Treinta y uno

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Hermione

Apenas bajamos en la entrada de la casa el guardia verificó mi identidad con mi huella dactilar. Mi padre estaba en e otro extremo de las escaleras besando a su novia de turno.

— ¿Esa no es Greengrass? — Me preguntó Draco.

Asentí lentamente

— Solo a mi papá se le ocurre salir con quien sea. — Suspiré.

Entonces ellos se acercaron y la mirada de sorpresa de ella me indicó muchas cosas.

— Hija, te presento a mi novia. — Papá se acercó con una sonrisa — Astoria, ella es Hermione — Luego miró a Draco — Ah, y él es Mi yerno, Draco Malfoy.

Lo mejor era ponerme fuerte y no fingir ignorancia. — Papá no hace falta presentación. Astoria me conoce muy bien, ¿recuerdas que te conté sobre una doctora que amenazó a mi novio exponer nuestra situación al colegio de docentes de ingeniería para que le quitaran la licencia por salir con su alumna? — Mi padre asintió intuyendo por donde iba la cosa — Es ella. La ex novia de Draco.

Astoria me miró con odio — Justo te iba a contar eso, Julius. Debo disculparme...

— No es necesario — Un chofer se acercó en cuanto mi padre alzó la mano — Lleva a la señorita Greengrass a su hogar.

Astoria sonrió de manera forzada, se acercó a mí para despedirse y susurró —: Sabes, no esperaba encontrarte aquí, pero me alegra que estés con vida.

— Astoria... Tienes que irte — Mi padre estaba furioso.

En cuanto se marchó en compañía de Draco tuvimos que contarle lo ocurrido en mi hogar, además de fui a su casa en medio de la madrugada y de no ser así...

— Por lo que me acabas de contar, creo que el que Astoria haya llegado a mi vida no es coincidencia. Ya me parecía extraño que ella insistiera en quedarse conmigo un par de días. — Mi padre frotó su barbilla — Ha tenido tiempo de explorar la mansión. He contratado nuevos empleados y esta casa no es segura.

— Draco, te llevarás a mi hija a tu casa — Mi padre ni siquiera preguntó, era una orden — Contrataré un par de guardaespaldas que los observarán a la distancia y solo intervendrán si ven algo raro, Me encargaré de que mis detectives encuentren al culpable.

— Me llevaré a Hermione, no tengo problema con ello, pero no sé si ella esté de acuerdo — Me miró.

— Yo... no quiero arriesgarte, puedo ir a Francia, la mansión de mi madre es segura y ...

— No es una pregunta Hermione, Malfoy es el único al que puedo confiarle tu seguridad. Estuvo para ti antes que tus primos — Guardó silencio unos segundos — Mandaré a Fred a mudarse a un departamento contiguo, me ha estado pidiendo que lo deje marchar de esta casa y esta es una buena oportunidad.

— Bien, en vista de que no puedo negarme...— Suspiré — Voy a tomar algo de ropa de mi habitación, luego iré con Draco a su hogar para darle la bienvenida a mis suegros que deben estar por llegar de Wiltshire.

Bien, al parecer Draco me tendría más de una vez semidesnuda en su cocina. 

Mi Maestro ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora