your shadow † kth [editando]

『20』

[🥀] Observando. 2/2

A la mañana del día siguiente el chico observó al hermano de ___ y a ella saliendo en horas diferentes; eso le resultó extraño ya que siempre solían salir juntos. Se centró en ella y observó que en su rostro no había rastro de las típicas sonrisas que alegraban sus mañanas con tan solo verlas desde la distancia, en cambio, ella tenía un semblante serio y perdido. 

Una vez la perdió de vista salió de casa y caminó hacia su preciado jardín, con las ansias que le quedaban se esforzaba en mantenerlo cuidado para alguien que guardaba un lugar especial en su débil corazón; el motivo por el cual no se sentía del todo solo.

Se dirigió a la flor color cobalto y le habló.

— ¡Hola! Siento no haberte hablado mucho estos días... — sonrió apenado y acarició los pétalos húmedos con la yema de sus dedos.

— Supongo que ya te diste cuenta... esa chica me recuerda mucho a ti. Se llama ___. — se sentó en el césped con las piernas cruzadas y suspiró.

— Tú... ¿Crees que debería hablarle? Lo he estado pensando y, sinceramente, creo que es una mala idea. — miró a la nada mientras pensaba en las posibles consecuencias de revelarle su existencia.

— Tengo miedo... de verdad que lo tengo. — musitó cambiando la expresión de su cara, pero después volvió a dirigirla a la flor y sonrió de nuevo. Cerró los ojos, y volvió atrás al pasado.

(...)

"— Kyungmi, ¿Mamá y papá vendrán hoy? — le pregunté con muchas ansias.

— Me temo que no, lo siento, pequeñajo... — se acercó a mí y me acarició la cabeza a pesar de ser un poco más alto que ella. La sonrisa en mi cara se borró y se convirtió en una mueca de desilusión.

— ¿Por qué nunca están en casa...? 

— Porque ellos están muy ocupados, pero nunca olvides que ellos te quieren mucho, ¿sí? — me sonrió reconfortantemente, y no pude evitar abrazarla como de costumbre. 

Ella era la única razón por la que aún tenía idea de cómo se sentía recibir el afecto de alguien, incluso sin tener la misma sangre.

— Tú eres la única que siempre está conmigo Kyungmi... — murmuré sin romper el abrazo, escuché cómo sonrió y en un intento de soltarse del abrazo la abracé aún más fuerte.

— ¡Me estás aplastando! — rio y aflojé el agarre

— Tengo miedo Kyung; si te suelto te irás y me quedaré solo. 

— Cariño, no me iré nunca, recuerda que siempre estoy... — me separé de ella y dirigió su mano a mi pecho, apuntando lo que parecía ser mi corazón — ... aquí dentro."

(...)

"Kyungmi, si tú fuiste fuerte por mi, yo seré fuerte por ti".

Sonrió de nuevo y se levantó para retirarse del lugar con algunas lagrimillas cayendo de sus ojos; pensar en el pasado solía ser doloroso para él. Se sentó en la ventana y esperó a que ___ volviese, no tenía nada mejor que hacer. La mayoría del día se quedaba al borde de su ventana, observando las calles desiertas y esperando alguna señal de la muchacha. 

Suena como una afición bastante aburrida explicándolo de esta manera, pero aquello era lo único que le ilusionaba hacer.

Pasadas unas cuantas horas vio a ___ aparecer en la calle y con su aparición una sonrisa volvió a formarse en el rostro del chico. Se quedó quieto en su lugar, mirando la habitación de ella. Poco después la puerta de la habitación se abrió y logró ver algo que le gustó aún más: la chica llevaba una hermosa sonrisa dibujada en sus labios.