Cuarenta y tres

1.8K 172 41
                                    

Hermione

Estaba corriendo con mi vestido azul alrededor de la fiesta de navidad, mamá y papá estaban en compañía de sus colegas. Sin embargo, esto ya lo había vivido, era como un sueño, era la fiesta en la que conocí a mi mejor amigo.

— ¡Hola! — un pequeño rubio me saludó. — Soy Neville.

Entonces parpadeé — Dime que es un sueño y que tú estás vivo.

No era estúpida para seguirle el juego de la presentación, en mi mente estaba grabado el momento de su cuerpo inerte con la camisa ensangrentada.

Él negó con la cabeza Han sido años maravillosos, nena. He cumplido mis sueños, fui al espacio y estoy feliz de haberte conocido.

¿Acaso te estás despidiendo? Si estamos aquí juntos es porque yo morí protegiendo a Draco.

No, tú estás bien. recibiste un balazo en el omoplato. Yo me estoy despidiendo de ti — Suspiró — Nott intentó todo en mi operación, es mejor irme. Dile que le agradezco por no rendirse.

Mis lágrimas descendieron por mis mejillas a borbotones no creo en estas estupideces, debo estar soñando en medio de la operación y todo esto es producto de mi mente.

Siempre tan racional, no llores por mí, yo fui muy feliz... tuve amigos, una madre y un novio. Señaló a la entrada del salón donde un hombre rubio de smoking que lo esperaba con una sonrisa en los labiospero ahora tengo la oportunidad de ver a mi papá...

Corrió hacía la puerta y sentí el nudo en mi garganta mientras mi corazón se quebraba, a la mitad de camino se detuvo y giró a verme Ni se te ocurra ponerles mi nombre a tus hijos, no llores por mí. Solo se feliz y cásate de una vez con tu sexy profesor. Te amo, siempre serás mi mejor amiga.

— Yo también te amo. — Un amor fraternal, eres el hermano que nunca tuve.

— Ya te dije que no puedes estar en esta habitación, Malfoy. — Era la voz de Nott. — Ella está bien, La bala fue extraída con éxito y por suerte no dañó su omóplato. Era una herida limpia y sin fragmentos. Todo ha ido bien con ella. Solo requiere una transfusión de sangre y que la dejes descansar.

— Déjame estar aquí o me lanzo por la ventana — Draco estaba amenazándolo de la manera que una vez hice con Sam, Neville y Ginny.

— ¡Yerno! — Mi papá también estaba aquí. — No digas esto

— Demonios, ya. Quédate, eres muy capaz de eso y más. — Gruñó Nott. — No se preocupe, señor Granger, estoy muy acostumbrado a este tipo de amenazas.

Abrí los ojos, estaba pesado incluso mi brazo izquierdo. — No discutan o yo... — Mi voz estaba pastosa — los sacaré a los tres.

Observé mi brazo, estaba reposando en un cabestrillo y Draco tenía mi mano derecha entre las suyas.

— Theo me ha dejado quedarme contigo, no estábamos discutiendo.

Mi médico rodó los ojos — Sí, nos poníamos de acuerdo.

— Eres una niña muy valiente, hija — Papá se acercó y besó mi frente — Draco me ha asegurado que se quedará contigo, yo voy a ir a continuar con la denuncia, encarcelaran a Greengrass por el resto de su vida. Te lo prometo.

Se fue.

— Granger, te has ganado mi respeto y amistad. Puedes ya dirigirte a mí por mi nombre. — Theo me veía con admiración — Lo siento por todo lo que evité conocerte y lamento que haya sido de esta manera.

— Gracias, Theo — susurré, me estaba adormeciendo — ¿Qué pusieron en el suero?

— Morfina, así no sentirás dolor y descansarás mejor— respondió.

Suspiré — Neville dice que gracias por no rendirte en su operación. — Las lágrimas calientes bajaron por mis mejillas a la vez que trataba de mantener los ojos abiertos — Draco, te ves guapísimo borroso.

Sentí sus dedos entrelazados con los míos y su voz parecía responder algo a lo lejos. Solo iba a dormir ahora, porque yo me voy a quedar aquí para casarme y ser feliz con mi sexy profesor.

Neville, hasta siempre.

Mi Maestro ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora