#24

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Finalmente, llegó el día de la final de la Winter Cup, a la cual Seirin había logrado llegar, cosa que a mí hermano no pareció agradarle del todo pero de todas formas destrozarlos mentalmente o algo.

- Es que tú eres tonto- me quejaba cada vez que él lo decía, haciendo que se enojará.

- ¿Ya bebiste tu dosis de café diaria?- me preguntó-. Hoy debes darle una respuesta a cierta persona y espero firmemente que sea un no.

- Va a ser un si- respondí al instante-. Y si, ya bebí mi dosis de café diaria.

Él solo asintió y sencillamente esperamos hasta que llegará la hora de reunirnos con el equipo. Cuando llegamos al recinto, como siempre, espere hasta que decidieran salir de los vestidores y ponerse en camino a la cancha.

- Que bueno encontrarte sola- escuché decir a alguien a mi derecha y cuando vi quien era, solo sonreí-. Hola.

- Hola Aomine- saludé de vuelta-. ¿Tenías que buscarme ahora?

- Es lo mejor, porque después entre tú hermano y el equipo no me dejaría acercarme- comentó y yo asentí, dándole la razón-. Sabes porqué he venido, ¿no?

- Si, quieres la respuesta, ¿o me equivoco?

- Pero que inteligente eres- dijo simulando estar sorprendido-. Que interesante que no hayas dicho algo estúpido.

- ¿Cuando he dicho algo estúpido?- pregunté ofendida.

- Cuando estás celosa dices cosas estúpidas- comentó divertido-. Pero a lo que vine, quiero mi respuesta Seijun.

- No- respondí, confundiendolo al instante-, no pienso responderte hasta que repitas la pregunta.

- Me habías asustado ya- se quejó-, pero como hay que hacerle los gustos a la pequeña y bella Seijun. ¿Quieres ser mi novia?

- ¿Qué beneficios tendría?- comenté a modo de broma y él solo me miró con cara de "¿Es enserio?"-. Es broma, si quiero.

- Por favor no me digas que eso también es broma- yo negué- ¿Segura?- asentí y él solo me abrazó con ganas.

- ¿Tan feliz por un simple si?- pregunte, aguantando la risa.

- Si, y no tienes idea de cuanto me arrepiento de no haberlo preguntado antes- respondió mientras se alejaba y acariciaba mi mejilla.

- Pero por fin lo preguntaste. Me alegro de que lo hayas hecho a tiempo- agradecí y me acerqué para darle un beso justo cuando se abrió la puerta del vestidor de Rakuzan.

- Seijun, vamos- escuché ordenar a mi hermano y me alejé refunfuñando de mi ahora novio.

- Mejor ve, no quiero que mi cuñado se enoje conmigo- dijo, alzando la voz al decir "cuñado", incomodando al instante a mi hermano y haciéndome reír. 

- Nos vemos luego, claro, si es que se puede- dije a modo de despedida y me fui con los del equipo, pero más específicamente, me ubique al lado de mi amado mellizo.

- Le dijiste que si- me regaño y yo asentí-. Ya sabes que va a pasar si te hace llorar o si te hace daño- me recordó y yo volví a asentir. 

- Lo sé, tranquilo. Tú solo concentrate en el juego- respondí.

- Es contra Tetsuya, será fácil- comentó un poco confiado.

- Por eso mismo te digo, tu concentrate en el juego- le recriminé y fue a calentar junto al resto antes de que iniciara el juego.

Lo bueno de esto es que a mi hermano se le quitó lo engreído un poquito, lo malo es que Rakuzan quedó segundo. Pero la verdad nos dió igual y de todas formas fuimos a celebrar que el lado dulce y desconocido del vil emperador estaba de vuelta. 

Mi querido mellizo estaba de vuelta en sí. Pero sigue odiando a su cuñado, eso no ha de cambiar jamás, supongo.



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