『40』

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[🌔]

— ¿Por qué? — dije frunciendo el entrecejo, éste suspiró y se alejó unos pasos de mi

— No lo entenderías, pero lo sabrás algún día, talvez... — murmuró por lo bajo

— De acuerdo, has prometido que me lo dirías algún día. — me dirigí hacia la salida

— ¿A dónde vas? — preguntó poniéndose frente a mi

— Es muy tarde, mañana volveré. Seguramente mamá ya llegó a casa... — él asintió y me acompañó hasta la puerta

—Buenas noches ___. — bostecé al escuchar aquellas palabras, después reí brevemente

— Igualmente V. — sonreí y caminé en hacia mi casa, las luces estaban encendidas, señal de que mamá ya llegó a casa.

Cuando entré por la puerta saludé a mamá y ambas cenamos juntas, me ofrecí a lavar los platos ya que se le veía muy cansada, ella lo agradeció mucho.

Al acabar subí a mi habitación y me lancé a mi cama suspirando de felicidad, al fin Hoseok se había disculpado conmigo.

Le mandé un mensaje a Jimin

"No lo vas a creer"

"¡Hoseok se ha disculpado conmigo!"

No le llamé ya que seguramente él estaría muy ocupado o descansando, ya me hablaría cuando tuviese tiempo libre o algún pequeño momento.

Dejé el móvil en la mesita de noche y apagué la luz dejando las cortinas abiertas, de esta manera entraba la luz lunar azulada.

Me acosté de lado y comencé a pensar en varias cosas que ocurrieron últimamente, solté una pequeña lágrima involuntaria, en esa lágrima hubo muchos sentimientos que se mezclaron en mi interior.

Respiré profundamente y cerré los ojos, para finalmente dormirme minutos después.

NARRADOR OMNISCIENTE

Desde la otra ventana frente a la de ella, estaba él, un poco confuso a decir verdad.

No tenía la máscara puesta, lo que le hacía sentir inseguro el tacto del propio viento rozando su piel. Salió al jardín a verse con su querida Kyungmi, no podía contenerse y quería desahogar sus sentimientos con alguien, no había nadie más a su lado con quien poder hablar.

— Hola Kyungmi... — susurró mientras se sentaba en el césped

— Creo que lo que me dijiste se ha hecho realidad. — el chico sonrió, se llevó las manos al rostro, acariciándolo con suavidad, pero hizo una mueca de dolor y comenzó a soltar algún que otro quejido silencioso

— Auch, duele... — se quejó mientras volvía a colocarse la máscara y acariciaba a la cobáltica flor con las yemas de sus dedos

— De vez en cuando, me duele aquí. — señaló su pecho, apuntando a su palpitante corazón

— Me duele más que aquí... — ésta vez señaló su rostro con su mano temblorosa, después se estiró en el césped y arrancó unas briznas de hierba, cerró los ojos y sintió cómo su corazón comenzó a revolotear cuando pensó en ___, era un sentimiento distinto de cuando veía a Kyungmi, pero no sabía muy bien de qué se trataba

— Sí, estoy seguro de que es ella. — se levantó para retirarse, pero antes se detuvo

— Muy pronto, ella lo sabrá.

NARRA ___

Desperté algo somnolienta, pero aun así me levanté ya que no tenía más ganas de estar en cama, hoy pasaría todo el día con V, lo aprovecharía para conocerle mucho mejor.

Me puse algo bastante cómodo, le dije a Hoseok que saldría con una amiga y el aceptó algo sin decirme nada por el estilo, tenía los ojos entrecerrados, signo de que tenía mucho sueño.

Cuando llegué a la puerta de vi la toqué varias veces y unos minutos después abrió V, tenía el pelo despeinado y estaba vestido con una bata, también estaba con los ojos cerrados y cabizbajo.

— ¿Por qué viniste tan pronto? — dijo con una voz profunda y ronca, se me erizó la piel

— He decidido que hoy haremos algo especial. — entré a su casa y él soltó un tierno bostezo a lo que reí brevemente

— ¿Hmm? — preguntó mientras miraba cada uno de mis movimientos

— Genial, te voy a preparar algo. — dije saliendo de la despensa con los ingredientes

— ¡Te ayudaré! — se acercó corriendo

— De acuerdo, pero más te vale que no me tires harina. — me miró con la cabeza ladeada, sonreí ya que siempre que hacía eso me daba la imagen de un cachorro — Estás avisado.

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— ¿Gyeongdan...? — preguntó mientras agarraba una de las bolas de arroz y se daba la vuelta para engullirla

— Sí ¿Te gusta? — pregunté emocionada

— ¡Sí! — soltó soniditos de emoción, después se sentó en una de las sillas del comedor y se quedó mirando un punto fijo del suelo

— ¿Sucede algo malo? — comí una de las bolas y me senté en la gran mesa

— Uhm, no. Sólo recordé algo... — contestó encogiéndose de brazos

— ¿En qué? 

— Kyungmi, me preparaba lo mismo. — abrí los ojos de sorpresa al escuchar eso

— Al parecer Kyungmi y yo somos iguales... — solté divertida

— Sí... — susurró — ¡Pero las de Kyungmi estaban más ricas!

— ¡Oye! Ésta es la primera vez que lo hago sola. — me crucé de brazos, ambos reímos.

V se negó a comer cara a cara, por lo que se volteó como siempre que comía. Ya me acostumbré tanto que ni siquiera me quejé. 

Le dirigí una mirada triste que él no podía ver ya que estaba de espaldas a mi, de verdad me gustaría saber sobre su pasado, pero no le forzaría. Me lo diría él mismo tarde o temprano.

— V. — hablé mientras lavaba los recipientes que utilizamos

— ¿Hmm? 

— ¿Podrías hablarme más de Kyungmi? — contesté secándome mis manos en un trapo, se quedó callado por unos segundos mientras pensaba

— Kyungmi me cocinaba comida rica todos los días. — reí ante su respuesta

— Y... — me miró atento — ¿Qué hay de tus padres? — al parecer mi pregunta le tomó por sorpresa

— ¿M-Mis padres? — preguntó mientras jugaba con sus dedos temblorosos

— Sí, tu madre por ejemplo. — hablé curiosa

— ¿Mamá...?

[🌔]

El próximo capítulo es especial.

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- R.

your shadow † kth [editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora