toda la bolsa —  robó la bolsa de plástico que había entre mis brazos, pero logré agarrar una bolsa de papas y enseñarles la lengua a ambos para después subir de nuevo a mi habitación.

Olvidé coger algo de beber, y como no quería morir de sed bajé evitando molestar a ese par de idiotas. Llegué a la cocina y abrí el refrigerador en busca de una botella de agua fría, al encontrarla la agarré y la puse en mi brazo para cerrar la nevera, pero un trozo de pastel me llamó la atención, así que lo agarré también con algo de dificultad, me giré y encontré a Yoongi apoyado en el marco de la puerta, me llevé la mano al pecho

— ¡¿Eres idiota?! Joder. — calmé mi respiración

— ¿Te han dicho que es de mala educación robar comida a escondidas? — rió amargamente y ladeó su cabeza 

— ¿Te han dicho que es de mala educación ir a casas ajenas y molestar sin razón? — imité el mismo tono que él había utilizado

— Uno; Hoseok me ha invitado y tendrás que acostumbrarte a verme por aquí, te aguantas. Dos; No te he molestado, Hoseok me mandó a por unas latas de refresco. — dijo levantando sus dedos a medida que decía los números, rodé los ojos y pasé por su lado

— Como sea, no molestes. — dije antes de desaparecer por las escaleras

— ¡Miren! Ya estan hablando el par de gruñones — se escuchó por parte de Hoseok, también escuché un "vete a la mierda" por parte de Yoongi, reí y empecé a comer mientras veía películas en mi portátil.

⭒⭒⭒⭒⭒⭒

Al acabar la película se escuchó la puerta de la entrada cerrarse, todo estaba en absoluto silencio, así que supuse que Yoongi se había ido, pero no había ni rastro de Hoseok en la sala.

Se escuchó un ruido en la cocina, alarmada agarré un jarrón y caminé de puntillas hacia al lugar de donde se escuchó aquél leve estruendo.

Al llegar a la cocina solté un suspiro aliviada y dejé el jarrón en una mesilla, creo que ver tantas películas ficticias me ha afectado en la cabeza

— ¡Mamá! No te vi llegar — me acerqué a ella y la abracé cariñosamente

— Hola hija. — sonrió y continuó guardando la compra en las estanterías

— ¿Has visto a Hoseok? — pregunté mientras la ayudaba a dejar todo en su lugar correspondiente

— Ha acompañado a su amigo ¿Cómo se llamaba? ¡Yoongi! Sí, él. — asentí.

¿Sería mala idea preguntarle sobre la casa de enfrente?

— Mamá... — alargué la palabra

— ¿Hmm? — preguntó sin darme mucha importancia, pues a ella le gustaba que todo estuviese ordenado y pulcro

— ¿Sabes algo sobre quién vive en la casa delante de la nuestra? — pregunté sin interés alguno, fingiendo obviamente, realmente quería saber quién o qué se encontraba ahí

— Uhm... Me han contado cosas pero nunca le di mucha importancia sinceramente, pero lo más posible sea que esa casa esté abandonada. — dijo con una natural trivialidad, asentí mirando a un punto fijo de la ventana, exactamente a las enormes puertas metálicas que guardaban la misteriosa casa.

¿Será que realmente estará abandonada?

— ¿Por qué te interesa tanto? — preguntó sacándome de mis pensamientos

— Nada, nada. —  respondí negando con la cabeza y formando una pequeña sonrisa. 

Volví una vez más a mi habitación y observé atentamente cada parte de la casa, nada fuera de lo corriente; las altas vallas metálicas, las cortinas cerradas de las pocas ventanas que eran visibles desde mi punto de vista.

De la nada se me encendió la bombilla, apareciendo una idea muy, muy loca en mi mente, pero ya sabéis que me encanta meterme en problemas.

Mañana, me colaría dentro de la casa y vería de una vez por todas el secreto que esconde.

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¡No se olviden de votar!

- R.




your shadow † kth [editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora