『03』

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Desperté en mi escritorio de golpe y miré la hora, 10:26 am. Anoche me quedé dormida planeando cómo entraría ahí disimuladamente y sin llamar la atención de los demás vecinos, lo haría por el mediodía ya que Hoseok me comentó que esta semana trabajaba con Yoongi por los mediodías en un especie de bar y que volverían por la tarde.

Bajé las escaleras encontrándome a un Hoseok muy alegre por lo visto, riéndose mientras miraba programas matutinos con un sándwich de jamón y queso entre sus grasientas manos, no evité formar una mueca de asco que quité después.

— ¡Buenos días! — dije con un tono inocente y amable, él dejó de reír y me miró sorprendido, se levantó y se acercó a mi para ponerme una mano en la frente, le alejé la mano de un simple manotazo y lo miré asqueada

— ¿Te sientes bien? Me esperaba un "¡Deja de reírte imbécil! ¿Qué no ves que hay gente durmiendo?" — respondió fingiendo preocupación hacia a mí

— ¿Por qué piensas eso? Yo nunca te diría eso. — dije mientras hacía un intento de formar un puchero con mis labios

— Claro, y yo nunca te diría que hoy te ves especialmente horrible. — le pellizqué en el brazo y él dio un pequeño salto, reí y me alejé para preparar mi preciado y tan deseado desayuno.

⭒⭒⭒⭒⭒⭒

Cuando Hoseok se fue a casa de su tan querido amigo, nótese mi sarcasmo, subí corriendo las escaleras y me aseguré de llevar algún objeto punzante por si algo salía mal, así que llevé las llaves y poco más, eran pocas las posibilidades de que ahí viviese un asesino o un psicópata, rezaba para no encontrarme con eso y conseguir salir viva de ahí.

Me vestí cómodamente por si tenía que huir o pelear y le eché un vistazo a la casa misteriosa.

Decidí usar un clip para poder abrir la puerta metálica acompañada de las altas vallas espeluznantes que tapaban la mayoría de la visión de la casa, nunca vi estas puertas abriéndose en los años que viví aquí. Me acerqué con precaución, casualmente no había ni una mosca en la calle, así que era una gran oportunidad. Al llegar a la casa me di cuenta de que era más grande de lo que parecía si mirabas de más cerca, y eso que pasaba por delante prácticamente cada día.

Milagrosamente la puerta se abrió dejando a la vista otra puerta, que supuse que sería la puerta de la casa, la entrada estaba cubierta con un césped verde enebro y unas enredaderas con un toque espeluznante, dejé la puerta metálica un poco abierta por si el plan se iba a la mierda y debía huir. La casa parecía tener más buen aspecto que la mayoría de casas en el vecindario, solo que las enredaderas no ayudaban mucho en cuanto al físico.

Me armé de valor, respiré hondo y llamé a la puerta tocando un par de veces con la mano hecha un puño.

Silencio.

Volví a llamar con más fuerza

— ¿Hay alguien ahí? Soy la vecina de enfrente, ___. — logré decir, realmente estaba temblando del nerviosismo

Silencio.

Decidí rendirme y pensé que por alguna razón no había nadie ahí el día de hoy, así que rodeé la casa en busca de una puerta trasera por la que se pudiese acceder al interior de la casa, pero me topé con algo que me dejó en simples palabras; boquiabierta

— ¿Un... jardín? — inspeccioné el lugar en busca de algún sujeto que se encontrase ahí y por suerte no había nadie.

El jardín parecía estar muy descuidado, hasta el punto en el que parecía haber sido abandonado por muchos, muchos años. Otras enredaderas crecían de las paredes de la casa, el césped lleno de malas hierbas y montones de rosales rojos donde brotaban grandes espinas.

Mi cuerpo se estremeció al ver que el jardín tenía un tamaño enorme, más enorme de lo que parecía, invadido por la oscuridad, un día de primavera.

Mi temor desapareció y se convirtió en curiosidad por explorar más el misterioso jardín, que a pesar de lo tenebroso que lucía, había muchos tipos de flores exóticas donde la mayoría seguían en pie y las demás marchitadas. Me fijé en que había una puerta trasera que conducía al interior de la casa, intenté forjarla, pero por lo visto ésta se abría mediante una palanca que se hallaba al otro lado de la puerta.

A pesar de ser una puerta de cristal contenía manchas de lo que parecía ser lodo y era difícil ver el interior, decidí salir de ahí, pero algo estaba claro, volvería mañana.

⭒⭒⭒⭒⭒⭒

Ya pasaron un par de horas desde que entré a la casa misteriosa, todo fue muy raro, se supone que la casa estaba abandonada pero repito; la casa parece estar en buen estado para estar 'abandonada', sin embargo el jardín parecía ser todo lo contrario. Todo esto me daba muy mala espina, ni siquiera comí de estar pensando tanto.

Al fin llegaron Hoseok y Yoongi, agradecí mentalmente que me hicieran pensar en otras cosas para distraerme un rato, estuvimos hablando y jugando a videojuegos toda la tarde, al parecer subestimé a Yoongi sin antes conocerlo bien, ahora que sé un poco más de él no parece ser tan malo como pensaba.

La tarde pasó más rápido de lo planeado, mamá llegó y los dos chicos se fueron de casa anunciando que Hoseok volvería más tarde.

Le ayudé a cocinar aunque no fuese del todo experta, pues sabía algunas recetas básicas pero tampoco me consideraba una chef profesional. Después esperamos a Hoseok para cenar como cada día. Ayudé a lavar los platos y al acabar subí a mi habitación para sentarme en mi escritorio a proseguir con la montaña de tarea que me quedaba.

Pasados unos 40 minutos me cansé y suspiré estresada, estiré mi cuerpo inclinando mi silla.

Al volver a mi posición y agarrar el bolígrafo para seguir escribiendo, levanté mi mirada hacía la casa misteriosa por un instante de nada y la volví a dirigir a las hojas de papel, pero me percaté de algo

— ¿Una cortina entreabierta? — en efectivo, la cortina que al parecer siempre se encontraba cerrada, estaba entreabierta.

Me incliné hacia delante buscando una mejor visión y al percatarse de que estaba mirando hacia esa dirección, la cortina se cerró en un ágil movimiento. Parpadeé un par de veces para asegurarme no haber imaginado aquello,  ahora la cortina se encontraba como de costumbre 

— Habrá sido cosa mía... —  reí por mi estupidez de pensar que algo movió la cortina y volví a mi trabajo.

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- R.


your shadow † kth [editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora