Set Fire

#21

- Te juro que me las pagarás- se quejó mi hermano mientras se cruzaba de brazos.

- Vamos, solo fueron las puntas -contraataqué. 

Sucede que hace como dos días que me había cortado el pelo, solo las puntas, y Seijuro había puesto un grito en el cielo poco menos porque a él le gusta mi pelo largo. Pero es que ya tenía todas las puntas partidas y preferí ir y cortarlas, por el bien de todo mi cabello. El resto del equipo no había notado nada, pero según él era demasiado.

Es muy dramático.

En estos momentos nos encontrabamos fuera del lugar donde se realizaría la Winter Cup, haciendo algo de tiempo alejados del equipo, porque él debía reunirse con los chicos de Teiko y yo lo iba a acompañar porque sí.

- Perdón por hacerlos esperar- dijo mi hermano para llamar la atención de todos apenas llegó.

Creo que tanto él como yo nos dimos cuenta que había otro chico junto a Kuroko. Cabello castaño, tan solo un poco más alto que mi consejero personal y ya.

- Akashi-kun- dijo Kuroko.

- Daiki- comenzó mi hermano a nombrar, sin quitarles la vista de encima-, Ryota, Shintaro, Atsushi y Tetsuya, me alegra verlos de nuevo. Me conmueve que podamos vernos así. Pero... Hay alguien que esta fuera de lugar. 

Mi hermano ya había comenzado a intimidarlo, baboso.

- Quiero hablar solo con mis viejos compañeros. Lo siento pero, ¿puedes irte?- yo solo me dedique a observar como a aquel muchacho le temblaban las piernas, sin poder reaccionar ante las ordenes de Seijuro.

- Furihata-kun- dijo Kuroko pero antes de que pudiera agregar algo más, cierto pelirrojo apareció y le tocó el hombro al chico.

- No eres divertido. No nos excluyas- habló con una sonrisa en la cara. Si mal no recuerdo, su nombre era Kagami Taiga, lo que si recuerdo es que me dió un consejo sobre Aomine en su momento. Hablaron algo en voz baja y luego caminó un poco más, acercandose a los escalones-. Eres Akashi, ¿eh? Mucho gusto.

Seijuro mantenía su semblante serio mientras todos estabamos expectantes a su reacción.

- Shintaro- dijo mientras comenzaba a bajar los escalones- ¿me prestas esas tijeras?- Internamente, rogaba que le dijera que no.

- ¿Para qué las quieres?- le preguntó

- Me molesta el cabello- mentiroso. Yo también decidí bajar un poco los escalones, para detenerlo por si intentaba apuñalar a alguien con las malditas tijeras-. Quería cortarlo un poco. Primero...- se acercó a Kagami- Eres Kagami-kun, ¿cierto?

Dicho eso, solo atacó y Kagami tuvo la suerte de evitarlo. Me tuve que morder la lengua para no decirle algo, pero ya lo regañaría después.

- Vaya, lo esquivaste bien- habló mi hermano con una sonrisa. En vista de eso, te perdonaré por esta vez pero no habrá una segunda oportunidad. Cuando te diga que te vayas, hazlo- dijo mientras comenzaba a cortar algunos pequeños mechones-. En este mundo ganar es todo. Los ganadores consiguen todo y a los perdedores se les niega todo. Nunca he perdido antes y nunca lo haré porque siempre gano y siempre tengo la razón. No tengo piedad con quienes se me oponen, ni siquiera con mi propia familia- dirigió por un momento su mirada a mi, ay vamos, todos sabemos que yo soy la única excepción-. Bueno, ya nos vamos, solo queríamos saludarlos.

Le entregó las tijeras a Midorima y me pasó su brazo por los hombros para guiarme mientras subiamos por las escaleras.

- ¿Qué? ¡No seas ridículo Akashi!- se quejó Aomine y yo reprimí una sonrisa-. ¿Nos llamaste solo para eso?

-No... En realidad quería confirmar algo, pero al ver sus caras entendí que no hacía falta. Ninguno ha olvidado nuestra promesa- respondió-. Entonces todo está bien. La próxima vez que nos veamos será en la cancha.

Yo solo le regalé una sonrisa a todos y continué el camino de vuelta junto a mi hermano, pero cuando ya estuvimos lo suficientemente lejos, le pellizqué el brazo.

- A veces te pasas, ¿eh? ¡Pudiste haberlo matado!- lo regañé-. Te pasas de idiota.

- ¿Qué? Lo esquivó- se excusó.

- ¿Y a mi qué? Aparte de que va eso de que no permites que nadie se oponga a lo que dices, que mentira más grande- me quejé.

- Sabes que eres mi única excepción Seijun- respondió y me abrazó-. No te enojes, ¿si?

- Te ves fatal- me quejé mientas correspondía al abrazo y me gané un tirón de pelo.

- Venganza, venga, ahora vamos muñeca- dijo y nos separamos para poder volver junto al resto del equipo.

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Aquí destaco que para el diálogo del encuentro me vi el capítulo fsdkjahdkja Solo agregué la presencia de Seijun y cambie unas pocas palabras.