Set Fire

#Final

2 años después

- ¡Arya! Ven aqui- grité mientras daba un par de palmadas en mi pierna.

- ¿Podrías peinar a Noir también?- me pidió mi hermano y yo le levanté el dedo del medio.

- Es tuya, tu peinala- me quejé mientras me preparaba para cuándo mi bella Boyero de Berna se lanzará a mis brazos-. Eso pequeña babosa- dije intentando quitármela de encima mientras rascaba su panza.

Pero no tarde en caer al piso porque otras patas me empujaron y acabe con ambas perras intentando lamer mi cara.

- El karma, solo digo eso- dijo mi hermano y silbo una vez y Noir se fue con él-. Buena chica Noir, ¿quieres ir a ver a mamá?- le preguntó y la doberman movió su cola.

- ¿La vas a llevar donde Satsuki?- le pregunté mientras me incorporaba para comenzar a cepillar a mi cachorrita de 1 año, que de cachorro ya no tiene nada.

- Si, ¿nos acompañarías?- yo asentí mientras continuaba mimando a mi dulce Arya.

- Jovenes, tienen visitas- indicó una de las mujeres que trabajaban en casa y se apartó, dejándonos ver a mi cuñada y a mi novio.

- ¿Dónde está la princesa de papá?- preguntó Aomine dando un par de golpes en su pierna, haciendo que Arya se alterará-. Ven aquí Arya.

Ella se puso de pie torpemente mientras movía su cola de un lado a otro y corrió hacia sus brazos, pero a diferencia de cuando yo la llamo, no le saltó encima hasta que él se lo permitió.

- ¿Y mi dulce Noir?- pregunto Satsuki y la doberman solo ladró, permaneciendo al lado de mi hermano.

Comencé a reír al ver su cara de frustración porque no había conseguido llamar ni la atención de Noir ni de mi hermano. Solía sucedernos a ambas, pues nuestros chicos le prestaban mas atención a las perras que habíamos adoptado juntos que a sus novias. Mientras ambos entablaron una conversación mientras jugaban con Noir y Arya, nosotras comenzamos a conversar mientras observabamos la situación.

- Quien iba a pensarlo, al final se acabaron soportando- comenté divertida.

- Eso fue gracias a ti- aclaró Satsuki con una sonrisa-, lo lograron porque ambos te aman lo suficiente. Sei-chan solo quiere verte feliz y si es con Dai-chan, esta dispuesto a soportarlo y viceversa. 

- Seh... No podría estar con él si a Seijuro no lo soportará.

- Son como un paquete de esos 2x1- se quejó ella y ambas reímos-. Pero creo que son lo mejor que hayan podido llegar a mi vida.

- Awww- dije, conmovida por su ternura mientras la abrazaba-. Deja a mi hermano y yo a Da-chan y nos casamos como teníamos planeado.

Ella solo se puso a reír, contagiandome su alegría, la cual no tardó en verse aplacada por 2 perros de raza corriendo hacia nosotras.

- Así que queriendo abandonarnos y casarse entre ustedes- dijo mi hermano, simulando estar disgustado mientras permanecía de brazos cruzados.

- Da-chan, llama a Arya por favor- le pedí, pues ya me estaba lastimando con sus garras.

- Me querías cambiar por Satsuki- se quejó él y luego se acercó y tomó en brazos a Arya como si nada.

- Sabes que te amo- me quejé, haciendolo sonreír. 

Él dejó a Arya de lado y me ayudó a ponerme de pie, dandome un gran abrazo en cuanto me tuvo frente a él. Yo solo correspondí, con una sonrisa en mi rostro. 

Aomine Daiki me encanta en todos los malditos sentidos, es el mejor novio que podré tener en toda la maldita vida. 

Mi hermano, al verme tan aferrada de mi novio, le ordenó a Noir que intentará separarnos, cosa que mi novio evitó cargándome como un maldito saco de papas. 

- ¡Aomine Daiki, bájame!- le grité y él negó-. Si no me bajas ahora, las vas a pagar.

- No la bajes- ordenó mi hermano, aguantándose la risa.

- ¡Ayudame!- le pedí y él negó-. Sat-chan, por favor.

- Ya vamos... ¡No sean malos y dejen a Jun-chan tranquila!

No lo se... Es divertido y todo, pero aburre que se conviertan en aliados para estar en mi contra. 

Aún así, soy feliz con todo esto.