『39』

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[🌓]

Hoy me desperté sin la necesidad de la alarma, primer día de vacaciones, el cual seguramente lo pasaría en casa durmiendo o en casa de V.

Bajé las escaleras y lo primero que vi fue a Hoseok riéndose mientras veía su típico programa en la televisión, rodé los ojos y fui a la cocina en busca de mamá, que se encontraba lavando algunos platos.

— Oh, ya te despertaste. — se acercó a mi y me tendió un par de tostadas ya preparadas — Cuídense. — me besó la frente y se despidió de Hoseok. Volví a subir a mi habitación en busca del portátil, miré la hora

11:19 AM

Me entretuve viendo una serie por varias horas, hasta que me dio hambre y bajé buscando algo para alimentar mi apetito. Al llegar a la cocina vi en la mesa del comedor un plato de comida ya preparada, 

— ¡Hermanitah...! — un momento, ese es Hoseok..., me sobresalté

— ¿Hola? — contesté sorprendida por su repentino acto — ¿A qué viene eso...? — rio nervioso

— Quería... — hizo una pausa — Q-Quería... Esto... — se rascó la nuca

— ¿Querías...? — pregunté 

— Queríadisculparme. — se retiró de la cocina dejándome paralizada en mi sitio, después lo seguí hacia la sala

— ¿Eh? Repítelo, no te he entendido. — dije con un tono divertido

— ¡Quería disculparme! ¿Contenta? — se cruzó de brazos mientras apartaba su mirada de mi cara, reí fuertemente y él me miró confuso — ¿De qué te ríes?

— Sabía de que te enterarías de que no fui yo tarde o temprano. — contesté con superioridad

— No me enteré de que no fuiste tú. — respondió imitando mi tono, fruncí el ceño — Soonhye me dijo que nos escuchó, y también se disculpó conmigo. — analicé sus palabras

— ¡¿Qué?! ¿Es broma, no? — hablé estupefacta por lo que acababa de decir

— ¡No! El jueves vino a mi y me lo dijo. — contestó con seguridad — Hasta se podría decir que parecía arrepentida de lo que había hecho... — esa fue la gota que colmó el vaso

— Ella nunca haría eso, la conozco bien.

— No me creas si no quieres, pero eso fue lo que me motivó a disculparme contigo. — no dijo nada más y se estiró en el sofá

— ¿Por qué crees que lo habrá hecho? Digo, ella nunca se disculparía con alguien de nosotros. — me senté en la butaca

— Las personas cambian, tal vez es eso. — se encogió de hombros mientras suspiraba

— Talvez... — nadie dijo nada más — Bueno ¿No deberías estar trabajando? — contesté mientras comía

— Hoy tengo turno nocturno, de mientras podemos pasar la tarde juntos ¿No crees? — me atraganté con mi comida — ¿___? ¿Estás bien? — asentí mientras carraspeaba mi garganta

— ¿Vas a quedarte conmigo? — contesté emocionada cuando logré hablar

— Claro, hasta las seis de la tarde. — sonrió mostrando sus notorios hoyuelos

— ¡Bien! — me levanté de mi sitio y llevé el plato al fregadero — ¿Qué te gustaría hacer? 

— Uhm, podemos jugar a videojuegos... — sacó las consolas y yo me lancé a un lado del sofá

— Quien pierda, se pasará el resto de las vacaciones haciendo la cama del otro. — hablé segura de que yo ganaría

—  Acepto. 

Y así transcurrió la tarde, estaba muy contenta de que al fin Hoseok se hubiese disculpado, pero si no hubiese sido por Soonhye tal vez hubiésemos estado más tiempo separados. Por otra parte, si Soonhye no hubiese mentido desde un principio, nada de esto hubiese pasado y todavía estaría con Han, o eso creo.

Soonhye disculpándose, una de las cosas que creía imposibles se hicieron realidad. Tal vez ella no quiso decirme nada aquél día y tan solo bromeaba ya que ella es así, pero su mirada era de auténtico terror y aquello me perturbaba.

Dejé de pensar en ella por un momento y disfruté el resto de la tarde junto a mi hermano.

— ¡Te he ganado! ¡___ perdedora! — canturreó mientras daba vueltas alrededor de la sala y hacía bailecitos de la victoria

— Exijo revancha. 

— ¡Eso no era parte del trato! Asume que has perdido y que tendrás que hacerme la cama por dos largas semanas. — contestó mirándome intimidante

— De acuerdo, pero antes quiero que ordenes tu vertedero. — contesté asqueada

— Déjame pensarlo... — puso sus dedos en su mentón como si estuviese pensando — No. — sonrió mientras me sacaba la lengua, le enseñé el dedo medio y él se puso la mano en el pecho en signo de ofensa.

Cuando Hoseok se fue a trabajar le pedí que me comprase paquetes de las galletas que tanto me gustaban, se lo apunté en la mano con un permanente para que no se olvidase.

Al perderlo de vista en la calle cerré la puerta de casa y me dirigí a la del chico enmascarado, o el misterioso V. Toqué la puerta un par de veces y la abrió segundos después

— Hoy vienes tarde... — se hizo a un lado y me dejó pasar

— Mi hermano se ha disculpado conmigo y hemos pasado la tarde juntos. — un brillo se hizo presente en sus ojos

— Me alegro de que ___ y su hermano vuelvan a estar bien. — asentí y me apoyé en la pared

— ¿Sabes? Debería presentártelo, pod/ — me interrumpió antes de que pudiese acabar la frase

— No. — dijo con un tono fuerte y firme

— ¿No? — repetí confusa

— No.

— ¿Por qué no? — contesté cruzándome de brazos, suspiró y puso ambas de sus manos en mis hombros, como lo hacía casi siempre, su mirada se tornó oscura

— Escúchame bien... — pausó y yo le miré atentamente — Nadie puede saber que yo existo.

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¡No se olviden de votar!

- R.



your shadow † kth [editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora