『36』

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[🌘]

Ahora ambos nos encontrábamos corriendo sin rumbo alguno entre los cerezos que cubrían el parque, los pequeños pétalos rosados se quedaban atrapados en nuestro cabello, y no tenía tiempo para quitármelos de encima o detenerme.

Éste es uno de los momentos que quisiera grabar en mi mente de por vida, porque sé que si hago esto una próxima vez, no sentiré lo mismo. Así que intenté disfrutarlo como si fuese la última vez que lo vería. Era parecido a una escena de las típicas películas que veía la mayoría de mi tiempo libre

— ¡No puedes pillarme! — corrí lo más rápido posible, una de las ventajas de ser veloz desde que nací. Pero Jimin también era rápido, así que me agarró del brazo y ambos caímos al verde césped, desgraciadamente se encendieron los aspersores en el peor momento.

Tenía un imán que atraía el agua, estoy segurísima de eso.

Salimos corriendo de ahí y nos detuvimos en un banco que se notaba que estuvo ahí por muchos años, ya que la madera estaba un poco podrida. 

Escurrí mi cabello y mi ropa al igual que Jimin, ambos reíamos como idiotas. Éste vio una flor de loto flotando en el lago que se encontraba frente a nosotros, así que se levantó y se estiró para agarrarla.

Por intuición lo agarré de la camisa en un movimiento rápido ya que ésta estaba muy lejos de la orilla y no quería que se cayese al frío y sucio lago, por suerte no lo hizo a pesar de ser tan bajito. Él rio y ambos nos volvimos a sentar en el banco, miré la flor que tenía entre sus manos algo confusa

— Me recuerdas mucho a alguien... — observó la flor detenidamente y después me miró a mi, estiró su mano ofreciéndomela

— ¿A quién? — pregunté curiosa mientras la tomaba entre mis manos cuidadosamente

— A mi hermana... — sonrió melancólico mientras soltaba un pequeño suspiro

— ¿Y dónde está ella? —  miró al anaranjado cielo mientras sonreía grandemente, de manera que sus ojitos formaban una línea — Oh... — dejó de mirar al cielo y bajó su cabeza

— ¿Puedo preguntar qué le pasó? — rio levemente

— Ella era una niña muy curiosa y torpe... — suspiró y después siguió hablando — Una vez, fuimos de paseo a un gran bosque. La perdí de vista un momento, no sé lo que pasó, pero le fallé.

— ¿A qué te refieres con eso?

— Ella se perdió en el bosque. 

— ¿Por qué crees que... murió? — dije intentando poner el tono más suave posible

— No la encontraron, en ese entonces ella tan solo tenía siete años, así que... — finalizó con una triste sonrisa

— ¿Cómo se llamaba? — pregunté

— Se llamaba H/ — su móvil vibró indicando una llamada entrante, así que contestó y después frunció el ceño, miré hacia al otro lado intentando ignorar su conversación con quien parecía ser Jungkook — Tengo que irme a preparar las maletas, han adelantado el vuelo... — sonrió apenado y yo le di un leve golpe

— ¡No te pongas sentimental! Ni que esto fuera un último adiós... — rio y nos levantamos, él se ofreció en llevarme a casa ya que había anochecido y no quería dejarme sola en la calle, cosa que agradecí. 

De camino a casa, todo estaba muy silencioso ya que nadie hablaba, tan solo nos dirigíamos miradas rápidas y de vez en cuando carraspeábamos esperando a que alguien dijese algo. Estábamos a unos pasos de la calle de casa y mi respiración se tornó pesada, no quería que Jimin se fuera, necesitaba más tiempo con él.

Cuando llegamos a la puerta ambos nos miramos fijamente, se sabía que ambos intentábamos aguantar nuestras lágrimas por el brillo de nuestros ojos, decidí romper el contacto visual y me alejé unos pasos de él, las despedidas nunca son felices, pero hay que aceptar que alguien no estará ahí por siempre.

— Adiós, Jimin... Llámame ¿De acuerdo? — sonreí reteniendo mis lágrimas y él me sonrió de vuelta, me giré haciendo un ademán de entrar a casa ya que me dolía demasiado y no quería derrumbarme de nuevo frente a él, la vez que le dije que no lloraría más frente a él lo dije muy en serio.

Tomé el pomo de la puerta y cerré mis ojos mientras intentaba calmar mi respiración, lo que hizo Jimin me tomó desprevenida. Cuando abrí la puerta él me tomó de la muñeca y me giró quedando frente a él, 

— ¿Q/ 

Y pasó lo que pasó

Jimin me estaba besando.

No estaba muy segura de si hice lo correcto, pero correspondí.

NARRADOR OMNISCIENTE

Por otro lado, alguien los observaba desde su ventana curiosamente, él sintió cómo su pecho se oprimía cada vez más, una gran tortura. Su respiración se volvió pesada y se apoyó en una mesa sintiendo que estaba a punto de caer al suelo.

Caminó hacia al espejo con dificultad y observó su reflejo en éste. Su mirada estaba oscura y él sabía lo que eso significaba. 

"No pasa nada, el dolor se quita con más dolor, recuérdalo."

[🌘]

Capítulo corto :(

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- R.

your shadow † kth [editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora