- No me odies querido- pellizque su mejilla y él solo se arregló los lentes, haciéndome reír-. En ciertas cosas si me parezco a Seijuro, Shinta-kun.
- Pensé que a ti si podría ganarte en Shogi- se quejo.
- Ni con un ataque de ansiedad me ganarás. Ya sabes, nosotros solo sabemos ganar.
- Eres muy presumida Seijun.
- Lo sé primor, lo sé.
Llevábamos ya unas cuantas semanas de clases y me había hecho amiga de Midorima Shintaro, aunque él se negaba a admitir que le agradaba a pesar de que demostraba todo lo contrario. Era el que más me agradaba de los compañeros de mi hermano, así que por eso pasaba más tiempo con él.
- ¿Qué tanto discuten ahora?
- Creía que podía ganarme en Shogi- le explique en cierto tono de burla a mi hermano.
- ¿Y? ¿Te ganó?- negué-. Parece que solo yo puedo ganarte.
- ¡Ni tu puedes! Cuando jugamos estamos todo el maldito día- aclaré y Seijuro me hizo callar.
- Midorima, el capitán nos quiere en el gimnasio apenas inicie las actividades extracurriculares- dijo sin mirarme.
- ¿A qué hora acabas hoy?- le pregunté a mi hermano.
- Tarde, supongo. Pero antes de la cena si o si, no te dejaré sola con nuestro padre, tranquila- me calmó.
- Es que me mandó un mensaje diciéndome que debía hablar conmigo apenas llegará a casa- le comenté ansiosa- ¡Sabes que odio conversar con él porque acabamos discutiendo!
- No creo que pueda salvarte de esa Seijun, así que suerte.
Pasaron las horas hasta que sencillamente llegó la hora de ir a casa. Intenté demorarme en llegar, pero apenas puse un pie en la casa, papá me indicó que lo siguiera a la oficina.
- No me has contado como ha sido tu primera semana en la Secundaria con tu hermano, Seijun- cuando él dijo eso, yo fruncí el ceño.
- ¿Escuche bien? ¿Te interesa saber como me fue?- repetí de forma cuidadosa y él asintió.
- No sé porqué te parece tan raro, después de todo, eres mi hija
- Es que la última vez que te conté algo fue que me quería salir den internado y estudiar en la misma secundaria que mi hermano- le recordé y él frució el ceño- y pusiste la misma cara que ahora.
- Tu siempre logras hacer que me enoje Seijun, pero ahora cuentame que tal la primera semana.
- No he hecho nada malo- mi padre alzó una ceja- lo juro, Seijuro lo puede comprobar. Lo único que hice fue hacerme amiga de uno de los compañeros de equipo de mi hermano y ya está. No es como si en una semana vaya a pasar mucho.
- Está bien, eso era todo. Puedes retirarte.
- ¿Ya está? ¿No habrá discusión está vez?- mi padre al instante alzo una ceja y me miró confundido.
- ¿Acaso quieres discutir?
- No no no no no- me apresure en responder y me puse de pie para correr a mi habitación.
En mi carrera a mi habitación para poder quitarme el uniforme antes de poder arrepentirme sobre una discusión con papá (lo admito, es tentador hacerlo enojar, pero es que se vuelve muy gruñón después) me encontré con que mi hermano estaba por ingresar a su habitación.
- ¿Y tú por qué tan apurada?- preguntó y se iba a acercar, pero lo detuve.
- ¿Estás sudado?
- Seijun, no empieces- pidió, probablemente sabiendo mis intenciones.
- Distancia, sucio- exclamé a modo de broma mientras que él solo se acercaba y me abrazaba con ganas- ¡Agh! Que asco
- ¿Vas a parar con eso?- preguntó y asentí, logrando que me soltará-. Después me cuentas como te fue con papá.
Solo le guiñé un ojo y me encerré en mi habitación por un rato hasta que fuera hora de la cena. Una vez pasada la cena silenciosa de siempre, Seijuro y yo decidimos pasar un rato de calidad como hermanos y eso significaba: ver alguna película Disney con alguna golosina cerca mientras él me peina e intenta nuevos peinados o ambos con mascarillas hidratantes o algo de ese estilo.
Seijuro siempre me dejaba jugar con su cara o con su pelo, pero claro, si papá se enterará, se enojaría. Pero a mi hermano no le molesta si es lo que me hace feliz; sus palabras, no las mias.
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Set Fire
FanfictionTodo el mundo piensa que los herederos de la familia Akashi son tranquilos, ordenados y educados. Si... Eso es lo que piensan de Seijuro y Seijun. Con él no están tan equivocados, solo les falta agregar que es demasiado temperamental. Pero con ella...